Cap.65-Fuego y Hielo p.1

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Tomados de las manos volaron alrededor de New York, entre los edificios altos sin importar quien les viera, por sobre las nubes, la mescla de frio y calor a sus espaldas hacia que lloviera, y al llegar la tarde se detuvieron en el libro de piedra de la Estatua de la Libertad.

-¿Cómo te sientes?-le pregunto, sintiendo apenas un frescor de su parte.

-Mucho mejor, creo que voy a estar bien.

-Lo estarás-sonrió-tu idea es excelente, asentarnos, prosperar, padre tiene que aceptarlo.

-Bueno, hasta yo debo admitir que somos un desastre como especie, usamos planetas como nidos, el clan crece por cientos, con suerte un par de miles, luego...

Luego el planeta se acababa y esos miles debían buscar otro, a veces recorriendo distancias incalculables, la Larga Hambrina, y los miles se veían reducidos a unas cuantas decenas afortunadas que llegaban a un nuevo mundo y repetían el ciclo.

-Las cosas serán diferentes-dijo Axu con confianza.

-Al menos esta el consuelo de no desperdiciar del todo mi esfuerzo con Jonathan y Lili, hay aparatos humanos en Marte.

-¿En serio?

-Cámaras, vehículos, peor la convivencia pacifica será más razonable a larga distancia-le miro de soslayo-en parte es por ellos, ¿no?, por su bebe.

-Soy mamá ahora, se cuan asustada esta Lili.

-Lo eres, ¿verdad?-se había quedado algo atrás en la frase.

-En cuanto Cherry salga del nido quiero que la conozcas, y deberías pensar en elegir pareja la siguiente nidada.

-¿Qué dices?, lo viste tu misma, nadie quiere estar conmigo.

-Ozana si-dijo, sorprendiéndole-Zhefirx me lo dijo, ella esperaba que le eligieras.

-¿Ozana?-como su hermano no cambiaba de color no podía saber cuándo se abochornaba-¿pero porque?, nunca podría darle una cría.

-Eso no lo sabemos, además, podría no importarle-ella hubiera sido igual de feliz sin una cría pero con Francis.

Al guardar silencio escucharon exclamaciones sobre sus cabezas, los turistas en el mirador de la corona, ambos miraron arriba sintiéndose descubiertos pero las cámaras y las manos apuntaban a mar abierto.

-¿Qué es lo que miran?

-Eso-dijo Ezara, cubriendo el punto en que estaba parado de escarcha.

Volteo y se le vino el alma a los pies, allí venia la isla, ¡la isla entera!, planeando a escasos metros del agua, cubierta de luz azul, y una luz dorada precedía la marcha, hacer flotar objetos era el don de su madre y de la mayoría de las hembras, todas debían estar aportando energía para hacer posible semejante espectáculo.

-¡¿Qué están haciendo?!-exclamo, mirando a su hermano.

-No lo sé, no lo entiendo.

-Debemos detenerles.

-Si... ¡Si, vamos!

Ya no quedaba lugar para engaños, New York les había visto y, a la velocidad de internet, pronto el resto del mundo lo haría, al volar para interceptarlos sabían que cada minuto por delante debía ser usado con sabiduría para minimizar daños; bastante antes de encontrarse, Habock los vio, con una señal hizo que pararan la isla y la dejaran sobre el agua mientras él disminuía su fulgor y esperaba a sus hijos.

-"Bien, bien, esperaba lucirme un poco más"

-"¿De qué se trata esto, padre?"-pregunto Ezara-"¡No era así como los humanos debían saber de nosotros!, van a asustarse, nos atacaran"

AxiuruDonde viven las historias. Descúbrelo ahora