Te voy a enamorar

¿Te enteras?

Puro dejó su cazadora vaquera cerca de la puerta, quedando con la sudadera azul de Fer y unos jeans negros, se sentía bien usándola. No tardaron mucho en llamar a la puerta y se dirigió a abrir. Ahí estaba Nacho, parado con un montón de enceres de cocina en sus brazos.

- Hola. Espero no molestar.

- No - extrañado -. En absoluto. Entra...

- Mira. Que quería que me ayudaras. Me he enterado de un concurso de comida y se me ocurrió participar.

- ¡Suena perfecto!

- Lo es - confesó Nacho -, pero, no soy muy ducho en eso de cocinar. Digo, sé hacer pasta y sándwiches...

Puro dejó caer su cabeza, ¿la gente no sabía hacer algo que no fuera pasta?

- ¿Tú qué sabes hacer? - preguntó Nacho tras ver la reacción de su amigo.

- Amm - recordando por orden -, sé hacer crepes de rellenos dulces y salados, espumas, pastas inglesas... Varios tipos de ensalada, tartaletas, magdalenas, sopas, cremas...ah y los calamares rellenos me salen bien. He intentado hacer cocido pero... - haciendo un ruido vi la lengua y la boca -, me sigue quedando algo soso...

- ¿Te queda bien el arroz? - Puro asintió orgulloso -. Entonces me servirá mucho tú ayuda.

- ¿Qué tienes en mente?

Arroz y gambas, servido en tulipas hechas de pasta brick. Algo que había querido probar hacer pero no se animaba.

-/-

- Puah - soltó Nacho probando el milhojas de risotto y queso que Puro había preparado con el arroz sobrante -, deberías ser tú quién se inscriba al concurso.

- Que dices... - tomando un poco también. La noche había llegado y su padre estaba por llegar junto con su madre, que siempre se tomaban un momento para hablar tras el cierre del local.

- Sí. ¿Por qué no nos inscribimos juntos? Cómo amigos.

- ¿Y Renzo?

- Odia la cocina - sentenció -, y yo...yo no sé qué más hacer - confesó con cierta frustración -. Él sólo quiere ver pelis y no salir y yo..,no me gusta que me tome de la mano...

Puro levantó una ceja. Vaya conclusión a la que había llegado.

- No. No me mal entiendas, me gusta que este junto a mi pero...soy alguien de la vieja usanza. Me gusta... - hundió los hombros dejándose embriagar por esa sensación: -, sentir su mano colgada de mi brazo; caminar a su lado con tanto orgullo...

Puro hizo lo propio; recordó aquella tarde en el Parque del Oeste, cuando Fer tomó su mano para que rodeara su brazo antes de llevarlo a su casa. Era una gran sensación.

- Te entiendo perfectamente... - suspiró Puro sin haber oído la pregunta primero.  Haciendo que Nacho fuera ahora quién levantara su ceja -. Digo. Lo he visto ciento de veces en las pelis. Ha de ser bonito... - desviando la mirada.

- ¿No lo has sentido? - acercándose preocupado. Pensaba que Puro había tenido tantos novios dada su seguridad y ese aire de resuelto.

- Hasta ahora no - confesó sirviendo más té.

- Pero...es con lo que todos soñamos a esta edad: un amor puro, sin condición. Amigo, no me hagas creer que eres raro.

- Claro que no pero... No sé, nadie se ha fijado en mi en todo este tiempo.

- No te creo. Sí es que eres... Un buen chico.

Puro se quedó viendo a su amigo por un rato. No sabía que responderle. Sus amigos en Málaga ya tenían novia cuando estaban en tercero de ESO y él no. Sabía que le veían raro pero hasta ese momento, en que Nacho le había recalcado que era raro no tener novio en esa edad...lo hizo sentir un poco mal.