Capítulo 15

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Becca nos deja en cuanto llegamos a mi antigua habitación de la universidad. Parece ser que aún no la han ocupado. Lo cual me sorprende, ya que me fui hace meses. Cuando estamos solos, Susan se hecha a llorar. Mierda, odio verle así. 

Le abrazo. Dejo que llore en mi pecho y se desahogue. Estamos así un buen rato, hasta que logra calmarse.

-Lo siento muchísimo -digo cuando parece que ha acabado llorar-. Beth se ha pasado muchísimo...

No puedo acabar de hablar. Susan me toma de la cabeza y me besa. Duro. Largo. Tira de mí hacia la cama y me empuja. Estoy confundido, aún más cuando se quita la camiseta y se lanza sube encima mío. Vuelve a besarme. No entiendo nada, pero no le paro. 

Me quita la camisa. Se desabrocha el sujetador. Aquí ya tomo la iniciativa y mientras ella se quita sus pantalones y zapatos yo hago lo mismo con los míos. Sonrío cuando se estira en la cama y me insta a quitarle la ropa interior. Lo hago, disfrutando cada segundo de ello. Ella me baja entonces los calzoncillos. Es tan sexy.

Me aparto para mirar en la mesita de noche. Creo recordar que allí guardaba un paquete de condones. Sonrío. Allí están. Me aseguro que no están caducados y abro uno para ponérmelo justo después. Fantástico. 

Nos volvemos a besar. Y luego hacemos mucho más.

Suspiro abrazado a Susan. Ella se ha dormido tan rápido como hemos acabado. Acaricio su mejilla suavemente. Es tan guapa. Tiene la piel fina y sedosa, las facciones delicadas y unas pestañas larguísimas. Y los ojos más azules que he visto en mi vida. No es el tipo de chica con la que me habría fijado en mis tiempos de fraternidad, pero en el segundo en que la vi caí totalmente rendido por ella.

Quién diría que esta noche acabaría así. Creí que lo máximo a lo que podía optar era a enrollarnos, pero después de todo lo que ha pasado, como han ido las cosas...

Beth hoy ha cruzado la linea. No entiendo porqué lo ha hecho, sinceramente. Realmente tenía la razón antes de empezar la discusión. No estaba haciendo nada malo. Estaba bailando con un amigo, y, aunque la situación se podía mal interpretar, Susan tampoco tenía ningún derecho a ir a decirle nada.

Ella simplemente tenía que justificarse. Pero ha hecho todo lo contrario. Lo ha liado todo más dando a entender que quizás sí que tenía la intención de acostarse con Sam. Aunque nada de lo que ha dicho sea mentira, simplemente ha reivindicado su punto. Susan a veces es un poco entrometida, pero lo que ha hecho ha sido porque se preocupaba por Becca. Y sus formas tampoco han sido las mejores.

En parte entiendo la reacción de mi vecina. No digo que rebajarse al nivel del rival esté bien, pero yo habría dicho lo mismo. Y luego Becca... Dios, le ha dejado en su lugar, esto es seguro. Digo, cuando está de mi parte es buena, pero cuando se pone en mi contra realmente me gustaría soltarle todo lo que Beth le ha soltado.

Pero al final, con todo eso del baso pro la cara y la pelea... Y todo lo que le ha dicho a Susan... Mierda, entiendo que tuviera que defenderse, pero no así. No atacando de este modo. Aunque mi chica tampoco ha hecho nada bueno atacando en primer lugar.

¡Joder!

Me levanto y voy al baño a lavarme la cara. Esta habitación comparte baño con la del lado, pero no creo que mi antiguo compañero lo esté usando en estos momentos. 

Me seco con una toalla que parece limpia. Debería hablar con Beth. Sí, se ha pasado, pero Susan y Becca también. No tengo muy claro que le voy a decir, y de parte de quién estoy, pero definitivamente tengo que hacer algo.

Cuando vuelvo al cuarto, Susan se está vistiendo. Mierda, no quería despertarla.

-Susan, no hace falta que te vayas -me apresuro a decir-. Podemos dormir aquí, aún tengo la llave de la habitación.

No es tan perraDonde viven las historias. Descúbrelo ahora