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A la mañana siguiente me despierto, me doy una ducha en la tina y comienzo a pensar en todo lo que ha sucedido, lo que Lalo nos ha dicho a mí y a Ritchie, eso me pone feliz aunque debo pensar en el objetivo de hoy, tratar de arruinar el funeral del idiota ese. Salgo de la ducha y solo estoy en bata y una toalla en mi cabello toca la puerta.

-Adelante... Maricela donde esta...-me tapa la boca veo en el espejo y es Scott.-Puedes soltarme, maldita sea.

-Estas molesta.

-Claro, no me gustan estas malditas bromas.-le contesto molesta.

-Ayer no fuiste a mi habitación.

-Porque llegue cansada.

-¿De?

-De todo.

-Ayer estuviste en shock después de lo del hospital ¿cómo estás?

-Para hacerte sincera no muy bien.

-¿Por qué?

-La idiota de la jefa de policías, me quito uno de mis hombres, así que va hacer lo posible por sacarle la sopa de donde estoy.

-Vaya, todo lo puedes no.

-No todo, a esa hija de perra un día le va a llegar su día.

-Ya deja un lado esa, lo que necesitas es que te relajes.

Destapa un poco mi cuello dela bata y besa mi cuello, y muerde mi oído, cierro mis ojos y abro un poco más mi bata hasta que llegue arriba de mis pechos, el me voltea y me ve. Besa mis labios despacio y hace que tiene la bata y quedo totalmente desnuda, me quita la toalla de mi cabello y me ve de arriba abajo.

-Sabes una cosa.-se muerde el labio.-Eres totalmente hermosa.

Me besa y pongo mis manos en su cuello me carga y enrollo mis piernas en su cintura se acerca a la puerta y pone el seguro. Tira mis perfumes de mi tocador y me sienta hace pequeños mordiscos en mi cuello y baja hacia mis pechos mordiendo cada uno de mis pezones gimo cada vez que hace eso. Abre mis piernas.

-Donde te gustaría que lo hiciéramos.

-Donde... tú quieras.

-Aún está llena tu bañera.

-si... si.-contesto.

-Vamos.

Me carga y me lleva al baño me acuesto en la bañera y él se monta arriba de mi quedando dentro de mí. Mis ojos se cierran cada vez que entra y sale lo hace demasiado fuerte el me pellizca mis nalgas para que entre poco a poco dentro de mí, hasta que llegamos al final sale de mí y me dejo caer en la bañera él me sonríe, vaya ha sido el mejor sexo que he tenido.

Se acerca a mí y me susurra en el oído.

-Recuerda una cosa, eres mía Gloria Miller.

Se para mientras me quedo sin palabras en la bañera. Salgo de ella y estoy a punto de contestarle y el ya no está conmigo se ha ido. Me doy otra ducha y me visto pronto. Cuando salgo todos mis hombres están afuera esperándome.

-Donde demonios esta Scott.

-Tenía emergencia.

-Pero que cabron no me avisa.

-Lo siento, quería decirle pero él ya se había ido.

-Está bien vayámonos.

Subimos a la camioneta y le llamo a Ritchie.

La Jefa de JefasDonde viven las historias. Descúbrelo ahora