Cap.20-Nueva Vida

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-Quisiera aprender a leer-fueron las primeras palabras de Cholena a Diana una mañana-y a escribir también.

-¿Para qué quieres saber esas cosas?-pregunto desconcertada.

-Es que...el otro día le estaba contando una de mis historias a María y me corrigió un par de veces, creo que estoy olvidando como era mi vida antes de...

-Oh, cariño.

-No quiero perder mi pasado, además-se acaricio el vientre-mi bebe nacerá pronto, es su historia también.

-Entiendo-se llevo una mano a la barbilla-la cosa es que yo tampoco se leer o escribir, un poco en búlgaro pero nada en español, bastante me costó aprender el idioma.

-Oh...

-¡Pero Diego si sabe!, le pediré que me enseñe y luego yo te enseño a ti.

-No, se lo pediré yo misma-dijo, sorprendiéndole-decidí que no voy a vivir con temor.

Era más fácil decirlo que hacerlo, a estas alturas aun no intercambiaba ni un gesto de mano con el gitano, graciosamente le daba más miedo desde que sabía que le gustaba que cuando desconocía sus intenciones, pero se lo había jurado, por ella, por su bebe y por Axu, no viviría un día más con miedo a los blancos.

Asique antes de poder pedirle cualquier cosa necesitaba establecer contacto, espero a la noche y por primera vez se unió a la cena junto al fuego.

-Buenas noches-dijo, sentándose a su lado.

-Buenas noches-respondió Diego, en un hilo de voz.

-¡Cholena!-María se puso entre ambos.

-Nos da gusto que nos acompañes, cielo-dijo Diana, dándole un plato de sopa.

-Gracias-trato de sonreírle a Diego y este le aparto la mirada, estaba medio colorado.

En serio no lograba entender que le veía él a ella, si se sentía como un tinaco, pero era respetuoso y eso se agradecía, no hablaron entre ellos esa primera noche y no irían más allá de saludos las siguientes, antes de acercarse más quería investigarlos y conocerlo mejor.

Esto era lo que sabía gracias a Diana: allá en su natal Bulgaria ambos quedaron huérfanos muy jóvenes, los gitanos eran unidos y se cuidaban entre sí pero estaban en medio de una violenta persecución, la gran religión impulsada por Roma iba aplastando creencias y personas a lo largo y ancho de Europa y su gente no tuvo otra opción que esconderse dispersándose en todas direcciones; Diana era mayor que Diego por dos años y se ocupo de él hasta que se caso, su hermano era fuerte, bien educado y muy trabajador, se las arreglaba bien solo, su esposo también era un hombre maravillosos y luego de que María naciera Diana pensaba que iba a vivir feliz el resto de sus días...hasta que los atraparon, mataron a su esposo peor al menos los inquisidores mostraron algo de piedad por una madre indefensa y su bebe.

Diego fue en su rescate y se convirtió en el nuevo jefe de la familia, dejaron su país y viajaron hasta España, donde su buena estrella volvió a brillar en la forma de un pasaje al Nuevo Mundo, sabían que no era el fin de sus problemas si no el comienzo de muchos nuevos peor mientras estuvieran juntos podrían salir adelante.

-Son muy valientes-le contaba Cholena a Axu en sus monólogos nocturnos-han pasado por micho, supongo que no debería enojarme porque vinieran a vivir aquí, tratan de sobrevivir y tener un mejor futuro, igual que yo.

Escuchando las conversaciones de los hermanos supo como era su vida actualmente, Diego no era solo un buen trabajador, también era un hombre inteligente con una tremenda facilidad para los números, en la colonia ayudaba en diversas construcciones pero también sacaba un extra haciendo cuentas y cálculos para varias personas; Diego también era un hombre sociable, quizás demasiado según su hermana, últimamente hablaba mucho de una señora y su hijo que andaban a la buena de Dios por la colonia.

AxiuruDonde viven las historias. Descúbrelo ahora