Victoria sintió como su cuerpo se estremecía al escucharlo. Pensó en lo fácil que seria dejarse llevar de nuevo, dejar que sus caricias la enloquecieran hasta el punto de... ¿Como había dicho?..."olvidar su nombre". Ese hombre de ojos verdes y sonrisa seductora podría hacerla olvidar todo... Y entregarse a él sin medir las consecuencias.. Y ella ya había pasado por eso. Se había entregado a la pasión por un hombre y había destrozado lo mas preciado que tenía; su relación con Cristina. Ella se apartó de él con gesto brusco y le dedicó una mirada helada.
- No niego que fue una... Sesión de sexo muy satisfactoria... Pero hasta ahí. Fue un error y espero que como caballero me dejes ir, olvidándote de esto. - El frunció el ceño.
- No puedo prometerte eso. - Victoria casi gritó de frustración.
- Adiós Heriberto. - Salió corriendo de allí como alma que perseguía el diablo. Dejando a Heriberto en aquel lugar con una sensación de haber alcanzado la cima, pero no haber encontrado el premio.
Después de maldecir un millón de veces, camino a casa, llegó y bajó de su auto, entró a casa y se encontró de frente con la ultima persona que esperaba y deseaba ver. Respiró hondo y apretó su bolso contra su pecho.
- Hola... - En ese momento Victoria fue dolorosamente consciente de que bajo su ropa no llevaba ropa interior, de que acababa de acostarse con Heriberto y que deseaba llorar en su habitación como hacia mucho tiempo no lo hacía.
- Hola... Que... Que haces aquí?
- Sé que te dije que deseaba que comiéramos mañana... Pero realmente necesito hablar contigo. - Victoria tragó con dificultad, le señaló la sala a Cristina y caminó tras ella, ambas se sentaron en un sofá lujoso, todo en la casa de Victoria rezumaba dinero y lujos, pero se sentía fría. Cristina en cambio vivía en una casa donde hasta el mínimo detalle había sido escogido por ella con la intención de darle calor y sensación de hogar. Eso mostraba lo diferentes que eran en su igualdad.
- Que es eso tan importante que quieres que hablemos? - Cristina se armó de valor y miró a su gemela a los ojos.
- Quiero que.... Yo... - No sabía como comenzar y frunció el ceño - Esto que pasó con papá... Me hizo darme cuenta que... Pensé... Si el moría.. Solo seriamos tu y yo... - Victoria miró a su hermana sin expresión, no comprendía lo que quería decirle, pero su corazón estaba latiendo a mil por hora. - alguien me hizo ver... Que tu y yo.. Que nada debía interponerse en nuestra relación... Creo que no me estoy explicando nada bien... Victoria, lo que trató de decir.. Es que.. Me gustaría arreglar nuestra relación. - Victoria abrió la boca con sorpresa. Sin poder decir absolutamente, su mirada sorprendida fija en su hermana, Cristina comenzó a moverse incómoda en el sofá. - Victoria?
- Lo siento..! Yo.. No se que decir...
- Quizás debería empezar por disculparme... Yo... No quise jamás que perdieras a tu bebé. - Victoria se levantó rápidamente, se paró frente a la ventana y fijó su mirada en la oscuridad del exterior. - Lamento lo que pasó esa tarde Victoria. Yo... Estaba enojada... Pero nunca habría querido que perdieras a tu hijo.
- Lo sé - Dijo Victoria casi sin voz. Una lágrima se derramó en su mejilla. - Cristina siguió con la voz llena de dolor.
- Estaba furiosa porque habías estado con mi marido..! Y....
- No..! No fue así..! - Victoria se dio la vuelta con la mirada entristecida, se acercó y se sentó de nuevo frente a Cristina. Era el momento de hablar con la verdad. - Yo me enamoré Cristina... Lo amaba con toda la pasión del amor adolescente. El.. Me hizo creer que también me amaba, me pidió mantener en secreto lo nuestro... Y yo ingenuamente creí que era como en un. Cuento de hadas. Jamas imaginé que el te cortejaba. Jamas!
