Lo que me ha sacado de quicio. Lo que me ha dado ganas de largarme de aquí, olvidarme del jodido espía y esconderme donde sea, yo sola, sin nadie que me venga con historias. Porque ya tengo más que suficiente con que quieran matarme. Porque yo del jodido espía ni sé nada, ni nada he hecho para que él... ¡mierda! ¿me necesite?
Porque no ha sido el absurdo cuento que se ha inventado hace diez minutos, sino el jodido discursito que le he oído decir después, sin que él se diera cuenta de que lo oía.
Ha sido nada más entrar en el bar. Todas las mesas estaban ocupadas y hemos ido a la barra, a esperar que se librara alguna. Y detrás estaba "mi amiga" la encargada del bar: nada menos que la Rocío. Una chica mayor que yo, pero con la que había jugado mucho de niña, cuando veníamos a aquí con mamá y la abuela. Y yo ni me he acordado de ella hasta que, cómo no, ha tenido que reconocerme:
─¡Ay madre! ¿Tú no eres la Albita?
Y lo ha dicho casi gritando. Y David otra vez con esa cara de mala leche. Y yo, colorada como un tomate.
─¿Yo? Bueno, eee...
─¡¡Ay, señor!! ¡Pero qué guapa que estás! ¡Y encima me vienes con este pedazo de hombre!
Y gritando aún más fuerte. Y yo, "tierra, trágame", por la cara que ha puesto David. Que se ha quedado mirando a la Rocío con los ojos entrecerrados, y por un momento he pensado que iba a matarla... Pero ella lo ha mirado a él, y ni corta ni perezosa le ha dicho:
─¡Tú eres actor! ¡A que sí!
Y él, ni corto ni perezoso:
─¿Cómo lo has adivinado?
─¡Ay señor, Albita! ¡Quién te ha visto y quién te ve! ¿Me estás saliendo con un actor?
─No, no, no, yo... ─Me he apresurado a decir. Pero va David y lo suelta:
─No. Sólo estamos buscando exteriores para rodar una película.
Así, como si nada. Y a mí se me ha cortado la respiración ¡¿Una qué?!
─¡Ay madre! ¡Una película en el pueblo! ─Ha exclamado la Rocío, emocionadísima ella. Pero es que va y añade:
─Ya verás cuando se lo diga a mi Manolo... es el alcalde ¿sabes? si necesitáis algo, él...
Toma ya. Encima la mujer del alcalde, lo que faltaba ¡Y una película! ¿Y él quería que pasáramos desapercibidos?
─¡No, no, no, no! Es que aún no es seguro que sea aquí...─Ha dicho enseguida David.
─¡Pero si el pueblo es precioso! Mira si quieres le digo al Manolo que...
─Mira, es que... eee... estamos pendientes de una subvención, y el director no quiere que salga aún la noticia...
─¿Ah, no?
─Tendrás que hacerme el favor de no decir nada. No veas cómo es el director, si se entera de que en el pueblo lo saben, sobre todo el alcalde, puedo tener un problema gordo. Mira: si me guardas el secreto le puedo decir que te dé algún papel secundario, que necesitamos extras... ¿Te gustaría?
¡¿Director?! ¡¿Papel secundario?! ¡¿Pero cómo puede el tío liarse de esa manera?!
─¡Aaay madre! ¡Yo de actriz! Oye, pero que sea un papel de mujer fatal ¿eh?
─Bueno, hay bastantes papeles por cubrir. Ya hablaré con el director, pero sobre todo no reveles el secreto ¿eh?
─¡Tranquilo, tranquilo! ¡No diré nada ni muerta! ¿Y la Albita será la protagonista? ¡Chica, qué fuerte! ¿Tú también eres actriz?
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Cuando haces según qué cosas te acaban pasando otras
Mystère / Thriller. Corro. Corro por el miedo. Y por ese estúpido impulso de huir, de sobrevivir. Y por no ser capaz de aceptar que ya está. Que ya lo he perdido todo. Ahora, una vez más, quieren matarme. Y ahora no sé ni quién ni porqué, y me lo han quitado t...