Cap.37-El Plan de Ezara

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William Gale tenia cuarenta y dos años y la experiencia de vida que se exige para comandar una expedición al nuevo mundo, peor en su hora más oscura también cedió al encanto de la historia del hada, luego de que las cosas se tranquilizasen un poco ordeno que se reparasen los daños del muro, que se quemasen los cuerpos de los Cayuga y que las mujeres prepararan sopa caliente para todos, él fue a su tienda seguido por Ezara y Nuttah.

-Ella sabe lo que le conviene-dijo, interpretando la forma en que el ingles veía a su acompañante.

-Claro-busco una botella de alcohol-¿puedo...?

-Le serviría entrar en calor-lo dejo beber y rechazo una copa-llevan casi un año aquí, deberían tener una colonia en funcionamiento.

-Lo intentamos pero el suelo es un asco y esos malditos indios no nos dejan en paz.

-Debieron escoger mejor su emplazamiento.

-¡Lo hicimos!-se notaba que llevaba tiempo queriendo desahogarse-hay una isla cerca, es perfecta para el puerto de recepción pero los holandeses se nos adelantaron, embaucaron a los indios e interceptaron una nave de suministros que era nuestra-vacio su copa y se sirvió otra-son más que nosotros y ya no tenemos ni las armas ni las fuerzas para enfrentarles.

-Llegue justo a tiempo, entonces-el hombre le miro esperanzado-si esa isla es lo que Inglaterra necesita, esa isla les daré.

-Es un verdadero milagro, nunca podremos pagarle.

-Oh, lo harán, pero discutiremos eso luego, hasta entonces hay mucho por hacer.

Lo primero era sacar del hoyo la maltrecha moral de los colonos, poseer un aliado de gran calibre ayudaba pero lo que esa gente realmente necesitaba era comida y la seguridad de que sobrevivirían aquel invierno sin caer en manos del frio o los Cayuga.

Ezara vio por todo, hizo huir a los últimos focos de resistencia nativa y consiguió comida para los colonos, la nieve que creaba era ideal para preservar la carne hasta poder ahumarla o salarla; a la vez planeaba como tomar la isla de los holandeses, Gale lo llevo a la playa para que la viera, le prestó su catalejo para que observara las construcciones, los puestos de vigía y el par de esplendidos barcos, si la conseguía los ingleses repondrían en un instante todo el tiempo perdido.

-Desarmamos nuestros barcos para hacer el fuerte, podríamos hacer un par de botes pero tardara.

-No hace falta, vuela y dígales que empaquen, se mudan mañana.

-¡¿Mañana?!

-Ve que estén aquí a tiempo, Nuttah-salió volando.

-¡Cielos santos!

-Andando-la india había aprendido el suficiente ingles para dar órdenes-mi señor se hará cargo.

Ezara voló por sobre la isla y hasta el centro de la misma, allí se quedo flotando, cualquiera al que se le ocurriera alzar la vista lo iba a ver pero le daba lo mismo, faltaban escasos minutos para que anocheciera asique quizás ni repararan en la micro nevada justo donde estaba flotando.

-¿Qué pretendes hacer?-le pregunto Prajna.

-Algo nuevo, quizás quieras esfumarte otro rato.

Concentro las energías dentro de su cuerpo de la misma forma en que lo hacía en la época en que podía crear estrellas en sus manos, pero en lugar de luz y calor comenzó a expeler un aire súper frio que bajo como una sombra por toda la isla, extinguió todos los fuegos y cubrió a los desprevenidos holandeses con una helada mortaja.

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