30. Confesión

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Ansel

Supuse que llegaría este día. El día en que tendría que decirle a Derek sobre aquella vez. Confesarle la verdad. Y realmente no sé si podré hacerlo. Debo intentarlo. Si no lo hago, probablemente me mate si lo descubre por si mismo, y lo que menos necesito ahora es pelearme con él después de reconciliar nuestra relación con Sky -la que regresó desde un comienzo-. Si no quiero meter la pata otra vez, debo corregir mis errores, y no mentir precisamente en esta circunstancia. Ella está en un proceso delicado que requiere sumo cuidado. Cualquier paso equívoco podría llevarla a un nuevo obstáculo y lo que más quiero ahora es que sea feliz. Yo no pude hacerlo, pero estoy aquí por eso. Para remediarlo. Y sé que no será fácil. Mucho menos ahora, cuando lo veo de brazos cruzados esperando una respuesta a sus dudas. ¿Cómo empezar de forma cuidadosa? Quizá, incluso dando esa revelación con precaución, me golpee y grite: "¿¡Por qué no me lo dijiste antes!?". Bueno...Tal vez sea peor que eso. Tuve tiempo de conocer su personalidad y es muy protector con Sky, como si fuese su hermano mayor. Lo que menos quiere es que salga herida. Si le digo...Acabaré en la morgue del Hospital Saint Radcliffe, pero no estaré solo. Frederick también, sólo que su tortura será mucho más dura y cruel que la mía. Su pecado sobrepasa los míos en uno solo. Pero, ahora que lo pienso, ¿Por qué Williams tendría una razón para asesinarme? Busqué el momento correcto para revelar esto. ¡Claro que no podía decirle antes! Estaba preocupado por los resultados de la operación de Sky y su posible pérdida de memoria. Era lo único en mi cabeza en ese entonces. ¡Debería agradecerme! Le advierto de un gran peligro. Y no tendría problema alguno si necesita un compañero para cortarle lo que le hace hombre a ese idiota. Se lo merece.

-¿Y bien? ¿Qué es lo que tanto debo oír? Espero que no sea una propuesta de matrimonio. Has estado actuando como una niña hoy. Además, te cortaría la mano primero -expresa.

Que amable; pensé en ese instante. Pero, ¿Cómo empezar? -volvía a repetir esa pregunta-. Williams aprovechaba cualquier oportunidad para insultarme. No obstante, reflexiono y determino que esto no se trata en absoluto de mi, sino en la salud y el bienestar de una persona importante para ambos. Tengo que dejar de ser tan egoísta. Pase lo que pase, termine en en hospital o no -y él también en caso de mi defensa -, Sky es el tema por que el estamos aquí. Es sumamente importante que sepa la gravedad del asunto.

-Evans, debo irme. Dilo o me largo de aquí.

Suspiro.

-Es sobre Sky, ¿no es así? Por eso le pediste que se fuera primero. ¿Qué ocurre?

Es el momento.

-¿Recuerdas las clases de apoyo a las que asistía?

-Perfectamete. ¿Qué hay con eso?

-¿Alguna vez te habló de sus integrantes?

-No -masculla- . Y ya me pones nervioso, Evans. Habla de una vez. No estoy para rodeos.

-Había uno en especial. Se llama Frederick y según lo que oí, padece de esquizofrenia.

-¿Qué hay con él? -apretó los puños.

Espero que uno de ellos no se dirija hacia mi cara.

Trago saliva.

-Cuando la enfermedad de Sky se desarrolló casi por completo, huyó a una fiesta con él. No sé cómo sucedió realmente -retrocedo cuando comienza a avanzar-. ¡Lo juro! Traté de seguirlos, obviamente. Pero...

-¿Pero? ¿A donde diablos quieres llegar?

-Llegué demasiado tarde.

-¡Ya deja de jugar conmigo! ¡Termina la maldita historia de una vez!

Trastornos: Mi extraordinario cielo [SIN EDITAR]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora