Cap.38-Adiós, Axiuru p.1

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El Lady Matiné tardo casi dos semanas en salir de Costa Rica, estaba la demora típica por las reparaciones y aprovisionamiento y las demoras extra por tripulantes inesperados, la necesidad de fijar un nuevo curso antes de salir y, el asunto más serio, el cambio en la cadena de mando debido a que su capitán estaba incapacitado.

-Y así se va a quedar si no coopera-decía Sebastián, obligándolo a flexionar las piernas.

-¡Es que duele demasiado!

-¡Esa es la idea!, significa que tus nervios aun sirven.

-¿De verdad podrá volver a caminar?-pregunto Axu.

-No se rompió la espalda, el ataque fastidio algo en su cerebro, hay que recordarle a las piernas para que las hizo Dios.

-¡Ay!, me lleva la...no finjas, desgraciado, disfrutas esto.

-Es por tu bien-Axiuru casi no se le apartaba desde que regresan-no puedes navegar sentado.

-Me repondré por ti, Cherry, pero mis días en el mar se acabaron cuando arribemos en nuestro nuevo hogar le diré al adiós al Lady.

-¿Estás seguro?

-Es hora de un cambio, he pensado en escribir poesía-beso su mano-todo es posible con una hermosa musa al ¡Aagh!

-¿Qué tal?, distraído tardaste mas en quejarte.

-Te odio tanto justo ahora.

-So ye retiras, ¿Qué pasara con el barco?

-Es típico usar las naves para construir las primeras casas.

-Esas son novatadas de colono-replico-nosotros somos piratas, nada vale tanto como un buen barco, no, se lo dejare a Clement, se lo merece y estoy segura de que me lanzaría por la borda con todo y ancla si hiciera cualquier otra cosa.

Drake estaba pelando un mango, lo dejo junto a la cama, salió del camarote, subió al puesto del timón y tiro de la manga de su hermana.

-¿Qué pasa?-se lo dijo al oído-¿eso dijo?-asintió y ella sonrió.

-¿Estas feliz, Clement?

-¡Mucho!-lo estrecho con un brazo, el otro sostenía el timón-¡Muy feliz!

-¡Drake!-llamo una vocecita-¡Van a jugar conmigo y Ateo!

-Anda, gracias-le dio una palmada en la espalda y siguió navegando, con una gran sonrisa en la cara.

Los nuevos pasajeros animaban mucho la vida en el barco, y no solo por el súbito aumento en el número de mujeres, Drake nunca había tenido el chance de convivir con niños durante su infancia y María se lo estaba reponiendo, la Tía Marinette y Carmen habían hecho buenas mías, cuidaban de los bebes y pasaban largas horas conversando.

-En mi tierra hay un proverbio: Si quieres llegar rápido ve solo, si quieres llegar lejos ve acompañado.

-Amen, eres un caudal de sabiduría.

Cholena también tenía una nueva amiga, Josefine, se le volvió inapreciable cuando comenzó a esperar que Diego le pidiera matrimonio y se dio cuenta de que estaba preparada para ser mujer de un indígena pero no de un europeo, al hombre ni siquiera le hacía gracia el maíz, asique era obvio que tenía que aprender nuevas recetas y si bien le parecía tan raro como a la mayoría que Josefine aplicase tales conocimientos en otra mujer no podía menos que agradecerle su ayuda, entre las dos se hicieron cargo de la cocina y luego de preparar las comidas de la tripulación subían a tomar sol en el puente y Cholena pasaba un rato con su bebe; el pequeño Tom llevaba de maravilla la vida a bordo, quizás lo había heredado de su padre, dolía tener que reconocerle algo a Zaragoza pero pensaba que era mejor que lo disfrutara a que sufriera los mareos que ella tuvo que aguantarse los primeros días.

AxiuruDonde viven las historias. Descúbrelo ahora