La Jefa de Jefas

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Me despierto y veo el reloj de la mesita y son las 3 a.m. abro los ojos y el ya no está, me pongo la sabana alrededor de mi cuerpo y voy hacia la sala y no está su ropa, se ha ido. Veo una nota en la mesa y dice:

Esta noche ha sido esplendida, este secreto será tuyo y mío. Espero tu llamada.

Tu amante William Scott.

Sonrió tontamente al leer una y otra vez esa nota, me pongo mis bragas y el sostén y me pongo una bata mientras leo y examino la nota tomo una copa de wiski, voy hacia la ventana del departamento y veo la ciudad iluminada, y veo tan solo la luna y veo lo grande que es y me hace sentir tan bien verla ya no me da miedo volver a ver...

Es sábado por la mañana llego a casa todos mis hombres me ven extraños, no sé qué haya pasado pero tengo que averiguarlo. Entro a casa y papá está llamando por teléfono.

-Ya veo acaba de llegar, no te preocupes Ritchie, gracias... nos vemos pronto.

-Que sucede.

-Estaba preocupado, no llegaste a dormir a noche, que te sucede.

-Papá, estoy aquí.

-Demonios, Gloria no salgas a la calle sin hombres... después del desmadre que hiciste en el funeral la ley anda detrás de nosotros.

-Está bien, papá debo cambiarme que tengo negocios pendientes.

-Está bien.-me besa la frente.-No salgas sola a la calle.

-Claro que no papi.

Salgo de su despacho, hoy realmente me siento de buenas así que estoy lista. Es sábado hoy hay miles de negocios y millones por ganar voy a jugar póker donde van todo tipo de gentes y clases sociales, en donde hago clientes y gano dinero al cual la mayoría es sucio y también hago trampas, la mayoría de la gente son hombres soy la única mujer que asisto en aquel lugar, las meseras son mujeres delgadas y con buen cuerpo el dueño de aquí es un gran empresario. Me siento en una mesa hay dos tipos nuevos que nunca había visto, son de esos típicos que les gusta joder a la gente así que no me dejare.

-Vaya son nuevos aquí.

-Si.

-Espero que nos llevemos bien.

Comenzamos a jugar y todo va bien excepto cuando gana uno de ellos.

-Vaya ya van 5 mil dólares que me ganan, y dicen que son primerizos, cierto.

-Así es.

-Qué bueno, yo paso a retirarme, buenas noches.

Todos me sonríen y me miran de arriba abajo cuando me levanto, voy hacia las bebidas y pido un Martini, me lo tomo mientras veo a los tipos que me acaban de joder, veo que entre ellos se intercambian tarjetas de sobras, claro lo sabía esos hijos de puta me han estafado a mí y a los otros.

-Uriel.

-Dígame señora Miller.

-Iré al auto, cuando salgan esos dos de haya.-los señalo.-Me los suben al auto.

-Está bien, Señorita.-me sonríe.

Salgo del casino y me despido de algunos clientes, subo a mi camioneta y mientras me lijo las uñas. Abren de repente las puertas y meten a dos tipos, cuando prendo el foco del auto los veo a ellos, así que les sonrió y ellos me miran extrañados.

-Que tenemos acá.

-Oiga yo la conozco.

-Quien no me conoce.