Capítulo Trigésimo Segundo

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Delegación de Policia

Victoria entró casi corriendo con expresión preocupada, Heriberto tras ella con los puños apretados y el semblante pétreo. Juan Carlos, Acacia y Fernanda estaban sentados en una especie de sala de espera. Al verlos llegar, Fernanda corrió a abrazar a su madre. 

- ¿Estás bien? - Fernanda asintió pero estaba temblando, Victoria miró a su padre. 

- Están tomando su declaración - Victoria extendió sus brazos a Acacia y está sollozó abrazándola. - Todo va estar bien. - Heriberto hizo señas a Juan Carlos y éste se alejó un poco con él.

- ¿Qué sucedió?

- El maldito de Alonso golpeó a mi hija... - Juan Carlos se notaba agitado y Heriberto lo notó. - Le vieras su hermoso rostro... Debí matarlo antes que lo encerraran. 

- Ya... Tranquilo... - Heriberto apretaba los dientes con fuerza. - ¿Cómo te sientes? Te noto agitado 

- Estoy bien.. Estoy enojado... Maldito Alonso. - Heriberto vio a Victoria consolar a Acacia. Un oficial de policía salió y todos se levantaron a preguntar por Cristina. 

- Está viéndola el médico forense, tomando algunas fotografías, por si la Señora Maldonado decide tomar acciones en contra de su ex-marido. 

- Por supuesto que va a tomar acciones - Dijo con voz alterada Victoria. Acacia sollozó. - ¿Puedo ver a mi hermana?

- Ella saldrá en unos minutos. - Victoria miró a Heriberto con impotencia y él le señaló a su padre quien parecía haber envejecido diez años. Se acercó a él y lo abrazó. 

- Cristina va a estar bien. - Juan Carlos abrazó a su hija y su pecho tembló con fuerza por la contención del llanto. 





Aeropuerto 

- Maldición... - Dionisio casi lanza su celular a la basura, estaba intentando llamar a Cristina pero saltaba el contestador. 

- ¿Sucede algo señor?

- Nada... Solo quería hablar con Cristina. - Bruno miró a su jefe con intensidad.

- Parece que la señora Cristina se ha vuelto muy importante para usted. 

- Lo dices preocupado... - Dijo balanceando su teléfono entre los dedos. - No me digas que te vas a poner en plan protector... ¿Ya te ganó? - Le miró divertido Dionisio

- Es difícil negarse a los encantos de la señora, con todo respeto señor. - Dionisio asintió, de no saber que Bruno era homosexual, quizás le habría molestado. 

- Tienes razón... Pero estoy consciente que mi vida no ha sido un jardín de rosas... A veces a mi también me preocupa - Dionisio miró a lo lejos sin mirar a ningún sitio - Pero no puedo dejarla ir. 





Delegación de Policía

- Cristina... - Juan Carlos se levantó rápidamente a abrazar a su hija. Victoria se quedó petrificada al ver el rostro de Cristina, tenia el labio roto, y un pómulo con lo que pronto se convertiría en hematomas, los ojos enrojecidos por el llanto y el rostro pálido. Sus miradas se cruzaron un segundo y nada más existió. Cristina sollozó y Victoria sintió una opresión en el pecho que casi la hace doblarse del dolor, se acercó rápidamente a Cristina y la abrazó con fuerza. Cristina lloró desconsolada en brazos de su gemela, quien la acompañó con lágrimas silenciosas. Luego de un momento se separaron y Cristina respiró hondo para calmarse, Heriberto se acercó y extendió un pañuelo blanco para que Cristina se secara las lágrimas, ella lo tomó un sostuvo la mano de Heriberto unos segundos, él la apretó para transmitirle su apoyo. 

"Tu Eres Mi Elección"Donde viven las historias. Descúbrelo ahora