Encontrar a Susan en nuestra gran facultad no era difícil, sobretodo porqué me sabía su horario de memoria y donde estaban todas sus classes. Así que no me costó nada encontrarla saliendo de su classe de literatura clàssica junto a su amiga Becca. No tenía ningún plan en específico, tan sólo quería hablar con ella e invitarla a una cita o algo así. Quizás pasear por parque Delaware para ir al sitio al que me llevó Beth el otro día, o simplemente invitarle al cine para ver una película buena por primera vez en mucho tiempo. Incluso me da igual que sea una de las pasteladas románticas que tanto le gustan siempre i cuando no haya tiburones, zombis, ratones o cualquier animal mutado.
No me nota mientras me acerco a ella, pero si que lo hace Becca, que me mira con el ceño fruncido. Sobre ella tengo sentimientos encontrados. Me es de mucha ayuda cuando cree que puedo hacer feliz a Susan, pero es un completo grano en el culo cuando nos enfadamos porque yo haya hecho el capullo. Supongo que realmente es una buena amiga.
-Susan -la llamo antes de tirarle de brazo hacia mí.
Parece confundida al verme, y no es raro. El otro día fuí un completo imbecil, y luego me presenté en casa de su amiga para soltarle todo aquel discurso sobre recuperarla. Y el beso, aquello también le debió confundir.
-Nick, ¿Qué haces aquí? -pregunta antes de soltarse de mi agarre.
Sonrío y le tomo de la mano suavemente, de verdad estoy intentando redimirme, y un primer paso para ello es dejar atrás mis buscas formas.
- Quiero invitarte a una cita.
Tanto Susan cómo Becca me miran sin creer lo que oyen.
-¿Tu? ¿A una cita? -pregunta mi chica casi sin creerlo.
Y no es de extrañar, puede que no hagamos tenido una cita real en toda nuestra relación. Empezó como un tonteo no muy serio e intentos constantes por mi parte de hacerla rabiar. En nada vinieron los besos furtivos que ambos fingiamos no disfrutar y al final... Pues acabamos pasando todo el tiempo juntos, encerrados en casa o viéndonos en clase. Nunca había tenido ningún interés en lo romántico, menos en tener alguna cita. Y sabía de sobras que eso de verdad dolía a Susan.
-Dije que té recuperaría ¿no? Pues lo estoy haciendo, y quiero invitarte a una cita.
-Que sea doble -la voz de Sam nos sorprende a todos.
Mi amigo del instituto aparece detrás de mí como de la nada y le lanza un guiño a Becca, que contesta con una mueca. No es un secreto que estos dos se llevan como el perro y el gato. Sam lleva tonteando con ella casi desde que yo empecé a hacerlo con Susan, pero el realmente lo hace para molestarle. Yo y mi (por el momento) exnovia mantenemos que van acabar juntos, pero ellos lo niegan.
-No podemos -interviene rápidamente Becca-, tenemos que entregar un trabajo para mañana.
Decepcionado, miró a Susan esperando que me niegue que tienen este trabajo y que sea solo una excusa de Becca para evitar a Sam, pero su expresión de desilusión me dice todo lo contrario.
-Cierto, no me acordaba... -dice soltándome la mano con delicadeza-. ¿Podemos dejarlo por otro día?
Asiento algo mosqueado por este improvisto, pero antes de que pueda girarme e irme enfadado, Susan me toma de las mangas de la cazadora y tira de mí para darme un beso en la mejilla.
Me quedo sonriendo como un tonto viendo cómo se va con Becca hacia la biblioteca. ¿Como puede un simple gesto canviar por completo mi humor?
-Vaya cara de idiota se te ha quedado -rie Sam sacándome de mis ensoñaciones.
Me aparto amistosamente con el brazo.
-¿Y tú qué haces por aquí? -pregunto al caer que no hay motivo para que esté en la facultad de letras, menos delante de una aula de primero.
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No es tan perra
Fantasía¿Nunca te has preguntado que es de la mala de la historia?¿De la perra que intenta alejar al protagonista de su amada?¿Y si... no fuera la mala? Nick está jodido. Muy jodido. Después de una increíble bronca con su Susan, su novia, esta ha salido de...