No hace falta ser mi mejor amigo para saber que en mi vida habría entrado por mi propio pie a una clase de Zumba. Y no lo hago, Beth me arrastra, y una vez dentro no hay marcha atrás. Un grupo muy numeroso de mujeres nos observan frunciendo el ceño. Bueno, el único chico que hay me guiña el ojo, pero prefiero no fijarme en ello.
-Vaya, parece que tenemos dos alumnos nuevos -dice lo que parece ser la monitoria-. Pasad, pasad, coged sitio al final de la clase.
Voy a darme la vuelta para salir de aquí, pero Beth tira de mí y me lleva al final de la estancia. Si me mirara vería que quiero matarla de un momento a otro, pero está demasiado centrada en si misma para darse cuenta de ello. Así que me deja a un lado y empieza a mover el trasero. No pienso hacerlo.
- ¡El chico de atrás! -grita la instructora que baila de un lado a otro de la estancia-. Vamos muévete.
Y dado que todo el mundo me mira, intento imitar lo que hace. Parece ser que todo el mundo se sabe la coreografía, porque la instructora vine hacia mí y se me pone detrás. Me toma por las caderas y empieza a moverme de modo que diga el ritmo de la música.
-Así, muy bien -me dice-. Suéltate, muévete con fuerza, sin miedo.
No sé qué coño hacer. Miró a Beth, que parece estar descojonándose de mí. Y el resto de la clase igual. Bueno, excepto el único chico, que mira a la instructora con envidia. ¿Por qué mira a la instructora con envidia?
La clase se hace increíblemente larga. Yo me siento muy pero que muy incómodo, mientras que Beth parece pasárselo en grande. Sabe bailar, eso ya lo vi la primera vez que salimos de fiesta. Y le gusta, porque no para de sonreír en todo el rato.
Cuando acabamos parece que no ha tenido suficiente. Sigue moviéndose y sacudiéndose mientras el resto recogen y se van.
-Te gusta bailar ¿Eh? -pregunto mientras ella se pone frente al gran espejo que hay en una pared y sigue probando sus mejores movimientos.
Es sexy, no se puede negar. Aún no se ha puesto la camiseta, y se mueve de un lado a otro sacudiéndose y haciendo gala de una flexibilizad que no sabía que existía. Si Sam estuviera aquí se volvería loco.
-Me encanta -dice volviéndose hacia mí-. De pequeña di clases de baile de salón, ¿Lo sabías?
Niego con la cabeza. Beth ha hecho muchas cosas en su vida, es espectacular. A veces me siento incluso abrumado por ello.
Me toma de los brazos y me arrastra al centro de la estancia.
-Me encantaba, era súper divertido -explica-. Mi compañero era un niño enano, y yo tenía un poco de sobrepeso, de modo que no podíamos hacer demasiadas virguerías, pero aun así era genial -me coloca una mano en su cadera y alza la otra de modo que estamos listos para empezar un vals-. Sígueme.
No bailamos un vals. Más bien un cha cha cha. Beth me obliga a moverme hacia atrás y hacia adelante y ríe cuando me pierdo y casi caemos los dos.
-Mira que eres malo -dice siguiendo a lo suyo.
Rio yo también.
-Perdona, habla aquí la profesional -vacilo.
Lo cual no me sale bien, ya que para demostrarme lo buena y guay que es levanta la pierna y la sube a mi hombro ¿Qué mierda? ¿Desde cuándo Beth sabe hacer estas cosas?
-Hace tiempo que no hacía esto -suelta una carcajada al ver mi cara-. Te juro que había un cincuenta por ciento de posibilidades que cayera al suelo.
Me carcajeo yo también. El buen humor de Beth a menudo es contagioso. Baja la pierna para estabilizarse y sigue guiando la danza sin música que hemos empezado hace poco. Aquí es quizás cuando me suelto un poco más.
![](https://img.wattpad.com/cover/56156519-288-k168679.jpg)
ESTÁS LEYENDO
No es tan perra
Fantasía¿Nunca te has preguntado que es de la mala de la historia?¿De la perra que intenta alejar al protagonista de su amada?¿Y si... no fuera la mala? Nick está jodido. Muy jodido. Después de una increíble bronca con su Susan, su novia, esta ha salido de...