Cap.64-El Plan M

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Axiuru y Ezara levaron a Nash de regreso a la ciudad, fue un vuelo silencioso puesto que ambos sabían la conversación que les aguadaba y aun así fue Axu, no más llegar, la que retraso la charla para ir con Gid y contarle todo lo que había pasado.

-Tenias razón, lo supe desde que recupere la memoria pero me aferre a que no hasta el último instante.

-¿Qué pasara ahora?

-No dejare que devoren la tierra.

-¿Iras sola contra todo tu clan?

-No todo, eso espero-suspiro-creo que Ezara tampoco quiere que esto suceda.

-¿Crees o quieres creer?

-Lo creo-dijo firme-aunque solo sea por apoyarme, me hizo esperar hasta ahora porque quería saber si nuestro padre aun vivía, le tiene mucho miedo.

-¿Tan terrible es?

-Más de lo que imagino, solo espero que no le tema más de lo que me quiere a mí.

-No lo sabrás hasta que hables con él.

-Quisiera no tener que enfrentarlo sola...

-Ya...dame unos minutos.

De su bolsillo derecho saco el dije de la Orden de Galileo y del izquierdo un puñado de basurillas, papeles de dulces, unos tornillitos y un pequeño aparato, este ultimo lo fijo detrás del dije con goma fría y dedos agiles y luego lo coloco junto al oído de Axiuru, trenzándolo en su cabello, parecía un bonito adorno y nada más.

-Ok, veamos si funciona-se alejo dos metros y tomo su teléfono-probando, probando.

-¡Cielos!-lo escuchaba tan claro como si estuviera a su lado.

-También puedo oírte, es el transmisor de Basil.

-¿Qué paso con ella?

-Su data está en una caja fuerte en mi departamento, su cuerpo en Ingenering, se volvieron locos cuando la vieron-regreso a su lado-razón de más para que salves al mundo, quiero vivir para mejorarlo.

-Con esto...

-Me quedare cerca y podre escucharte, si las cosas se ponen serias te sacare con cualquier escusa.

-Ezara lo notara, el dije.

-Dile que estaba en la pierna, de paso le das un susto.

-Je, ay, Gid-le dio un abrazo-gracias, eres un genio.

-Ni lo digas, niña, vamos allá.

La acompaño hasta la oficina, la secretaria le miro de soslayo cuando lo vio tomar asiento pero no le dijo nada y Axiuru se dirigió a la oficina mientras se cerraba un poco más la capucha rosa, comenzó a sentir el frio desde la puerta y al tocar el pomo se dio cuenta de que estaba cubierto de escarcha.

Ya con eso supo que algo iba mal, abrió y entro, sus pies descalzos tocaron nieve, enseguida noto su aliento frente al rostro, la habitación entera estaba cubierta de un manto blanco, caían copos del techo, desde nubes entre las que asomaban carámbanos, bajo la mirada y vio el escritorio y la silla de Ezara, dándole la espalda, cubiertas de hielo afilado, también vio al espectro Prajna de pie junto a la silla y escucho un murmullo ansioso proveniente de esta.

-Cálmate...cálmate...

-"Está aquí, Ezara"

-Ya lo sé, solo me dices lo que ya se.

-Ezara-dio dos pasos al frente, la ropa y su propio calor no parecían suficientes para paliar ese frio-hablemos.

-No tenemos que hablar, di lo que quieres-seguía dándole la espalda-hare lo que quieras.

AxiuruDonde viven las historias. Descúbrelo ahora