La siguiente vez que Beth aparece para interrumpir mi vida simplemente llama a mi puerta por el placer de mi compañía. Entra en mi casa, mi espacio, sin siquiera preguntar y se sienta en el sofá como si fuera suyo. Aparta el libro que estaba leyendo para un trabajo de la universidad y planta encima de la mesita del salón un montón de libros y libretas.
-Claro Beth, pasa y deja tus cosas, te estaba esperando -digo sarcásticamente-. ¿Quieres algo de beber? Un café, un refresco, agua...
-Gracias, si puedes prepararme un té sería fantástico -contesta ella, ignorando por completo mis formas.
Suspiro y abro el armario buscando el juego de té que nos trajo mi madre a mi y a Susan de su viaje a Londres. Aún no lo habíamos estrenado, pues ambos somos mucho más de café, así que quizás no estaría mal darle algo de uso.
-¿Y qué te lleva a invadir mi morada? -pregunto mientras pongo agua a calentar para preparar dos raciones.
Si lo voy a estrenar finalmente, debería hacer uno para mí también.
- Pues me aburría sola en casa -explica abriendo uno de los libros por una pagina marcada con un post-it y tomando una de las libretas para empezar a escribir- y he decidido hacerte una visita que seguro que tu también te estarías aburriendo tan solo como estás.
Auch, puedo asegurar que eso dolió.
-¿Y pretendías llegar, sentarte, instalar todas tus cosas y gorronearme comida así sin más? -pregunto acercándome para tomar mi libro y poder avanzar algo mientras espero a que el agua hierva.
-También pensaba que podíamos estudiar juntos -explica, aunque como tiene un lápiz en la boca estudiar suena mas como "eftudiar"-. Bueno, en caso de que también estudies ¿lo haces?
Realmente a veces Beth tiene un bofetón en toda la boca.
-Claro que sí -digo algo ofendido por su tono-. Voy a la Universidad Estatal de Nueva York
Saco el agua del fuego que esta empezando a hervir y la vierto en la tetera ya preparada con el té.
-Anda, ¡como yo! -se gira para sonreirme-. ¿Como es posible que nunca te haya visto por el campus?
-No lo sé -contesto tomando las tazas y la tetera para llevarlas a la mesa donde se ha instalado Beth-. ¿Te queda muy lejos la facultad de letras?
Beth deja el boli sobre la mesa y me mira sorprendida.
-¿Facultad de letras? ¿Eres entonces algo así como un lingüista?
-Filólogo en proceso -corrijo-. Peró sí, se podría decir que soy "algo así como un lingüista" -Beth hace algo parecido a una mueca-. ¿Algún problema?
Ella toma su bolígrafo y vuelve a sus cosas.
-No nada -dice subrayando algo-. Alguien tiene que dedicarse a las carreras mediocres al fin y al cabo.
Me la quedo mirando con la taza de té ya en la mano intentando asimilar lo que me acaba de decir. ¿Carrera mediocre? ¿Se puede saber quien se cree que es para llamar a mi carrera mediocre? Si Susan estuviera aquí hubiera echado de casa a mi querida vecina. Habría sacado ese lado fiero que tiene ella cuando se ofende y le hubiera mandado a la mierda. Incluso aunque no suela decir demasiados tacos. Y yo estoy a punto de hacerlo.
-¿Perdona? -le digo aguantándome, por algún motivo, mis ganas de gritarle algo peor- ¿Estás menospreciando mi carrera, en mi propia casa?
Eso lo he dicho con un tono algo menos pacífico de lo que pretendía, pero Beth de verdad ha logrado ofender algo que me gusta de verdad. Puede que con mi aspecto y mi carácter no lo parezca, pero de verdad amo la literatura y la lengua. Los libros siempre han sido algo que lograba evadirme de todo lo que había a mi alrededor, y con los años y por extensión llegué a apreciar los matices de cada palabra que leía, las profundidades de cada oración y la versatilidad del lenguaje. En el instituto no destacaba especialmente, me saltaba la mayoría de clases y era como si no estuviera a las que asistía. Pero en inglés y literatura... joder, era el mejor.
ESTÁS LEYENDO
No es tan perra
Fantasy¿Nunca te has preguntado que es de la mala de la historia?¿De la perra que intenta alejar al protagonista de su amada?¿Y si... no fuera la mala? Nick está jodido. Muy jodido. Después de una increíble bronca con su Susan, su novia, esta ha salido de...