La Jefa de Jefas

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Ha pasado una semana desde que Salí de Estados unidos, llegue a Francia a un pequeño pueblo llamado Ars-En-Re. Llego a una pequeña casa, y toco. Está haciendo mucho frio en Francia. Cuando abre la puerta, la cara de Blanca es sorpresa, sus lágrimas comienzan a caer, y me abraza muy fuerte. Después de un rato ella me ve y me toca la cara, aun no la cree que este con ella.

-Mami.

Sale Inés, me mira y me mira bien.

-Tiaaaaa.-me abraza y yo la cargo.

-Dios mío, cuán grande estas.

-Si.-se ríe.

Paso a su casa es una casa pequeña y con un gran patio.

-Que te ha traído aquí.

-Ustedes, les prometí, que cuando todo terminara iba a venir.

-Enserio, ya te has salido.

-Si.

-Con razón.

-¿Por qué lo dices?

-Vimos un periódico en el pueblo, sobre que estabas muerta.

-Me han matado varias veces, pero ya con esta si.-me rio.

-Y Ritchie.

-Está arreglando, unas pequeñas cosas en otro lado.

-Cuando te iras.

-En la noche, pero quiero pasar este rato con ustedes.

Me sonríe.

-No sabes cuánto te extrañamos, ella me preguntaba a diario.

-Lo siento, por desaparecerme, les prometo que una vez cada dos meses me verán aquí.

-Eso espero, apenas prepare la comida ven come con nosotras.

Nos sentamos a comer, ella tiene un gallinero y tiene algunas personas trabajando para ella, entre esas personas hacen el mejor queso de vaca del pueblo, al igual las cenizas de mi buen amigo descansan en una choza que realizo ella, estoy muy contenta de todo eso y de todo lo que está realizando. Ya se pasan de las 8 realmente el día se me ha hecho corto. Así que me acompañan al aeropuerto que está lejos de la ciudad para tomar mi jet.

-Espero que vuelvas a regresar.

-Lo are, siempre voy a estar al pendiente tuyo y el de mi nena.

-Gracias por todo.-me abraza y veo sus ojos rojos.

-Las quiero demasiado, nos veremos pronto.

-Hasta pronto.

Me despido de ellas con un fuerte abraso y muchos besos, me subo al jet y desde lejos les digo a dios. Sé que esto no será un adiós para siempre.

Después de 4 horas llego a Irlanda tardamos en auto otras 2 horas hasta llegar a un pequeño pueblo llamado Ballyvaughan, Ritchie ha decidido que viviremos en este lugar. Donde vivimos está un poco alejado de las casas es un buen terreno en ese buen terreno hay una casa pequeña y un árbol y tendederos en el patio a lo lejos veo correr las ovejas con unos pastores, me encanta este lugar porque todo es color verde aunque el cielo siempre se ve triste. Cuando llego en el auto le pago al señor que me dejo ahí. Cuando toco la puerta, Ritchie está lleno de pintura azul en su cara, le sonrió y me lanzo a él, lo tomo del cuello y lo lleno de besos.

-Me alegra demasiado que hayas llegado, y más que me recibas así.

-te extrañe.

-Bueno aquí estoy.

-Para de pintar solo llévame a la cama.