Cap.30-El Canto de la Sirena p.2

8 1 0
                                    

Las tormentas en mar abierto son terribles pero también pueden ser muy breves, arrancan y se deshacen de la misma manera súbita y apenas una hora luego de empezar el océano se aplaco, las nubes permitieron ver un cielo de atardecer y el Lady Matiné dejo caer sus botes con la esperanza de hallar a Drake y Axu en la inmensidad del mar.

-¡Drake!-nadie gritaba más fuerte que Clement-¡¿Konnen sie mich horen?!, ¡Drake!

-¡Axiuru!-bien, Sebastián le hacía competencia-¡¡Axiuru!!

-Esta poniéndose muy oscuro-dijo Francis-¡Enciendan las lámparas!, los encontraremos, Clement.

-¡No vengas a animarme ahora!-replico con furia, tenia lagrimas en los ojos-¡Él estaba conmigo!, ¡Estaba justo a mis pies y no lo vi irse!

-No fue tu culpa, Clement-en todo caso quizás fuera de él.

-Un momento...-Sebastián miro a su alrededor, a la luz que proyectaban las lámparas-¡No, apáguenlas!, ¡Apaguen todo!

-¿Qué haces?-pregunto Clement, cuando este le quito a la fuerza la lámpara y la tiro al agua-¿Perdiste la cabeza?, ¡No los hallaremos en la oscuridad!

-¡A Axiuru si, ella brilla!

-¡Pudo haberse ahogado!, ¿Y como que brilla?

-¡Respira bajo el agua!, ¡tienes que estar cerca!

-¿Ella...que?

-¡Apaguen todas las lámparas!-ordeno Francis, captando la idea.

Apagaron las lámparas y esperaron unos minutos hasta que el sol se puso por completo y la oscuridad los envolvió, un marinero lanzo una exclamación entonces y señalo una brillante luz azul a la distancia, enseguida comenzaron a remar hacia allá y poco antes de que llegaran Ateo se tiro del bote y se adelanto a ellos.

-¡Ateo!

-¡Axiuru!

-¡Sebastián, por aquí!-ya alcanzaba a verla-¡Tengo a Drake conmigo!

Se apresuraron a llegar, los subieron a los botes y regresaron al barco, ambos parecían estar bien aunque exhaustos y Drake no dejaba de llorar porque había perdido su muñeco pero tras los primeros minutos comenzaron a surgir rumores tensos entre los marineros, ahora veían claramente lo que era la exótica dama que su capitán había dejado abordar, o más bien veían que no era humana pero no tenían idea de que podía ser, había salvado a Drake pero, ¿estaban a salvo con ella?, pocas clases de personas son tan supersticiosas como los que pasan su vida en el mar.

Axiuru no se entero de mucho, estaba agotada, se acurruco en los brazos de Sebastián y apenas fue consciente de cuando la ayudaron a subir al barco y la llevaron a alguien lugar donde poder acostarse y dormir, la luz de un nuevo día entrando fuerte por la ventana fue lo que le despertó después y se dio cuenta de que estaba en el camarote del capitán, en la cama de Francis.

-Cherry, despertaste-se sentó a su lado y le ofreció un tenedor.

-Francis... ¿Cómo está Drake?

-Sebastián lo está examinando pero parece que solo fue el susto, lo habríamos perdido de no ser por ti.

-No podía permitir que alguien más muriese estando allí.

-Cherry...-acaricio la media luna en su mejilla-me odio a mi mismo en este instante.

-¿Por qué?

-Porque te ves tan hermosa, tan calmada, y yo vengo a molestar con un problema domestico-suspiro y se acomodo mejor-la tripulación te vio, así como eres, no dejaban de preguntar que se supone que eres, si acaso tu atrajiste la tormenta, vaya manga de estúpidos comando, como si controlases el clima.

AxiuruDonde viven las historias. Descúbrelo ahora