VII. Los bebés del inframundo. (Parte I)

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En una pequeña camita, un niño de cabello castaño muy claro y ojos violetas que en ese momento permanecían cerrados, dormía profundamente.

Hasta que una pequeña niñita de cabello azabache y mirada oscura llegó.

Ah, sí. Que dulce era su hermanita.

Lo más raro de Jay, su hermanita, era que nunca se habían presentado formalmente.

Nunca ninguno había dicho "Hola soy Oliver/Jay di'Angelo" Simplemente pusieron a su mami muy redonda y después en la habitación de junto pusieron algo que, en un principio, Oliver creyó era una gatito de Spike muy feo y a que a su mami le había dado lástima porque era muy calvo y probablemente moriría pronto.

Y aquí estaban, 4 años después y el gatito feo seguía en su casa y había aprendido a hablar.

Volviendo al presente, Oliver estaba empapado de pies a cabeza y Jay lo miraba seriamente con un balde de agua.

Oliver: ¡Jay!

Jay: SHHHH- El ruidito que hizo su hermana para que se callara fue más fuerte que cuando la reprendió- No grites, papi y mami está durmiendo.

Oliver: ¿Por qué hiciste eso?- Preguntó, en un tono de voz no tan bajo. Pero sus padres dormían tan profundamente que era imposible que lo escuchasen, además, el cuarto de sus padres estaba en el piso de abajo, siendo el tercer piso de uso exclusivo de los hermanos de 6 y 4 años respectivamente.- ¡Estoy todo mojado!

Jay: Ya, ya. Estas siendo un bebé.- Dijo quitándole importancia al hecho de que la cama de su hermano mayor estaba empapada.

Oliver: No soy un bebé. Soy un hombre. Como papá o el tío Jason o el tío Percy... O mejor, no. Yo no le tengo miedo al color rojo. No...Yo no soy un hombre, yo soy un...

Jay: ¿Qué?- Su hermano era muy raro, a veces.

Oliver: ¿Sabes? Todas las mamás dan a luz a un hijo o una hija -Oliver se paró en su empapada cama y miró a Jay desde arriba-O a más de un bebé, pero mamá...Mamá dio a luz una leyenda, dame esos 5 mamá.

Jay: Mami no está aquí.

Oliver: ¿Y? Entiendes el punto. Además, soy una leyenda. Los libros de historia hablaran de mi capacidad de darle esos 5 a mi mami sin estar con ella y que no le temía a nada.

Jay: Tú le tienes miedo al color naranja. Y no es "Tu mami", es nuestra y a veces de papá.

Oliver: No sé, como que no confío en ese color.-Entrecerró los ojos- Tan... Naranja. No es ni rojo ni amarillo. ¿Que esconde? ¿Porque no elige un color y ya? Es estresante.

Jay: ¿Como esas personas que les gustan los niños y las niñas?

Oliver: No, esas personas solo aman todo. Estoy seguro de que son tan cariñosas como mamá y papá. El color naranja... Es sospechoso. Y tú debes desconfiar de ese color también y unirte a mi lucha contra mamá para que no compre más naranjas...Siento que me miran desde el frutero.

Jay: Pero a mi me gustan las naranjas.

Oliver: Somos hermanos, si a mi me desagrada algo, a ti también. Fin del asunto. Mamá y papá dijeron que debíamos apoyarnos.

Jay: Oye...Hablando de mamá y papá...

Oliver: Espera.

Jay: Pero-

Oliver: ¡Ya deja--Y en un movimiento mal hecho, con la intención de taparle la boca para que se quedara en silencio, le pego una mini-bofetada a Jay.

Oh, no.

Su hermanita lo miró un par de segundos para luego hacer un puchero y Oliver pudo ver, preso del terror, los ojos de su hermanita llenarse de lágrimas.

DON'T! [Di Angelo] Donde viven las historias. Descúbrelo ahora