- Pero... El me pidió matrimonio.
- Y yo creí que me moría..! Le reclamé... Lloré... Le supliqué... El me dijo que tu eras mejor que yo en todos los sentidos... Y cómo no iba a creerle, si es así.. - Victoria bajó su mirada y siguió hablando - Me dijo que tu no te habías entregado a el, que eras pura, una verdadera dama, que por eso tu serias la esposa perfecta.
- Victoria...
- Yo te odié... Te envidié... Lloré lágrimas de sangre porque amaba a Alonso a pesar de todo el daño que me había hecho. Te casaste muy rápido... Pero yo en mi juventud traté de disuadirlo y volví a conseguir que estuviera conmigo, fue otro motivo para que el te prefiriera a ti.
- No sabía...
- El día de tu boda.!! Quería decirle que estaba embarazada...el sugirió que fuese su amante.. Yo estaba desesperada... Iba a tener un hijo suyo... Y estaría sola. Pensé que se compadecería de mi, lo besé en un ultimo intento de hacerle entender que lo amaba. Y fue cuando entraste. - Cristina se limpió una lágrima que cayó en su rostro.
- Maldito Alonso...
- Estaba enojada Cristina, una adolescente despechada... No tengo justificación, pero... Quería herirte, mi dolor y mi rabia estaban mal dirigidas, ahora lo entiendo.. En vez de odiar a Alonso, te odiaba a ti... A ti por robarme al hombre que amaba. Y por asumir que yo era la única culpable.
- Yo...
- enseguida diste por hecho que yo había sido una zorra... Eso me destrozó.. Pensé.. si ella que es mi hermana lo piensa, debo serlo.
- Victoria.... Yo también era una adolescente. Deslumbrada por Alonso.. Cuando te vi besándolo.. Los celos me ganaron.
- Creo que ambas fuimos víctimas de Alonso. - Cristina asintió y se atrevió a tocar la mano de su hermana, sus ojos estaba anegados de lágrimas y su voz temblaba.
- Quiero recuperar lo que teníamos... - Victoria sintió una opresión en el pecho, sus ojos se llenaron de lágrimas- Una persona muy especial me aconsejó que no dejara pasar mas tiempo... Que dices?
Victoria le tomó la mano a su hermana y la miró con una sonrisa y lágrimas en los ojos.
- Nada me daría mas gusto. - Los ojos de Cristina se iluminaron y se lanzó a abrazar a Victoria, quien la apretó en su abrazo y cerró los ojos. Lloraron unos segundos y se separaron limpiándose las lágrimas.
- Pensé que sería mas difícil... Pero no lo ha sido...
- Si... Al parecer hay que darle gracias a esa persona que te aconsejó, ¿quién fue?
- Heriberto... - Los ojos de Cristina se llenaron de ternura y una sonrisa apareció en su rostro, Victoria se puso seria y trató de disimular la sensación de terror que se instaló en su corazón.
- Heriberto?... Y.... Ustedes son muy amigos?
- En el poco tiempo que nos conocimos... Se ha ganado mi cariño...- Cristina no podía evitar el cambio en su rostro al hablar de Heriberto.
- Entiendo... Te gusta? - Cristina se sonrojó y encogió los hombros.
- Es un hombre muy guapo y... Me hace sentir bien... Muy bien.. Quizás mas adelante quien sabe... Algo suceda.. . - Victoria sintió como su corazón se partía poco a poco, su rostro se mostró impasible, pero en su interior gritaba de dolor. Volvía a enfrentarse a su hermana, imágenes de ella y Heriberto en el sofá del consultorio, haciendo el amor y... Se pasó la mano por la cabeza, comenzaba a dolerle y su corazón latía con fuerza, dejándola con una sensación de ahogo en el pecho. Cristina debió notar alguna expresión en su rostro ya que preguntó. - No te agrada no es así?... Noté que entre ustedes había una especie de tensión, y fuiste algo... Grosera al principio.
