. 83 . Tenerife. Octubre 2014

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─No me gusta. Es demasiado arriesgado.

"Lo siento Mario, pero eres el único que conozco que puede conseguirlo sin dejar rastro."

─No me refiero a lo que me pides, sino a que quieras ir a Madrid. Podrías acabar con esto de muchas otras formas...

"Ésta es la más segura para ella."

─David, si vas a ahí te echarán encima toda la caballería ¿no lo ves? Y tú, chaval, te has enamorado de esta chica. Y encima quieres ir con ella, y eso es como llevar una diana pegada en el culo. Créeme, yo lo sé muy bien.

"Lo dices porque es lo que te pasó a ti."

─Así que no lo niegas...

"Puedes creer lo que quieras mientras consigas esa lista."

─Ni puto caso... ¿Y por qué coño no se lo dices a ella y os largáis los dos? Yo puedo ayudarte a soltar lo de ese viejo, y a ti te sería muy fácil desaparecer del mapa...

"Sí, claro. En una casita junto al mar, con la mujer y los críos... ¿Me ves tú viviendo así?"

─No me vengas con gilipolleces, sé que no ibas a vivir así. Además por lo que me dices a ella tampoco le gustaría...

"Mira: Por mucho que digas tú no me debes nada, pero eres el único amigo que tengo y sé que lo harás. Mario: sabes que te quiero ¿no?"

─¡No me seas maricón! ¡Vuelvo a decirte que...!

"Lo siento pero tengo que coger un tren. Ya sabes lo que hay que hacer."

─¡Mierda David! ¡Eso que me pides es para ella, no para ti! ¿Por qué esto me suena a despedida? ¿Por qué me da que quieres dejar que te maten?

"Porque eres un calzonazos."

─¡Y tú un hijo de...!

"... ... ..."

─¡La madre que te parió! ¡¿Has vuelto a colgarme?!

Cuando haces según qué cosas te acaban pasando otrasDonde viven las historias. Descúbrelo ahora