Trastornos: Mi extraordinario cielo [SIN EDITAR]

38. La respuesta

○Nota= Canción: Innocent Love. Artista: Astro. (Idioma: Coreano). PD: En caso de que quieran incorporarla al ambiente de la historia en el momento que crean indicado, aquí la adjunto.

Mentiría si dijera que en mi mente no se me ocurrió el jamás volver a verle.

Cuando abrí los ojos aquel día y no distinguí su presencia, una sensación extraña cruzó mi corazón, como si supiera que algo malo había sucedido, o iba a suceder. ¿No es desconcertante? Lo primero que pensé al despertar, fue en él. Relacione entonces nuestra historia, la que me contó una vez. Desde la primera vez que nos conocimos, hasta la última vez que nos vimos. Y si todo era cierto, mis reacciones eran predecibles. No debía cuestionar mis sentimientos. Si estoy enamorada de esta persona, el sentir un vacío no tendría que ser desconocido para mí. El sentir una gran ausencia, considerando lo que sucedió hasta ahora, sería comprensible, pero para mí, es aún confuso. He perdido seis años. Desde mis trece, hasta los dieciocho. Las sensaciones siguen intactas, pero mis recuerdos apenas son reconocibles. Pequeñas imágenes se muestran de vez en cuando, cada vez que un objeto distinguido para mis ojos se muestra o una palabra que aguardaba en mi memoria se repite. Es sólo en ese entonces cuando parte de mi vida perdida reaparece, pero no más que eso. Incluso si todos intentan revivir las escenas que dejé atrás, no logro recoger las piezas que destrocé. Los fragmentos rotos que me componen, son imposibles de unir, como un rompecabezas indescifrable. Debido a esto, me encuentro en constantes e interminables dudas. Dudas que solamente yo puedo responder. El doctor que asistió a mi operación lo dijo. Que si tengo la voluntad necesaria, podré encontrarme a mi misma. He aquí mi molestia. ¡Claro que tengo la voluntad necesaria para ello! Y he aquí algo de lo que me di cuenta también cuando exclamé aquello. No lo noté antes. Pedía explicaciones a personas que no conocen mi perspectiva en absoluto. Ellos están al tanto de las circunstancias en la que me vi envuelta, pero no estuvieron en mi lugar. ¿Qué contestaciones me darían? Me equivoqué. El camino que decidí tomar no fue el correcto. Obligué a la gente que quiero soltar semejantes cosas, lo sé. Compliqué demasiado sus posturas. Imagino cuan tristes se sintieron por eso, y me detesto. No importa si mi dolor es más grande. Actué de mala manera y quiero disculparme. Pero gracias a ello, un gran dicho se hace presente. ¿De los errores se aprende, no es así? Por eso, encontré el camino que buscaba. Llegué a una conclusión. Lo hice mientras observaba sus ojos. En mi mente apareció lo que aquel día parecía ser un sueño demasiado realista. Él dijo que intentara alcanzarle. Dijo que lo encontrara, y que no me rinda. Dijo que luche para dejar el miedo a un lado. Asimilé después de evocar su voz, algo importante: Debería encontrarme a mí misma. No a mi antigua yo. Debería atraer los buenos momentos que existieron en el pasado que enterré. No el desconsuelo. Sólo la felicidad. ¿Cómo? El tiempo lo dictará. Lo único que puedo hacer es esperar a que suceda. Mejor dicho, mientras tanto, hacer que suceda.

-Lo siento -fue lo primero que pude decir.

Te extrañé. Probablemente lo sabe. Probablemente sabe todo lo que pasó por mi cabeza en el momento que me dejó. ¿Tendría entonces una respuesta a mis preguntas?

-¿Por qué?

Sus ojos dejaron de verme para enfocarse en las estrellas que alumbran gran parte del cielo azul. También lo hice. Por un momento, dejé a un lado las pequeñas y significantes palabras que expresé, para contemplar mi alrededor. El césped, así como las pocas plantas que se divisan en el, los grandes y numerosos árboles que ocupan la extensa hectárea despoblada, la luna llena, la cual es más grande que las que antes había mirado, las luciérnagas que acompañan la luminosidad del lugar, el sonido del agua del estanque que se haya a unos metros y los caballos que, ante los alambrados reforzados que suelen poner por seguridad, están apartados.