- No... No es eso... Bueno... No me desagrada... Yo... No importa. - Victoria tomó las manos de Cristina y la miró a los ojos. - Ahora que te recuperé... No quiero que nada nos separe...
- Yo tampoco... Te extrañé - Cristina le tomó un mechón de pelo a su hermana como lo hacia de niña, y lo enredó en sus dedos, Victoria sintió una emoción indescriptible y sonrió, le tomó el mechón en respuesta y lo enrolló en sus dedos.
- Te extrañé también. - Se abrazaron una vez mas. Victoria se limpió las lágrimas. - Hay algo que quería decirte.
- Que cosa?
- Aun estás fotografiando?
- No profesionalmente...
- Tengo unos problemas con una una línea de ropa... Y necesito relanzar la publicidad. Hector te recomendó... Que te parece? Te gustaría intentarlo? - Cristina abrió la boca pero no supo que decir.
- Yo... No sé... Hace mucho que... Que no hago fotos profesionales.
- Podrías intentarlo... Recuerdo lo buena que eras... Y después después vi tus trabajos y sé que eres una de las mejores. - Cristina se sonrojo, de hecho le emocionaba volver a fotografiar. Victoria esperó con paciencia para no presionarla.
- Esta bien. - Ambas sonrieron.
- Perfecto... Esta también puede ser una buena oportunidad para retomar nuestra relación.
- Así es...
- Te pondré en contacto con Antonieta. - Cristina sonrió animada.
Esa noche después de una ducha larga, Victoria se puso un camisón y se sentó en la terraza de su habitación bajo la luna llena, una copa de vino en sus manos. Había recuperado a su hermana, después de 16 años de silencios, recriminaciones, enojos... El mismo día que había unido su alma a la de Heriberto. Cristina estaba enamorada de Heriberto... Lo había notado en sus ojos, en su forma de hablar... Una mujer sabía cuando otra se interesaba en su hombre...Cristina estaba interesada en Heriberto, y ahora que la había recuperado, ni siquiera Heriberto Ríos Bernal con sus ojos profundos y labios que hacían magia, podrían separarla de su hermana. Estaba decidido.. Heriberto era historia, una hermosa historia que había llegado a su fin mucho antes de desarrollarse. Tomó su celular y marcó un número.
- Hola... Arreglaste todo?... Gracias... - Colgó la llamada y se tomó de un trago su copa de vino, una lágrima recorrió su mejilla - Adiós Heriberto Ríos Bernal, fue un verdadero placer.
Victoria salió del país esa madrugada, sin despedirse de nadie mas que de su hija y su ex-esposo; Osvaldo se ofreció a llevarla al aeropuerto y la despidió con un beso en los labios, mientras repetía de nuevo que aún deseaba volver con ella, a lo que Victoria no respondió. Ambos quedaron en comunicarse para cualquier cosa y Fer la alcanzaría ese fin de semana ya que salía de vacaciones. Victoria llamó a su padre desde el avión, se disculpó por su salida tan abrupta y prometió estar al pendiente a diario. También llamó a Antonieta para darle instrucciones para comenzar con Cristina a cargo de la publicidad. Pensó en Heriberto, y rogó porque la olvidara, para los hombres quizás era mas fácil, pero la mirada de él, al confesarle que después de haberla tenido, no podría dejarla ir, la hacía pensar que para él iba a ser igual de difícil. Pensó que la mejor estrategia era la retirada, un tiempo sin verse lograría aclarar todo y hacerle ver, que lo suyo no podía seguir.
Cristina estuvo toda la mañana y parte de la tarde en la casa de modas, familiarizándose con las modelos, sus estilos, sus rostros, la nueva linea de ropa, ya tenia ideas que harían de la publicidad algo impactante y fresco, salió de allí con una sonrisa, directo al hospital a ver a su padre. Entro a la habitación con esa sonrisa natural que la caracterizaba.
