La Jefa de Jefas

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Es una mañana muy hermosa en Italia, el aire fresco y el día asoleado, es un buen día para salir a caminar por los callejones de Italia, así que no vamos hacer eso el día de hoy, mi padre a reunido la poca familia Miller para hacerle una misa a mis abuelos Miller ya que es aniversario de muertos en la catedral de Siena, una catedral muy hermosa, es muy gótica y muy hermosa, esta catedral tiene buenos recuerdos, donde mi abuelo Miller siempre me traía a rezar y a pedirle a dios por el mundo entero y por mí.

Me siento desde lejos de la familia, siento que la mayoría de la familia de papá han sido una familia perfecta, mis primos están graduados con honores, casado y con hijos y viven bien, sin matar a ningún cristiano, y yo soy la pequeña oveja negra de esa familia, aunque yo sé que todos me estiman porque mi vida de verdad ha sido una total y pura mierda, así que no me siento mal. Mi papá esta junto con su único hermano vivo.

Termina la misa y salimos afuera todos saludándose mis 6 primos que son hijos de mi tío. Los otros primos de la familia de mis otros tíos no han venido ya que unos viven en Rusia y otros en argentina. Tienen una vida buena. Todos se saludan y me saludan como si nada, no me miran mal por ser una maldita narcotraficante, al contrario recibo abrazos besos en la mejilla y contamos un poco de nuestra infancia. Vamos a casa de tío Humberto y es una casa hermosa, hay un comedor grande donde todos nos sentamos y mi tío Humberto sirve de comer, carne asada, con su buen sazón, todos nos reímos y gritamos, estoy tan cómoda con mi familia, con mi sangre, sin preocuparme por lo de mas solo preocuparme para que no me echen carilla de cualquier cosa que comenten, veo a Ritchie tan relajado con mi familia, riéndose de los chistes malos de mi primo Francesco, que es muy malo para contar chistes, y mis primas y yo hablando un poco de maquillaje y de la nueva moda en Nueva York, ellas quedan fascinada con una pulsera que llevo de Channel, así que me da un poco de pena que me miren así.

Ya es de noche aún estamos en la casa de mi tío, así que me alejo de todos donde esta Ritchie viendo un álbum de fotos míos, en la sala así que me siento en sus piernas y me enseña lo que ve, una foto mía cuando tenía 5 años, donde vestía un vestido de seda color rosa pastel, mi cabello pequeño pero con unos risos y un moño aun lado de mi fleco, toco la fotografía, y en mi memoria se vienen muchas cosas al cual me gustaría regresar a esa época, excepto por la maldita violación, cuando toco eso me rompe el corazón por completo.

-Que sucede.

-Solo son recuerdos.-le sonrió.-Ojala que regresara el tiempo, y no irme jamás con mamá, me hubiera quedado con el, y nunca hubiera ocurrido lo que me ha ocurrido.

-Gloria, me duele que recuerdes esa época, odio verte con lágrimas en los ojos, se que dios te hizo fuerte y se que cuando tengas a tus bebes los vas amar mucho mas de lo que te amamos todos nosotros.

-Si algún día, llego a tener bebes contigo, espero ser la madre que tu quieras ser.

-No... yo quiero que seas la madre que tu quieres ser, yo se que no eres perfecta, y se que serás una gran mamá.-me sonríe.

-Te amo Ricardo.

-Te amo mas Gloria.-me besa.

Ya es tarde todos nos despedimos y la casa queda sola, le ayudo a tío Humberto a recoger la basura y a lavar los trastes.

-Qué bueno que te animaras a venir, hermosa.-me sonríe.

-Tenía ganas de volver, hace años no me sentía tan bien.

-Sabes que aquí tienes tu casa, cuando quieras venir, aquí siempre te recibiré, porque te has alejado de nosotros.

-Es que tengo miedo.

-De que.

-De que no me recibieran, como hoy me recibieron, por ser la maldita asesina de personas.

-Hija, por favor no digas eso, somos familia, nunca te dejaremos, tu papá hizo peores cosas y aun así siempre lo recibimos así, con gusto porque somos familia, que no se te olvide eso.-me guiña un ojo.

-Gracias tío.-le sonrió.-Me dio mucho gusto ver a todos sus hijos, me recordó a los viejos tiempos.

-Sabes que siempre será asi.-me sonríe.-Hasta cuando te quedaras.

-Un día mas, después regresare, tengo algunos pendientes.

-Algún día piensas retirarte.

-Si.

-Y cuando será.

-Pronto, te lo prometo.

-me parece bien, siento que eres una excelente chica y se que puedes ser una persona normal.

-Así será tío.-le sonrió.

-Has pensado tener hijos o casarte.

-Hijos no se si seré buena madre.-sigo limpiando.-Y casarme no se si Ritchie quiera hacerlo.

-¿Por qué lo dices?

-Porque no se si el quiera perder su tiempo conmigo.

-Te sientes poca cosa.

-Algo asi.

-Hija deja de hacer esas cosas y ven acércate a mi.

Me acerco a el y me siento enfrente de el y lo miro atenta.

-Que sucede.

-No porque tu vida a sido amarga los demás lo miren como tu lo miras.

-Lo se pero entiéndeme, toda mi vida ha sido un poco dura, siempre ha sido un poco cruel, apenas decirle te amo a Ritchie siento que es demasiado, pero me siento mal porque, se que le puedo dar más, quiero darle hijos pero no se si pueda dárselos.

-Porque lo dices.

-Por la maldita violación, tuve algunos problemas.

-Porque no vas al médico.

-Pienso ir el día mañana..

-Pero prométeme que vas a salirte de la mafia.

-Te lo prometo.-le sonrió.

Terminamos de limpiar el desorden y nos dormimos, en toda la noche no pude dormir pensando en lo que me decía mi tío sobre todo lo que me ha pasado y sobre mi futuro, quiero de verdad salirme, mi padre jamás quiso que me metiera en la mafia pero yo fui tan rebelde, y se que todo lo que ha pasado es gracias a mis impulsos sobre lo que quiero. Y lo que quiero es retirarme y ser más feliz de lo que estoy empezando ahora, quiero vivir lejos de todo y de todos de verdad es lo que más necesito.

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