La Jefa de Jefas

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A la mañana siguiente me levanto y sigo con la misma ropa me pongo un pantalón deportivo y me hago una cola me desmaquillo y bajo hacia la sala de estar, hoy no tengo ganas de trabajar, veo mi teléfono y tengo 5 llamadas de Ritchie, no quiero verle la cara porque sabe muy bien que le diré todo lo que siento si el insiste. Así que me siento a ver la televisión veo las noticias y hablan del asesinato que cometí ayer donde los encontraron, y como siempre la idiota de la Laura hablando sobre lo que sucedió y claro siempre soy la culpable de todo, si sé que soy mala pero no todos los asesinatos son míos.

-Que haces.

-Nada solo viendo la tele.-le doy un beso.

-Ayer a qué hora llegaste.

-A no se ni sé que día es hoy.

-Debes estar enamorada.-ríe.-No iras a trabajar.

-No tengo ganas.

-Ritchie ayer me llamo.

-Y que te dijo.

-Que te encontró en su oficina alterada.-me mira.-Gloria necesito que estés tranquila.

-Lo se papá, no soy una niña.

-Quiero que vayas al médico.

-Estoy bien, no necesito ningún pinche médico.

-Eres bien pinche necia Gloria.

-Papá soy una Miller.

-Lo sé, por eso tenme paciencia.-me rio.

Suena mi teléfono y veo las iniciales de WS, tan pronto me ha extrañado.

-Halo.

-Gloria, haz quedado en llamarme.

-Lo sé, lo siento he tenido mucho... pero mucho trabajo.

-Cuando nos veremos de nuevo.

-Qué te parece hoy por la noche.

-Qué hora.

-8:30 en el mismo lugar, sin nadie que te siga.

-No te preocupes, muero por verte.

-A quien iras a ver.

-A alguien papá.

-Toma.

-Qué es eso.

-Es un cardiólogo, quiero que vayas a ver qué sucede con tu corazón.

-Papá.

-Gloria, hazlo por mí.

-Está bien, me bañare e iré.

-Este bien pequeña.-me da un beso en la mejilla.

Pasaron 5 días para poder ir al médico. Después de darme una ducha me dio un mareo así que tuve que tomarme el medicamento. Después me dirigí con el doctor Estefan Valdivia, es un cardiólogo que mi padre le tiene demasiada confianza, entro a su consultorio y me saluda es un tipo ya mayor tiene como 65 años es un gran amigo de la infancia de mi padre.

-Vaya haz crecido demasiado.

-Creo que tome demasiada leche.-me rio.

-Y tu padre que tal.

-Él está bien, es un guerrero.

-Si lo sé.

-Y bueno mi padre me ha mandado con usted.

-Ya te habías tratado antes.

-Sí, solo que siento que el medicamento no me sirve.

-Bueno, ahora escuchare tu corazón.