- Hola - Le plantó un beso en la mejilla a su padre. Y el la miró igual de sonriente.
- Que hace tan feliz a mi caramelito?
- Estoy tan contenta...han pasado muchas cosas... Tengo que contártelas.
- De ayer para hoy?- Cristina asintió con ojos divertidos.
- Victoria y yo hablamos... - Juan Carlos abrió los ojos con sorpresa y Cristina vio con temor como sus ojos se llenaban de lágrimas. - Papa... Papiro... Discúlpame, estas bien? Dios mio... Cometí un error al decírtelo? - Juan Carlos negó con la cabeza y tomó la mano de su hija, contuvo las lágrimas y le sonrió.
- Hablas en serio?
- Así es...
- Ven aquí y dame un abrazo caramelito. - Cristina rió y abrazó a su padre. El la besó en la frente- Me hacen muy feliz.
- Quedamos en que trataríamos de rehacer nuestra relación...
- Te amo Cristina... Y a tu hermana... Las amo... Son mi vida y estoy feliz de que al fin vuelvan a estar juntas.
- Yo también estoy feliz... Además estoy feliz, porque me pidió que la ayudara con la publicidad de una linea de ropa.
- Vaya vaya... Hasta que por fin decidiste a salir del hueco en el que estabas por culpa de tu ex. Nunca debiste dejar de lado lo que tanto te gusta hacer.
- Pues acabo de retomarlo... Y me gusta. - La puerta se abrió y Heriberto entró, les sonrió.
- Buenas noches.
- Buenas noches, Heriberto como estas?
- Muy bien, vine a ver a mi paciente favorito. Como estas?
- Quiero irme a casa.
- Lo sé... Aun es muy pronto, pero creo que podrás irte en unos días. Has progresado muy bien. Pero necesitarás cuidados.
- Se irá a mi casa.
- No... Yo no quiero molestar.
- No molestas papá. - Ella le acarició con ternura la mano. Heriberto sonrió y miró a Cristina.
- Victoria..? Vino hoy?
- Salió de viaje esta mañana. - Heriberto se tensó. Asintió seriamente. Después de revisarlo y acordar que realmente Juan Carlos estaba mejor. Salió de la habitación con Cristina.
- Todo bien? estas serio!
- Todo bien... - Cristina asintió
- Tomé tu consejo. - El frunció el ceño confundido. - Hablé con Victoria. Arreglamos todo. Fue liberador.
- Me alegra... Se nota que estas feliz. - Cristina sonrió con verdadera alegría.
- Quiero agradecerte, sin tus palabras quizás no hubiese sido tan fácil. - Heriberto sacudió la cabeza.
- Claro que habría sido fácil. - Ella le tomó la mano con suavidad y la apretó.
- Gracias de todas formas Heriberto. Victoria es una parte de mi... Y tu hiciste que lo recordara. - Cristina lo miró con intensidad, y se acercó a él, con suavidad imprimió un beso en la comisura de sus labios. Se separó lentamente y lo miró a los ojos con una sonrisa . - Gracias.
Las semanas siguientes fueron intensas, Juan Carlos fue dado de alta, se fue a casa de Cristina, donde era visitado constantemente por Heriberto. Se habían hecho amigos, y Cristina y Heriberto habían tenido oportunidad de conocerse mejor, Acacia no hacía mas que refunfuñar, y comentaba con Alonso acerca del nuevo amigo de su madre. Una tarde llegó a la casa cuando se despedía Heriberto.
- Cristina.. . que significa esto?
- Alonso...
- Es este tu amante? - Heriberto se tensó.
- No tienes derecho a preguntar, y de todas formas no es tu problema
.
- Es mi problema cuando lo traes a la casa donde vive mi hija.
- Cristina es una dama... Y no voy a permitir que la insulte con sus interpretaciones.
- Cristina es mi mujer...
