- ¡Tú decidiste ocultarme cosas! - no puedo evitar alzar mi voz, tengo tanto coraje ahora mismo
...
- ¡No te dije la verdad, porque era demasiado difícil para mi, porque no quería de ningún modo destruir eso que tú construiste! - declara rogando
- ¡...
Toco el timbre una vez más. Creo que no hay nadie en casa. Estoy a punto de darme la vuelta para irme, pero alguien abre la puerta. La señora Irina me saluda sonriente.
- Disculpa Emma, estaba lavando. No oí el timbre – dice y asiento
- No pasa nada. Solo creí que no había nadie en casa – le comento y ella niega
- Mia y yo estamos. Ella está en su habitación, se ha sentido un poco mal estos días. ¿vienes a verla? – pregunta y asiento.
Abre más la puerta y se hace a un lado para dejarme pasar. Ella besa mi mejilla para saludarme una vez más. Le sonrío en respuesta. Me dice que la disculpe nuevamente que seguirá lavando, que estoy en mi casa. Se marcha y me quedo ahí parada. Frente a las escaleras. Si las subo, llegare donde Mia.
Ayer me escribió Franco a decirme que Mia no había ido a trabajar en toda la semana. Ya estamos jueves y ella ha dicho que está enferma, pero él no le cree. Me ha pedido que venga a verla, para que descubra que pasa. Es obvio que ninguno de ellos sabe lo que sucedió entre ella y yo.
Honestamente no estoy aquí por Franco. Estoy aquí por mí. He pensado en lo que sucedió lo suficiente. Nunca habíamos estado peleadas tanto tiempo. La última vez fue por lo del beso. Ya hace un año.
No solo es mi mejor amiga, es una hermana para mí. Y aunque me duela lo que sucedió. Debo admitir que la extraño muchísimo.
Subo lentamente la escalera.
Llego a la puerta y toco. Nadie habla, escucho la ducha y asumo que está allí. Abro la puerta y entro. No hay nadie en la habitación. Me siento en su cama y tomo el libro que hay en ella. Lo abro y sonrío.
Es un álbum de foto de nosotras. Hay muchas fotos donde hacemos muecas, otras de los lugares donde hemos ido juntas. Tomo una foto que esta fuera del álbum, pero entre sus páginas.
Sonrío mas. Somos Mia y yo. El primer día que nos conocimos. Estamos abrazadas por los hombros. Sonrientes como nunca antes.
Recuerdo que la mamá de Mia nos tomó esa foto.
Volteo la foto y leo lo que tiene escrito atrás. Es la letra de Mia.
"Mi nueva mejor amiga, Emm"
Frunzo el ceño al leerlo, ¿Quién fue su primera mejor amiga?
Y como si lo hubiera dicho en voz alta, Mia responde
- Mi primera mejor amiga fue la señorita Arenita – alzo la vista hasta ella. Esta parada en la esquina de la puerta cubierta por una bata de baño, tiene el cabello mojado y su rostro indica que ha estado llorando – Hola Emm – musita
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