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Voy en el auto hacia mi casa veo uno de mis hombres asiéndonos señas así que paramos, cuando veo su cara parece que lo hayan golpeado.

-Señorita no vayan.

-Como chingaos no quieres que vaya si esta mi padre, que ha sucedido.

-El pendejo de Pedro, no sé cómo entro a la casa y tiene a todos sus hombres adentro.

-Y mi padre.

-Están echando plomo el con sus hombres, trate de llamarle pero el teléfono no tiene señal.

-Bien avísale a los de más.

-Si señorita.

Entro en la entrada de mi mansión bajo y tomo mi arma, varias municiones así que me arranco con mis hombres comenzamos en deshacernos a los de afuera, cuando me cubren entro a la casa, veo en la sala de estar a mi padre hincado con las manos arriba veo a Pedro apuntándolo con un arma, grito y cuando me ve le dispara en la cabeza. Comienzo a gritar.

Me despierto sudando, al parecer solo era una pesadilla, veo a Ritchie dormido, me paro me pongo mis bragas y mi bata, bajo hacia afuera donde está el parque y me siento en una silla a fumar, tomo mi teléfono y llamo a papá.

-Hija, que bueno saber de ti, como esta princesa.

-Bien.

-Creo que no se oye, como yo quisiera que se oyera.

-Lo siento papá solo que tuve una pesadilla.

-Que sucede.

-Nada, no te preocupes, mejor dime que tal Italia.

-Debes venir, es tan distinto a aquella Italia de mi época.-se ríe.

-Debo ir a mi tierra eh.

-Sí, pronto será el aniversario de muertos de tus abuelos, así que necesitamos hacer una misa.

-Bien no te preocupes, así será.-sonrió.-Debo colgar, que necesitas descansar.

-Tu deberías de hacer lo mismo, pensé que con lo que le habías hecho a tu madre, ibas a quitarte todas esas horribles pesadillas.

-Solo no te preocupes, de hecho veré a Bernardo mañana.

-Si te hará falta, buenas noches bebe.

-Buenas noches papi.-cuelgo.

Apago el cigarro y voy y tomo un vaso de agua, escucho mi teléfono, y es un mensaje de Gabriel. "Hey chica, Pedro ha estado preguntando por ti, no salgas de la casa".

Me siento en la silla y mientras tomo un vaso de agua, oigo voces entre ellas la de Gabriel y otra no alcanzo a saber quién es, pero si es un acento que conozco bien.

-Bien sé que tu amiga es la Gloria, dime donde está.

-No la he visto, ya te lo he dicho, deja de joderme, mejor vete he tenido un mal día.

-También yo, enterré a mi madre, y esa hija de puta me las pagara.

-Lo siento, pero ya vete debes guardar tu luto y yo tengo que descansar.

-Bien, bien, si tienes alguna información me la darás cierto.-Si ahora, sube a tu auto con tus maleantes y vete.

-Bien.-se va.

Oigo que se va, así que salgo de la cocina.

-Qué diablos quería.

-Buscarte.

-Y porque te ha venido a seguir.

-No lo sé, me tiene arto el hijo de puta.

-Bien calma, pronto me iré.

-No es eso, cálmate solo que tú sabes, que soy amigo de todos entonces es un poco confuso no quiero abrir la boca y yo sé que no me ara nada porque soy su compadre entiendes.

-Bien... de hecho esta mañana me iré a Italia a ver a mi padre.

-Bien.-se da la media vuelta y se va.

Subo a la habitación, y Ritchie se ha despertado, así que me mira con su linda sonrisa.

-Que hacías.

-Nada, sabes que no confió estar aquí, así que vámonos.

-Que sucede.

-Pedro ha venido a dejar a Gabriel.

-Crees que sea traicionero.

-No lo sé.

-Creo que es mejor que nos vayamos.

-Es lo que creo también.

Ambos nos damos una ducha, nos cambiamos y arreglamos las cosas que traíamos, nos despedimos de Gabriel diciéndole una pequeña mentira salimos en el jet rumbo a Italia.

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La Jefa de JefasDonde viven las historias. Descúbrelo ahora