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Llegamos a la bodega y lo amarran a una silla le han quitado el casco y lo golpean, al parecer la nena no quiere hablar, no quiere decir donde esta pedro.

-Quiero que me digas donde está tu sobrino.

-Para que quieres saberlo.-me dice burlonamente.

-Tú sabes para que lo quiero.

-Para matarlo.-se ríe.-Crees que se va a dejar matar por ti.

-Se tiene que dejar, cariño.-le toco el cabello.- Nunca digas nunca.

-Eres una estúpida.-se ríe.

-De que demonios te ríes.

-Porque tu mientras me golpeas, y tratas de sacarme donde está el.-se ríe.-Él está planeando, joderte.-toce y escupe la sangre.

-Eres un hijo de puta.

-Tú también querida.

Le doy un golpe, más fuerte.

-Te voy a mandar directito al infierno.

-Si tú te vas conmigo, primero.

-No lo creo.-le sonrió.

Lo dejo hablando y me voy al baño lavo mis manos y lavo mi cara, veo los puños de mis manos y están moradas y rojas, de tanto golpe que he dado, me he cansado. Terminando me reviso la presión alta así que me asusto. Me siento en el asiento de la pequeña oficina de Ritchie y me quedo totalmente dormida.

Cuando me despierto, tengo un saco es de Ritchie, así que me despierto y ve tallo los ojos veo una maleta y son unos jeans, blusa blanca y unos deportivos. Así que bajo el tipo está dormido hago que le avienten un balde de agua fría y despierta.

-Vaya, que lindo despertar y mirar tu puta cara de zorra.

-Vete a la mierda.-le señalo con el dedo.

-No sé qué carajos quieres de mí.

-Tú ya sabes qué.

-No te pones a pensar que en cualquier momento, llegara Pedro y te matara.

-No si primero te mato a ti.

Le doy un tiro en la cabeza.

-Ya vámonos, quiero ver a mi padre, necesito que se lo lleven al carnicero, ya sabe que hacer.

-Si señorita.

Nos subimos en la camioneta y nos dirigimos a la casa. Entre el largo camino a la casa a mitad de la calle nos encontramos a uno de mis hombres corriendo.

-Paren.-les digo.-Que sucede Ramón.

-Señorita.-dice tosiendo.

-Que sucede, veo su cara ensangrentada.

-Señorita, unos hombres y Pedro han entrado a su casa.

-Qué demonios.

-Señorita trate de contactarla por radio y por teléfono, han cortado la línea no sé qué jodidos hicieron.

-Y mi padre.

-Está dando tiros junto con sus amigos, me han quitado las armas y no pude entrar.

-Bien, ve súbete a la camioneta de atrás y diles a los demás.

-Si señorita.

Le aceleran a la camioneta cuando llegamos, nos estacionamos antes de llegar a casa, todos nos armamos y entramos hacemos señas cuando entro a la entrada veo varios cuerpos de mis hombres y otros que desconozco así que me sorprendo. Cuando entramos a mi casa escucho silencio. Cuando volteo veo a Pedro con una gran sonrisa y tiene a mi padre hincado con el arma en la cabeza cuando volteo al otro lado veo a Ritchie hincado y también otro hombre apuntándole con un arma, abro la boca y tiro la mía, mis lágrimas comienzan a salir, creo que es lo peor ver a tu padre y a tu novio tirado en el suelo y unos tipos hagan eso.

-déjalos, me quieres a mi déjalos.

-No... yo te quiero a ti y a tu padre.-me sonríe.

-Sabes que gusto me da, verte a la cara y poder matar a tu padre, como tú hiciste con mi madre.

-Tu madre era una hija de puta.

-Tus eres la hija de puta, no lo recuerdas.

-Vete a la mierda.-le contesto enojada.-Deja a mi padre, tu sabes lo que hacia tu madre, con las personas.

-Y tú y tu padre son un pan de dios.

-No, si puede ser que cuando muramos nos vamos a ir al infierno, pero no al mismo que al tuyo.

-Ya Pedro, matémoslo tenemos negocios.-le dice el otro.

-Espera, este es mi momento.

-Tu momento.-me rio.-Enserio tu momento.-me rio.-Pues tu momento se acabó.

Oigo que disparan desde afuera a su ayudante en la cabeza se tira y Ritchie se asusta toma el arma. Veo a Pedro y le tiran en el brazo, cuando voy con mi padre, él tiene su mano en el pecho y veo sus ojos rojos y llorosos.

-Mi nena.-me dice.-Mi dulce princesa.-se ríe.-Termina esto y descansa.

Mi padre se queda inmóvil.

-Papá, Papá, Papá, Papá.-comienzo a llorar.-No papito no.

En mi pecho siento un golpe y me pongo el brazo en el corazón. Solo oigo que grita Ritchie "Llévense a ese perro, trae la camioneta". Cierro los ojos.

La Jefa de JefasDonde viven las historias. Descúbrelo ahora