DON'T! [Di Angelo]

III. "No puedo perderte"

Adivinen quien perdió su teléfono móvil/celular/la maquinita esa en la que estas todo el día (Según mi abuelita) 

¡Esta chica!

Así que, aún no he podido crear el grupo de WhatsApp, perdón :(

Aquí les va un capitulo largo.

Palabras: 5550.

Advertencia: A continuación escenas sexuales explicitas.

Los dos estaban sobre su cama, las sabanas estaban sucias y arrugadas, las mantas y lo demás ya se había caído al suelo, dejando solo el cubre-colchón y dos almohadones. Ella estaba sentada sobre él, con las piernas separadas y sujetas a la cadera de Nico, ocasionando que sus intimidades se rozaran constantemente, mientras él desabrochaba su camisa de lino celeste, y más rápido que la camisa, arrancaba su sujetador dejándola desnuda y rompiendo su ropa interior.

Luka: Oye...-Se quejo con voz rasposa.- Ese... Ese era costoso.

Nico: No me importa.-Gruñó, mientras se encorvaba sobre sus pechos y empezaba a marcarlos con lentitud pero con fuerza.- Te demoraste mucho en estar desnuda.

Habían comenzado en la sala, donde la masturbo por debajo de la falda hasta hacerla correrse, luego llegaron a su habitación, donde la empujo contra la pared y le hizo sexo oral hasta que se vino en su boca, para ese entonces, Luka ya no llevaba falda o bragas, pero seguía con ropa. Luego la empujo a la cama y la había follado con lentitud mientras la miraba directo a los ojos y le sujetaba las manos por sobre la cabeza. Luego fue el turno de ella de divertirse, lo que termino con la cama hecha un desastre.

Nico estaba más ansioso que hace 2 semanas, la última vez que pudieron hacerlo.

Un hijo quitaba realmente mucho tiempo y Luka y Nico no eran muy... Generosos, a la hora de dejar al pequeño Oliver de 1 año y 6 meses al inframundo.

Pero, por Hades, Nico no podía seguir así. Oliver era su hijo y lo amaba pero también amaba follar a su esposa sin tener que preocuparse del ruido y que, en cualquier minuto, Oliver iba a entrar balbuceando y preguntaría que le estaba haciendo a su mamá.

Bueno, Luka tampoco se quejaba.

Ella seguía húmeda y excitada pero un pequeño problemilla la aquejaba, en lo más profundo de su mente. Iba a decirle a Nico cuando llegó a casa, esa tarde, pero se encontró con que Nico estaba en casa antes de tiempo y que su pequeño hijo, Oliver, estaba en el inframundo con sus dos abuelos.

Luka se había propuesto a si misma decirle a Nico lo que pasaba pero...

Había sido débil y antes de darse cuenta Nico la besaba apasionadamente en el sofá, mientras metía las manos por debajo de su falda.

Podía decirle luego. La otra cosa aún podía esperar.

Y ahora por fin estaban ambos completamente desnudos y Luka ya quería empezar otro round. Nico cerró los ojos mientras volvía a unir sus labios con los de su esposa. Luka acepto el beso gustosa, pero se vio interrumpido por un jadeo de la oji-violeta cuando Nico la penetro sin previo aviso. Nico mordió el labio inferior de su mujer con fuerza, Luka se arqueo de placer cuando Nico bajo sus manos a su intimidad y empezó a acariciar su monte Venus mientras la penetraba con lentitud. Ella llevo sus manos al cabello de su marido, tironeándolo con poca fuerza y acariciándolo, los gemidos de Nico eran bajos y Luka los escuchaba satisfactoriamente en su oído. La mujer se acerco más e hizo chocar sus pechos con él, haciendo que las embestidas de Nico se acelerasen notablemente, mientras ella se frotaba contra su cuerpo. Luka abrió lentamente los ojos, mientras movía sus manos hasta más abajo de la espalda de Nico. La imagen frente a ella era una de sus favoritas: Nico murmurando incoherencias, con los ojos cerrados, excitado y sudoroso, sonrojado y dejando salir jadeos cargados de placer. Luka sonrió antes de volver a gemir con fuerza porque Nico había comenzado a estimular sus pechos con las manos y su boca ahora le hacía un chupón en el cuello. Sin que ella pudiese evitarlo, como planeaba hacerlo, las manos de Nico empezaron a deslizarse hacía su abdomen. La mujer de ojos violetas sintió, demasiado tarde, las manos de su marido en su estomago bajo, más exactamente tocando la zona donde estaba su útero.