Te voy a enamorar

¿Sabes a mi quién me gusta?

Fer pensó que había llegado tarde a las prácticas, pero cuando entró en los vestuarios recordó que ese día se habían suspendido, pero oyó que había alguien, por lo que caminó despacito fuera quién fuese iba a asustarlo, pero cuando el chico levantó la cabeza soltó un olor a azahares, y una melena castaña: Puro.

Al verlo, sintió una gran inquietud: ¿Puro pensaba en él? Claro que Fer pensaba en él todo el rato: en su habitación haciendo los deberes o mientras comía con sus padres y sí Puro pensaba siquiera la mitad de lo que el lo pensaba, sería muy feliz.

- Nando... - un suspiro que desprendía tanta devoción -. Que casualidad. Estaba pensando en ti... - poniéndose de pie.

- ¿En mi? - llenando su pecho de dicha por oírlo.

- Sí - sacando un papel doblado -, mira - mostrándole un paisaje bastante sencillo pero muy bien elaborado -, ¡he aprobado!

- ¡Enhorabuena! - aceptando el abrazo del castaño.

- Gracias por ayudarme.

- Para eso somos amigos... - separándose de él.

Puro se quedó viéndolo, mordiendo su labio inferior dejando al descubierto su dentadura.

- ¿Te apetece dar un paseo? - sugirió por fin.

- Claro. ¿Dónde?

Puro reflexionó un momento; amaba el Retiro pero...estaba ya algo visto.

- Ya casi es primavera y dicen que el parque del Oeste es muy bonito, podemos ir a pisar las últimas hojas secas...

- Claro. Vamos - tomando ya como instinto las cosas de Puro. 

El parque estaba muy concurrido: chicos que salían del cole, malos universitarios, novios formales, chicas en grupos haciendo cotilla o buscando chicos, abuelitos, que disfrutaban de una tarde despejada. A ningún personaje le dedicaba su atención Fer, sólo a Puro, que brincaba en las hojas tiradas, pateaba piedritas de la manera más infantil que jamás creyó, pero le gustaba seguirlo e imitarlo. Corriendo entre los abuelitos, riendo y saltando.

Se le quedó viendo cuando un niño pequeño decidió seguirle el juego de ver quién hacía más ruido al pisar las hojas. ¿Qué más podía pedir? Era único y sería él quién le dijera a Fer que le quería...

- ¿Fer? - preguntó algo agitado tras haber perdido una carrera con el chiquillo - ¿En qué piensas?

- En nada - ocultando sus manos.

- Bueno. Venga, ahí hay barquillos - tirando de la manga del castaño.

-/-

- No puedo creer que hayas intentado hacerlo... - riendo todavía de de recordar cómo había intentado usar una patineta de un 'skate' que pasaba por ahí.

"Quería impresionarte" pensó Fer "pero esto es mejor..." Apoyando su mano en el brazo de Puro del cual colgaba sin vergüenza alguna.

- Creo que no salió del todo bien - confesó Fer mirando nervioso a todos lados; Puro le había ofrecido su brazo para apoyarse luego de que se había torcido el pie.

- Venga. No pasa nada... - dándole una palmadita en su mano, mirando al frente.

Sintió algunas miradas de las cuales no se percataba Puro, miraba al frente orgulloso de llevar a Fer así que no tardó tanto para transmitirle seguridad.

- ¿Qué pensarán al verme tomado de tu brazo? - bajito viendo al último abuelito que los veía extrañado.

- ¿A caso te importa? - soltando una risa.