Capítulo 27

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Dos semanas después

Me ha costado mucho tratar de mantener a Harry con la idea de que Tom es un buen chico.

Por fin era el idea en el que se cumpliría la bendita cita, si esto resultaba Harry estaría feliz, de otro modo, correría sangre mañana.

-¿Estás seguro que tienes todo?-Harry interrogaba a Tom en su habitación, ellos estaban teniendo una de estas charlas tipo el chico que sale con tu hermana y tu.

Estaba escuchando todo lo que hablaban, me encontraba apoyada en la puerta de la habitación.

-Harry, te lo aseguro, Gemma me importa mucho y planee esto casi una semana entera.- escuche a Tom hablar muy seguro.

-Espero que sepas valorar a mi hermana tanto como yo valoro a Taylor, aunque es imposible, mi amor por ella es indescriptible.- Harry hablo y sentí mi corazón encogerse.

-Lo dices solo porque sabes que ella nos está escuchando.-Tom dijo, y maldecí para mis interiores.

Trate de irme de allí lentamente, pero Harry abrió la puerta y me sonrió con los brazos extendidos para darme un abrazo.

-¿Qué haces aquí cariño?- Harry pregunto luego de finalizar el abrazo.

-Solo pasaba por aquí y me detuve por su conversación, eso es todo.- sonreí para no pasar como una chismosa.

-Harry estaba dándome consejos, tranquila, aun no me matara.- Tom dijo para en cierta forma "tranquilizarme", se podría decir que yo era la que estaba más nerviosa con este asunto.

-Eso espero, lo tengo domado para que se comporte por las siguientes 48 horas.- le dije guiñando un ojo hacia Harry.

Harry rio y salió de la habitación, sin antes pasar por mi lado y susurrarme "no dijiste lo mismo anoche", y se fue, maldito bastardo.

Realmente le tenía que quitar esas esposas que Harry había comprado por eBay, le estaban haciendo mal, las quería usar casi todas las noches, y digamos que no es fácil quitar las marcas, pero bueno, no entrare en detalles.

-No quiero saber a lo que se refiere, ahora por favor Tay, deja terminar de arreglarme, debo ir por Gemma en un hora.- hablo Tom, casi echándome de su habitación.

-Tranquilo galán, ya me iba.- dije riendo y cerré la puerta de su habitación.

Debo admitir que me gustaba estar en esta casa, más bien, me gustaba estar en este país, si bien extrañaba mucho a mi familia, no pudiera haber conocido a Harry sin haber pisado este lugar.

Camine en dirección a mi habitación, y saque la caja que estaba debajo de mi cama.

Esta contenía todos mis discos de los chicos, las revistas, todas las cosas que eran en cierta forma preciadas para mí, incluso los posters estaban doblados cuidadosamente al fondo de esta.

Me sorprendí al ver unas fotos de Harry en perfecto estado, estaban plastificadas, para que nada las pudiera dañar, las tome en mis manos y las observe, se veía tan feliz, nunca me imaginé que podría ver esa sonrisa en persona, y ahora despierto todos los días con esa sonrisa a mi lado.

Me sentía malditamente afortunada.

Me estaba volviendo la nostalgia al cuerpo, quería llorar, pero por alguna razón no podía, Harry siempre había sido mi amor platónico, digo, mis días enteros eran ver videos de él.

Busque mi celular y abrí rápidamente la aplicación de Spotify, para luego buscar mi lista de reproducción de momentos deprimentes.

18 sonó a través de mis audífonos, y no pude sentirme mas identificada.

¿Sólo una fan?-h.sDonde viven las historias. Descúbrelo ahora