- Yo no soy tu mujer. Cuando vas a entenderlo? - Alonso se acercó peligrosamente a ella. Y Heriberto se interpuso.
- Mejor te alejas de ella... Odio la violencia, pero estoy dispuesto a usarla si no la dejas en paz.
- Tu quien te crees que eres.
- Considera que seré tu sombra si te atreves a tocar un centímetro de ella. - Alonso achicó los ojos con enojo.
- Me las vas a pagar.
- Estaré esperando.
Después de ese día... Las cosas con Acacia empeoraron, odiaba a Heriberto y Cristina sospechaba que Alonso era quien la ponía en su contra, pero las visitas de Heriberto continuaron aunque nunca pasaron de besos en la mejilla tras una conversación larga. Heriberto comenzaba a sentir un lazo profundo con Cristina, aunque Victoria aun estaba en sus pensamientos. Por Juan Carlos sabía que estaba bien, pero no quería presionarla. Cuando volviera hablarían, y el la convencería que estar juntos era necesario, tanto como respirar.
Victoria llamaba a diario a su padre, pero nunca nombraba a Heriberto, cuando Juan Carlos lo hacia ella trataba de restarle importancia aun cuando su deseo era hablarle, verle. Cristina había progresado en la publicidad y le enviaba informes a Victoria, y ella tenia que aceptar que su hermana sabía lo que hacia, estaba segura que esta vez, el lanzamiento de la linea de ropa seria un éxito. Fernanda había salido de vacaciones y se había ido con ella, lo que no esperaba Victoria era que Osvaldo también se apareciera, y se mostrara tan complaciente y atento con ella, salieron unas cuantas noches, los tres en familia, por insistencia de Fernanda quien constantemente se quejaba de la poca atención que Victoria le dedicaba. Osvaldo la besó en varias oportunidades y una noche fue claro y directo.
- Quiero que retomemos lo nuestro.
- Osvaldo... Yo. - El le tapó los labios con sus dedos.
- No digas nada... No te das cuenta? Estamos bien juntos... Tenemos una hija... Sólo necesitamos recordar lo que nos unió.
- No estoy preparada...
- Lo sé... Y tengo el tiempo del mundo. No quiero dejar pasar esta oportunidad - Osvaldo la besó en los labios y Fernanda los vio, sonrió tímidamente y se escondió de nuevo en su habitación.
Victoria no sabía cómo reaccionar, pero no lo rechazó, era el tiempo de volver, después de tres semanas lejos, al bajar del avión miró a su hija.
- Iré a ver al abuelo, quieres ir? - Fer asintió y Osvaldo intervino
- Yo las llevaré.
- No es necesario.
- Quiero hacerlo. Aquí esta el chofer.!! Vamos a ver a tu padre, luego las llevo a casa, y con suerte aceptas cenar conmigo.
- Estoy cansada...
- Entonces cocinaré para ustedes, te gusta la idea Fer?
- Me encanta.
- Pues entonces sólo faltas tu, Victoria. - Ella lo miró unos instantes y asintió sin mucha emoción.
Se dirigieron a la casa de Cristina, donde su padre aun estaba quedándose. Rosa les abrió y los hizo pasar.
- Están en el jardín, les diré que están acá.
- No es necesario, podemos ir hasta allá. - Victoria sonrió y se encaminó al jardín con Su hija y su ex-esposo siguiéndola, pero se detuvo bruscamente al llegar a la puerta que daba al jardín, se puso pálida y sintió su cuerpo tensarse con dolorosas fuerza, sus ojos se abrieron con sorpresa y quiso salir huyendo.
- Mama... Te sientes bien..?
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"Tu Eres Mi Elección"
FanfictionCristina Maldonado Rivas es una mujer vivaz y noble, fotógrafa retirada, divorciada de Alonso Rivas un hombre seductor, mujeriego, que no supera su divorcio, la persigue y con sus celos enfermizos hace que Cristina se convierta en una mujer precavid...