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─¡¡Adióóós con eeel corazóóóóón, que cooon el aaalma no pueeedooo...!!

Un aeropuerto en el día con más vuelos. Completamente abarrotado, ideal para estar aquí de incógnito. Y un grupo de universitarias inglesas en la cola de los controles de equipaje, para ir a tomar un vuelo de regreso a su país.

Y una chica solitaria que se ha mezclado disimuladamente con ellas. Llevando una pequeña mochila negra, unos pantalones largos grises y una sudadera también gris. Con este calor.

Y un grupo de chicos "nativos" que están fuera de la cola. Las inglesas no dejan de reírse estúpidamente mirándolos, y de mandarles besitos a distancia, y de hablar de ellos. Ya sé que éstos no van a tomar ningún vuelo. Que los conocieron hace unos días en una discoteca, y que se han hecho taaan amigos, y que son... aaay, tan "looovely"... que han aparecido por sorpresa para despedirse de ellas. Cantándoles una y otra vez las dos frases del jodido estribillo:

─¡¡...Y al deeespediirme de tiiiii, al deeespediiiirme me mueeerooo...!!

Y a grito pelado. Vaya si lo he conseguido: A parte de que llevando esta ropa canto como una almeja entre éstas, medio aeropuerto nos está mirando. Imposible pasar desapercibida.

Y cuando al fin hemos pasado los controles ellos aún siguen ahí detrás, desgañitándose con el estribillo. Suerte que cuando llegamos a una pantalla de información de vuelos ya no se les oye. Las inglesas se agolpan ante la pantalla, y yo con ellas.

─¿Adónde vas? ─Me pregunta una. Al menos me habla en un inglés que se entiende, y yo ya les he oído decir dónde van.

─A Londres ─Le contesto. Y con cara de inocente, le digo el mismo número de vuelo que les he oído a ellas, y le pregunto si sabe la puerta que és. En un inglés muy lento, como si me costara.

─¡Oh, querida! ─Exclama con una sonrisa ─¡Es el mismo vuelo que el nuestro! ¡Puerta siete!

─Gracias. Es la primera vez que vuelo, y voy un poco perdida.

─¡Oh, puedes venir con nosotras si quieres! ¿Vas de vacaciones?

─Voy a visitar a una amiga que vive allí...

David me lo había dicho: "Busca un grupo de gente, mézclate con ellos y no les dejes hasta que estén en la puerta de su vuelo. Yo ya te encontraré allí". Pues ya está, y además integrada en este grupo. Pero aquí estoy, caminando junto a esta inglesa pero mirando contínuamente a mi alrededor, y con el corazón que se me sale por la boca. Y con esta sensación que me sorprende. Y me jode bastante.

Él también me dijo que "cualquier hombre que esté solo y no hable con nadie" puede estar aquí para matarme, pero que tienen que verme. Que de eso se trata: de que sepan que estoy aquí pero no puedan venir a matarme por estar en este grupo. Y de que él pueda localizarlos.

Y no dejo de ver a hombres que van solos y no hablan con nadie. Y me jode darme cuenta de que no son ellos los que me dan miedo, sino que ahora él no está aquí, junto a mí, a punto para defenderme.

Cuando haces según qué cosas te acaban pasando otrasDonde viven las historias. Descúbrelo ahora