La Jefa de Jefas

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5 años y debía ir al preescolar porque mi madre así lo quería, claro mientras ella se iba a zorrear con otros. Yo conocía a Laura Hernández, era la típica niña que sus padres le tenían todo, y claro la más envidiosa, siempre quería las mismas cosas que yo y sus padres la complacían, yo soy una hija de mafiosos y gracias a ellos siempre me supe defender. Un día ella en la secundaria quería quitarme a uno de los chicos que me encanta de 3ero pero esa maldita llego a entrometerse a contar algo terrible de mí, el chiste es que era demasiados chismes que gracias a ella me quede sin amigos y sin amigas, hasta que un día ella se peleó conmigo y no me deje y le raje una parte de su cara hasta la fecha tiene esa cicatriz en la mejilla, aunque después de todo me expulsaron, mi padre no se enojó, pero mi madre casi me mataba por lo que había hecho, pero era mi época de rebeldía y también problemas de mi violación, me hizo una niña mas rebelde.

Después de todo siempre ha tratado de atraparme porque sabe que se ganara una medalla y dinero por mi maldita cabeza, ahora ya no es Laura Hernández, Ahora es Laura Scott, sus padres han muerto por un atentado, claro eso yo lo hice, así que ahora que me la vuelva a encontrar le diré "Que bien ha sido Follar con tu marido", muero de ganas de ver su cara, pero en fin.

Me cambio y me maquillo tengo trabajo por hacer así que salgo y mi padre me espera y me mira.

-A donde iras.

-Tengo negocios papá.-le doy un beso.-Tengo que trabajar.

-Y nuestro tiempo.

-Hare esto y vendré pronto, te lo prometo.-le sonrió.

-Está bien, vete y que dios te bendiga.

-Gracias papá.

Cuando salgo veo a mi galán abriéndome la puerta del auto, le sonrió y el hace lo mismo, se ve tan guapo con ese traje demasiado pegado que se notan sus musculosos brazos. Entro al auto y me llega una llamada.

-Si bueno.

-Gloria, necesito que vengas a la oficina a firmar algunos papeles de recibido de la embarcación.

-Está bien, haya voy.

-Y también, te tengo algo de los "Collins".

-Ok, de inmediato voy para allá.

-A dónde vamos Señorita.

-Vamos con Ritchie, urgentemente.

Salimos de casa y nos dirigimos a las oficinas de Ritchie, mientras asomo la cabeza por la ventana se siente bien la brisa de un miércoles por la tarde, siento que me mira y volteo y le sonrió, es demasiado guapo, Gloria debes sacártelo de la cabeza él es solo una pequeña venganza que estoy a punto de hacer. Cuando llegamos a la oficina bajo del auto y me dirijo casi corriendo cuando entro lo veo sentado muy guapo con su traje color gris, se pone de pie y me abrasa.

-Dime todo lo que has encontrado, de esos hijos de puta.

-Pues demasiado.

-Desembucha.

-Bueno se han alejado de la mafia y viven del dinero que les quedo, ambos tuvieron 5 hijos entre ellos un par de gemelos.-me da unos papeles.-Uno de ellos el que nació primero Carl está en el hospital, tiene cáncer de próstata y mañana a las 10:00 tendrá una operación, y el otro está sano aunque es diabético.

-Vaya.-rio-Cáncer de próstata, hubiera estado bien que se lo cortaran.

-Lo sé, entonces que aras.

-Mañana iré a al hospital.

-QUE, GLORIA TE PODRIAN JODER, ES UN LUGAR PUBLICO.-me grita.

-Lo sé, pero tengo pelucas todo saldrá bien, apóyame en esto.

-Gloria, tengo miedo de que algo salga mal.

-Estaré bien, solo que antes de que entre a la cirugía el ya no estará vivo.

-Gloria.

-Ritchie, por favor.

-Está bien, sabes que estaré acá afuera cuidando de tu estúpido trasero.

