Capítulo XXXVIII. 2 de agosto.

750 30 8
                                    

¿Por qué será que las cosas son tan difíciles, querido diario? Para el 4 de abril; mi padre pues, no se enojó con má pero sí conmigo, Adrián y hasta con Sam quien no tenía nada que ver. ¿Puedes creerlo? Y si supiera la relación de mi hermana con Tibi, él se pondría aún peor... ¡diantres!

Espero que estés entendiendo el resumen de los cinco o mejor dicho, casi seis que no te escribí. Pero bueno... estuve algo desconectada de todo como para escribirte en ese tiempo.

Como te decía, papá está muy enojado y de qué manera, mi melliza se fue un par de días después de mi mudanza mientras que má, pasaba de vez en cuando por acá en las mañanas cuando Adrián está en el trabajo y cuando él llegaba a casa ella se iba... me cuida sobremanera porque no quiere que haga casi nada en casa pues, por mi embarazo.

-Má, déjame lavar la ropa... yo puedo...

-¡No señor! Tú si quieres ayudar cuida de tu bebé mi niña...

-¡Bah! ¡Lavaré los platos...! –Le dije.-

-¡Pero qué terca eres hija!

-Herencia de mi madre... -Le respondí.-

Ambas reímos pero a la vez debíamos ponernos de acuerdo porque la visión de má era que yo estuviese sentada todo el día sin hacer nada pero no quería quedarme sin hacer nada ni mucho menos agotar a má de esa manera y bueno; así son las mamás. Ya para este mes de abril estaba por cumplir los dos meses de embarazo... ya siento el peso de mi bebé y, al verme puedo notar mi pequeña barriga la que sin pensarlo, acaricio con mis manos... Sentí que una vida se desarrollaba en mi ser... ¡diantres! Esto es algo que no puedo explicar sólo sentir algo que, me hacía llorar de emoción... no lo puedo explicar la verdad... No me importa soportar los síntomas o achaques de mi estado y si me preguntas querido diario que si mi hijo es un error; la verdad pues... fue el error más bello de toda mi vida del cual no me arrepiento y si volviese en el tiempo para "corregirlo", la verdad es que no pensaría para ir y cometer ese bello error de nuevo.

Sin saber si es niño o niña ya siento que lo amo y que... sería capaz de morir por darle la vida a mi bello hijo... ¡diantres! ¿Por qué no lo hice antes? ¿Cómo es posible que hallan mujeres que aborten así nada más?

Vieras diario querido que cuando Adrián y yo quedamos solos en la cama...al hacer el amor, me es algo difícil estar debajo de mi novio o mejor dicho mi hombre debido a mi pequeña barriga que ya no es tan pequeña, ¡je, je, je! Por eso, al estar con él debo estar sentada sobre mi hombre y hacerle el amor a él que me "ayuda" colocando sus manos debajo de mi trasero para levantarme hacia arriba y hacia abajo. Hubo ocasiones en las que me colocaba de cuatro patas pero... sentía que mi barriga me jalaba hacia abajo y creí que esto afectaría mi embarazo por lo que sólo lo hacíamos estando yo sobre él algo que Adrián disfrutaba y yo ni para qué...

Te había dicho que nos grabamos con mi cámara digital, ¿recuerdas? Pues bien, así lo hemos estado haciendo; Adrián y yo nos grabamos haciendo el amor... ¡Guau! Es algo que ambos disfrutamos pero sí algo incómodo porque teníamos que turnarnos para sujetar la cámara.

El día 7 de abril, Adrián trajo consigo cuatro cámaras digitales que había comprado. Cuando le pregunté el porqué trajo tantas, me respondió que era incómodo sujetar la cámara al estar en la cama por lo que compró estas para ponerlas en diferentes posiciones de la cama para así grabarnos sin sujetar la cámara.

Esto lo sentí algo sádico pero bueno, nos pusimos a colocar las cámaras. La primera la pusimos en el respaldar o en la baranda donde están las almohadas, lo segunda en la otra baranda a los pies y en los costados de nuestra cama pusimos una silla a cada lado a cierta distancia para tomarnos de perfil. Entonces encendimos las cuatro cámaras para que grabaran al mismo tiempo y...queríamos que fuera especial así pues empezamos a desnudarnos mientras nos besábamos y ya en la cama me coloqué sobre Adrián quien me penetró.

Simplemente nos olvidamos de las cámaras dando rienda a nuestro desenfreno como pareja. Cuando terminamos, quedamos dormidos y agotados. Al despertar vi a mi novio que tomó las cámaras para pasar las grabaciones a su laptop donde las editándolas como un solo video, me acerqué a él sin ropa para ver qué hacía.

-¿Qué haces vida? –Le pregunté.-

-Edito lo grabado por las cámaras en un solo video, mi amor...

-¡Guau! Una peli porno de nosotros dos... ¡Hm! ¡Me encanta la idea! –Le dije en tono picaresco.- ¿Puedo verlo?

-Aún no, es una "sorpresa". Yami, ¿tu madre viene mañana?

-No, mañana no. ¿Por qué?

-Mañana que estás sola puedes verlo terminado, querida...

-Me gustaría verlo contigo...

-Lo veremos juntos cuando vuelva del trabajo... y; veremos que sucede... -Dijo besándome.-

Luego de esto, comimos algo viendo la tele y posteriormente nos fuimos a dormir. Al día siguiente mi novio salió a su trabajo a eso de las 7 a.m. después de que ambos desayunamos. Estando sola, me fui a encender la laptop de él para ver nuestro video así pues lo encontré con el nombre de "Yami y yo". Le di a reproducir y comencé a verlo.

Vi cuando nos desvestíamos besándonos, tocándonos a la vez... vi que Adrián hizo una buena edición, ¡je, je, je! En un momento de la grabación me acosté en la cama y él me penetró posándose sobre mí sin presionar mi pequeña barriga... vi cómo me penetró y el cómo lo rodeaba yo con mis piernas y en esa escena puso en el video: "Me gusta ser rodeado por tus deliciosas piernas". ¡Guau! Me excité tanto que apenas había pasado un minuto de los diez que dura el video y ya estaba desnuda en la silla masturbándome, ¡re-diantres! Luego, levanté mis pies en la mesa de la laptop a ambos lados de ésta separando así mis piernas para "motivarme" mejor acariciando mis pechos con mi agitada respiración... Con tal de decirte querido diario que ya iba el video por el minuto cinco y me había masturbado varias veces... me sentía sucia e insaciable... esto me avergüenza y a la vez me excita enloqueciéndome en gran manera. Disfrutaba de esto algo incómoda por la silla pero de igual manera, lo disfrutaba.

¡Quedé exhausta! Agotada pero satisfecha...mi cansada respiración lo decía todo. Me veía con las piernas separadas con mis pies aún en la mesa de la laptop acariciándome en señal de haber terminado de sentir uno de tantos orgasmos en ese momento con mis ojos cerrados y mordiendo mi labio. Pronto tocaron la puerta de golpe, era mi madre que empezó a llamarme y al reaccionar, caí de espaldas al suelo con la silla. ¡Diantres! Má había dicho que no vendría hoy... le dije desde adentro que ya le abriría porque estaba en el baño y tuve que ir pues necesitaba darme un baño... ¡Tú sabes! Pues acababa de... masturbarme. Luego me vestí para ir y dejar entrar a má quien a último momento quiso venir a ayudarme en casa, vale que apagué la compu antes que ella entrara... ¡Je, je, je! 

Diario De Una Monja.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora