¡LOCO POR TU AMOR, LOCO POR TUS BESOS! ©

CAPITULO XVIII - LOURDES

Aquí el otro capitulo que les prometí.

Disfrútenlo :)

Mia coloca una esquís en su calendario de pared. Justo encima del 25 de septiembre.

Ladeo un poco la cabeza y solo observo.

- ¿Desde cuando haces eso? – pregunto. Ella se voltea y me sonríe

- Desde que Franco y yo empezamos hacer cositas – me responde picaronamente.

- ¡Uhg no! No sigas que ya se lo que viene después – me siento en su cama, ella ríe.

- ¿Qué tiene mujer? Debo cuidar de mi periodo. Que todo sea regular – dice con simpleza y se sienta en la cama junto a mí - ¿y tú señorita "ya tengo mi licencia para conducir carros" que tal? – me pregunta y ahora yo rio. A hecho una perfecta imitación de cómo lo dije ese día, que estaba emocionada.

- Pues ya hice mis averiguaciones sobre cómo cambiarme de curso de idiomas, para terminarlo en Guayaquil. Ya me corté el pelo ayer – sacudo mi cabeza de un lado al otro - ¿Qué tal? – pregunto.

- Me encanta – dice tomando los mechones que caen por mi frente – me encanta este corte. Volvió a estar por debajo de tus pechos y ahora tienes un flequillo. Te queda bien – dice sonriente.

- Si lo corte un poco. Ya lo tenía demasiado largo y un poco maltratado – admito - ¿y tú? –

- Pues feliz. Ya esta semana, es mi última trabajando. A partir de la próxima empezaremos hacer todo para cambiarnos de ciudad – suspira – ¡se viene la universidad! – exclama alzando las manos, solo como ella lo sabe hacer – y lo mejor es que todos juntos – asiento en respuesta. Estoy de acuerdo con ella.

Un mes se ha ido volando otra vez. Saque mi licencia de conducir para carros, me tomo casi una semana. Obtuve en el banco una tarjeta donde podre sacar el dinero que necesité. Hice todos los trámites para cambiarme sin problema del curso de idiomas. Me di un pequeño nuevo look. El doctor que me estuvo atendiendo desde hace un mes para controlar mi salud, asegura que ya estoy mejor que antes.

Unos días después de la partida de Liam, hace casi un mes. Medio recaí y estuve tres días con medicamentos y sueros. Tenía que recuperar mis defensas, las tenía súper bajas.

Había hablado con él un par de veces por Skype. Las mismas en las que también hable con los demás. Salude a las niñas y a Enrique.

- ¿Estuviste el martes donde los chicos ensayan? – me pregunta Mia al mismo tiempo que se levanta de la cama para sentarse en su coqueta. Enciende el secador y empieza con su pelo.

- Si estuve – respondo – tenían ensayo y por la noche le tocaba guardia a Daniel – digo y Mia se voltea enseguida

- ¿Pasaste la noche con él? – pregunta picarona. ¡Ay no! Ya sé por dónde viene. A Mia no hay como darle cuerda. Ruedo los ojos y asiento.

- Siii Mia, me quede allí. Lo acompañe – respondo. Se voltea y continua con lo suyo

- ¿Nada más? – pregunta mirándome desde su espejo

- Ay Mia, no sé ni para que preguntas, si ya sabes la respuesta – digo y ella ríe.

- Está bien mujer, calma. Bájale un poco al rojo de tus cachetes – dice riendo. Sonrío y niego. Me acuesto en su cama boca arriba, para que ya no me vea.