Gracias por esperar, como siempre...
Disfruten :)
Daniel se levanta, dice que ira por otra porción de pastel. Me pregunta si también quiero y niego con la cabeza.
Nos quedamos solo las dos.
- ¿Cómo conoció a mi madre? – pregunto y ella me sonríe.
- Fuimos compañeras hace muchos años. Ambas estudiamos ballet – dice y me quedo fría. ¡Fueron compañeras!
- ¿Ah... fu...fueron amigas? – tartamudeo al preguntar
- Si Emma, fuimos amigas. Hasta que ella se retiró del ballet – me cuenta y asiento – Nos llevábamos muy bien. Ambas fuimos becadas para viajar al exterior y cumplir nuestro sueño, pero no se pudo. Supongo que conoces la razón. Ella se embarazo y yo además de que se me complicaba por mi tamaño, tuve otro motivo – me cuenta más sin vacilar.
- ¿Se han vuelto a ver, se han reunido? – pregunto enseguida, ella niega.
- Rompimos contacto desde aquella vez. Ella viajo, yo me quede. Pasaron los años y cuando regresaron al Ecuador, nos encontramos años después, pero no más. Ambas teníamos hijos y matrimonios casi perfectos.
- Disculpe mi curiosidad. Es que mi madre nunca me hablo de usted. ¿Cómo es que viven en la misma ciudad, fueron amigas y compañeras, no se han reunido o algo? – ella me sonríe después de que acabo mi pregunta. Se encoge los hombros y suspira.
- Yo me hago la misma pregunta a veces... no sabes cuánto me alegro de conocerte. Jamás pensé que pasaría, que estuvieras aquí justo a mi lado. Eres muy bonita, tienes rasgos de tu padre y de tu madre. Supongo que eres la hija perfecta como tu madre lo era – dice
- Gracias Lourdes... pues intente ser la hija perfecta que ella tanto quería, pero aparte de mis estudios, no llegue a más. ¿Usted también conoce a mi padre? – ella asiente sonriente.
- A tu padre lo conocí el día que topamos con tu madre en un restaurante, un par de años después de que ellos se radicaran aquí. Ella me lo presento y desde entonces lo he visto algunas veces. Él trabaja para el estado de Brasil, aquí en Ecuador, ¿Cierto? – asiento enseguida.
- Así es, desde que lo enviaron acá, ya son 9 años – afirmo y ella sonríe.
Daniel llega con su porción en mano.
- Oye no te comerás todo. Hay que enviarle un pedazo a Emma – Lourdes golpea levemente en la pierna a Daniel y él ríe.
- Mamá debiste hacer dos entonces – dice y ella niega. Lo señala.
- ¡Daniel Felipe Gonzalez Mora, pobre de ti que ya no haya pastel! – exclama y yo inevitablemente me rio y al mismo tiempo me tapo la boca para callarme. Me acabo de enterar el segundo nombre de Daniel, me ha hecho gracia que su madre lo reprenda delante de mí, pero también me pareció adorable. Hubieran visto la cara Daniel.
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¡LOCO POR TU AMOR, LOCO POR TUS BESOS! ©
Romance- ¡Tú decidiste ocultarme cosas! - no puedo evitar alzar mi voz, tengo tanto coraje ahora mismo ... - ¡No te dije la verdad, porque era demasiado difícil para mi, porque no quería de ningún modo destruir eso que tú construiste! - declara rogando - ¡...