CAPITULO XXX - MEJOR AMIGO

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 HOLI  :)



Intento cerrar la puerta, pero él la empuja de nuevo. Retrocedo un poco para no golpearme con ella.

- Emmita no seas mal educada – dice autoritario.

- No me llames así – le advierto. Le hecho mala cara.

- Estoy aquí por mi hermano, no por ti – asegura y me encojo de hombros.

- Él no se encuentra, no hay nadie aquí – digo y al mismo tiempo me arrepiento.

- ¡Estas solita! – exclama alegremente.

- ¡Que te importa, vete! – pido

- No quiero – da dos pasos hacia adelante, cruza por mi lado topando groseramente su hombro con el mío – lo esperare aquí adentro. Deben estar por llegar todos – dice caminando en dirección a la sala.

Cierro la puerta y camino detrás de él. Llego a la sala y lo veo sentado cómodamente con las piernas alzadas sobre la mesa del centro. Su maleta esta en otro mueble, mal colocada, como si tan solo la hubiese tirado. Coloca sus manos sobre su cabeza y me sonríe.

- No estás en tu casa y yo no te invite a entrar. Él mal educado aquí... eres tú – demando.

- Ya te lo dije, estoy aquí por mi hermano. Él sabía que yo vendría – responde y no puedo evitar sorprenderme por lo que ha dicho. ¿Daniel sabia esto y no me lo dijo? – por tu cara veo que no lo sabias – sonríe de nuevo - ¿están peleados? – pregunta y ríe a la vez.

- Que te importa – respondo y ríe otra vez, pero más fuerte.

- Claro que me importa, es mi hermano. Si lo lastimas, también te metes conmigo – asegura. Ahora inevitablemente rio yo, esto es ridículo.

- ¿Si lo lastimo? – pregunto con ironía – tú definitivamente no sabes nada – digo caminando hasta sentarme en uno de los muebles. Doggy llega hasta mí y me acuesta en mis pies, tratando de protegerme.

- Las mujeres también son peligrosas... engañan, mienten, algunas son perras – dice sonriendo de nuevo. Ruedo los ojos y me acuesto en el respaldar del mueble.

- Peligrosas si, de eso no lo dudes – digo.

- ¿Eres tan mala anfitriona, que ningún vaso con agua me traerás? – pregunta alzando sus cejas, fingiendo sorpresa.

- Levántate y ve por uno – respondo y él niega varias veces.

- Te debo caer bastante mal para que seas tan respondona y mal educada... soy tu cuñado... todavía – dice riendo – soy mayor que tú, deberías tener un poquito de respeto – pide.

- Intentaste hacerme daño, ahora no me pidas respeto. El respeto se lo gana y no se exige – demando seriamente.

Quita sus manos de su cabeza y las cruza sobre su pecho. Me mira seriamente, algo está pensando. yo también lo miro. Ahora es una batalla de quien contiene la mirada más que el otro.

Carraspea, quita sus brazos de su pecho y los coloca encima de sus rodillas sin dejar de mirarme.

- Eres rencorosa y egoísta – dice amargamente. Eran duras sus palabras, eso dolió – si sigues así te quedaras sola – asegura, como ve que no respondo, él sonríe. Se echa para atrás, toma su celular y luego me ignora.

¡LOCO POR TU AMOR, LOCO POR TUS BESOS! ©Donde viven las historias. Descúbrelo ahora