Cap.52-Un Nuevo Hogar

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Axiuru entreabrió los ojos, en ese estado de duermevela donde la conciencia aun no despierta del todo le dio la impresión de encontrarse en el fondo del océano, observando un objeto que se hundía suavemente, ¿Qué era?... ¿un ramo de flores?...antes de que lo confirmara termino de despertar y el ramo se esfumo, detrás de la ilusión descubrió a un gato grande, peludo, blanco, de deslumbrantes ojos celestes, que le miraba fijamente desde fuera de su pecera.

Debía ser media mañana, el sol entraba fuerte por su ventana y hacia destellar los techos de los edificios, se estiro y decidió salir, el animal no le quito la vestía de encima y apenas estuvo afuera se le acerco maullando, como reclamando cariño.

-Qué bonito-lo acaricio, sabía lo que era un gato pero nunca tuvo a uno de cerca-eres tan suave.

-Se llama Arzobispo-dijo Ezara desde la puerta, sobresaltándola.

-Hola, buenos días...-aun no asimilaba todo lo ocurrido el día de ayer-¿Arzobispo, dices?

-Me lo trajeron de Roma-se alzo de hombros-las secretarias lo nombraron, ¿dormiste bien?

-De maravilla.

-Bien, bien-asintió complacido-ya que vivirás aquí pensaba mostrarte el edificio, come algo y vístete, te deje un traje en la mesa.

-Ok, gracias.

Aun no estaba segura de cómo comportarse frente a su hermano, mientras comía paso por su mente la idea de que, como este no dormía, quizás estuvo vigilándola toda la noche, pero ahora solo le acompañaba el gato, parecía haberle tomado cariño, en la mesa había un lienzo blanco, lo desenvolvió y vio que se trataba de un vestido basto con detalles celestes, ajustado en la parte superior, con mangas holgadas y capucha, básicamente una versión a su estilo de la armadura ceñida de Ezara, le gusto.

-Es mi hermano-se dijo, buscando el sentimiento que no podía recordar-es mi hermano, no me haría daño-Arzobispo le miraba-puedo confiar en él, ¿verdad?

Se vistió y salió a la oficina, Ezara había complementado su traje con una capa larga, no pudo evitar preguntarse qué impresión podrían dar a las personas saliendo así, uno todo de negro y la otra toda de blanco, quizás no reparasen en que eran alíens pero iban a notar que se guardaban algo.

-Te ves preciosa-dijo, ofreciéndole su mano-vamos, hay mucho que quiero mostrarte.

No más salir la primera presentación fue con la secretaria, quien no se mostro tan sorprendida de que su jefe tuviera una hermana aunque si le impresiono el aspecto y le saludo con un sentimiento que Axu no entendió hasta más tarde, cuando su hermano le explicara que toda la compañía sabía que tenía una hermana extraviada durante años asique estaban muy felices de que al fin apareciera; se subieron al elevador y Arzobispo iba con ellos, aun se tomaban de las manos, ese guante que estaba usando Ezara debía ser de alguna materia especial porque solo sentía un ligero frescor en la palma.

-Ezara...

-Adelante, has tus preguntas.

-¿Por qué necesitamos otro planeta para hacer un nido?, ¿le paso algo al nuestro?

-No tenemos uno-ella le miro desconcertada-puede que alguna vez lo tuviéramos, de algún lado debimos venir, pero nuestra raza ha evolucionado mas allá de la necesidad de establecerse, no necesitamos agua u oxigeno, soportamos la radiación del espacio, todo cuando seguimos necesitando es materia mineral para alimentar nuestros cuerpos.

-Y un nido...

-Las crías son frágiles, necesitan mucho alimento.

-¿Dónde están ellos ahora?

AxiuruDonde viven las historias. Descúbrelo ahora