-Pero sabes muy bien que mi trasero se sabe salvar.-sonrió coquetamente.

-Ven aquí.-me abraza.-Te amo demasiado, y te juro que si te pasa algo...-traga saliva.-Me muero.

-Estaré bien, en mi mente siempre estás tú, Luna y mi padre, es por eso que siempre regreso bien.-sonrió.

-Eres una maldita coqueta, lo sabias.

-Se cómo manejarte.-le doy un beso en su frente.-Debo irme, mi padre quiere tiempo para ambos.

-Está bien, te veo mañana en el hospital.

-Te amo bye.-le mando un beso.

Salgo de su oficina y nos dirigimos de nuevo a casa mi padre tiene preparado jugar golf es un aburrido juego ya que siempre pierdo, me cambio y nos dirigimos a un campo de golf, muchos de los mafiosos van a ese lugar es un club deportivo para los mafiosos y políticos que están dentro de la mafia así que mi padre conoce a todo el club al igual que yo hay tipos resbalosos que quieren conmigo pero me da un poco de asco. Terminamos jugando y apostando algunos de mis hombres son quien mete chuzas. Al salir nos dirigimos a la casa hoy si es un día agotador. Así que llego a casa pero sin antes pasar a la habitación de mi hombre, todo está obscuro así que me meto entre sus sabanas y el prende la lámpara el me ve algo confundido.

-Que sucede.

-Nada.

-Entonces no te gusta, que este aquí.

-Si pero.

-Pero que.

-Que es de ti Ritchie.

-Mi mejor amigo, porque.-me pongo a un lado de el.-Dios mío William Scott, estas celoso.

-Claro que no.

-Es cierto, pero no me importa que te pongas así sé que, entre tú y yo solo hay una relación entre mano derecha y jefa no.

-Eso es lo que somos no.

-Así es Scott.-Me acerco a él.-Quieres dormir bien.

-Si.

-Entonces, porque no jugamos tu y yo.

-Enserio, quieres hacerlo aquí, alrededor de todos tus hombres.

-Que tiene, no aremos ningún ruido.-le digo.

Me recuesta y se sube encima de mí, su mirada se ve tan sexy, apaga la luz y siento que me saca las bragas, mete su mano entre mi entrepierna y mi boca de abre el introduce dos dedos y gimo calladamente, él sonríe cuando me ve esos dedos se los lleva a su boca y los lambe, después hace que abra mis piernas y lo hago comienza a lamberme lentamente mi entre pierna y después dentro de mí, el sube mi vestido de seda y me lo saco quedo solamente en sostén y me lo quita estoy desnuda el solo está en bóxer, así que lambe mis pezones. Wow se siente tan bien luego sube a mi cuello y me da pequeños mordiscos y sube a mi boca, muerde mi oreja, dios mío esta sensación me hace tan bien. Entra poco a poco, este hombre no solo folla si no lo que estamos haciendo, creo que es hacer el amor, porque simplemente me hace sentir tan bien. Después de hundirse en mi llegamos al final el cae rendido en mi pecho ambos sudorosos y callados solo nuestra respiración se oye en este obscuro cuarto, donde la luna es la que nos ilumina a ambos.

-Dios mío, Gloria... eres sensacional.-me dice entre respiraciones.-Te juro que esto ha sido fantástico.

-Enserio, porque yo también lo sentí así.-me recuesto en su pecho y juego con su pelo de su pecho--.Creo que me siento mejor.

-Estabas mal.

-Algo así.

-¿Por qué?

-Hay veces, que tengo pesadillas y casi siempre nunca duermo.-bostezo.-Pero ahora ya me dio sueño... así que me voy.-estoy a punto de pararme y me detiene.

-Por favor, quédate conmigo esta noche, no me dejes así.

-Está bien, me quedare una sola noche, no quiero que piensen mal la gente de acá.

-Gracias.-besa mis labios.