Susan no llega muy lejos. Soy más rápido que ella y además corre sobre esos tacones kilométricos que tan poco acostumbrada está a llevar.
Le tomo del brazo bruscamente y lo primero que hace al girarse es pegarme un bofetón. Noto como me pica la parte de la cara que ha golpeado y cojo su brazo libre antes de que pueda repetir el golpe.
-¿Y a tí que coño te pasa? -grito.
Bien, definitivamente estoy enfadado.
-Déjame en paz -dice ella entre sollozos-. No debí haberme dejado convencer por tu madre. Sabía que no habías cambiado ni un poco.
La miro confundido. ¿Mi madre le convenció de venir a la fiesta? ¿Por qué no me dijo nada?
- No debió haberte invitado -suelto secamente-. Estoy harto de todo esto.
Los ojos se le llenan aún más de lágrimas.
-¿Y yo no? -llora-. Estoy harta de ti, de tus miles de maneras de hacerme daño, de cómo se supone que me quieres, que has cambiado y...
-¿Y que te hace pensar que es mentira? -interrumpo-. Me llevo esforzando demasiado tiempo para ser el chico que tu quieres que sea, y aún así parece que nunca es suficiente para tí.
Ella se zafa de mi agarre.
-Me gustaría verlo -se queja encarandome-. Pero todo lo que sé es que llego a la fiesta y te encuentro con... Ellas.
Bufo. Me llevo las manos a la cabeza desesperado por esta situación.
-¡Son mis amigas! -grito cansado-. No tengo porqué justificarte que las haya invitado, me gusta pasar tiempo con ellas, de forma totalmente platónica. ¡Y que no seas capaz de entender esto me hace ver lo poco que confías en mi!
Calla. Está roja como un tomate de la ràbia. Siento como los incansables discursos de Beth me han gana do por completo cuando són sus palabras las que salen por mi boca. Y lo peor de todo, de verdad lo siento. Nunca había caido en lo tòxico que resulta que Susan no confie en mi en absoluto. Que incluso aún cuando vivíamos juntos Susan seguía pensando que me acostaría con cualquier chica que se me acercara.
-¡No miras a Beth como una amiga! -grita finalmente-. ¡Cuando he llegado tenías los ojos puestos en ella y...! - Le vuelven a caer un par de lágrimas y se pone una mano en la boca para callar sus sollozos.
No sé como sentirme respecto a ello. Sí, es cierto que mirava a Beth como si pudiera haber algo entre nosotros, pero la presencia de Susan me ha confundido más de lo que creía. Le quiero, esto está claro. Más que a nadie, pero me está a planteando realmente intentarlo con Beth.
Desde que conozco a Susan eso era como la única cosa clara en mi vida. Es el amor de mi vida, tenía clarisimo que quería estar siempre a su lado. No he mirado a nadie más desde que empezamos a salir, al contrario de lo que piensa ella. Ni siquiera me había planteado nada con otra chica. Y ahora...
Sé que quiero más a Susan. Ni siquiera tengo claro lo que siento por mi vecina. Pero, joder, también me encuentro queriendo saberlo. Tengo curiosidad por entender a Beth de otra forma. Deseo que me enseñe un lado más cariñoso de ella misma, que me dedique más sonrisas como la de antes. Quiero más besos espontáneos al final de una canción o que se cuele en mi cama borracha como una cuba y reírnos mientras se queda dormida. Anhelo que se meta en mi vida una y otra vez sin permiso alguno.
Miro de nuevo a mi ex novia llorar. No és la primera ocasión en que nos encontramos en una situación así, pero esta vez estoy pensando en otra persona mientras me peleo con la mujer con la siempre he querido passar mi vida entera.
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No es tan perra
Fantasia¿Nunca te has preguntado que es de la mala de la historia?¿De la perra que intenta alejar al protagonista de su amada?¿Y si... no fuera la mala? Nick está jodido. Muy jodido. Después de una increíble bronca con su Susan, su novia, esta ha salido de...