Te Soñé

Prólogo

~~~~~~Te soñé~~~~~~

6 años antes...

-¡Feliz cumpleaños, Mel! -el grito de mí mejor amigo ensordeció mis oídos, dejando un leve pito en ellos.

Llevé mis manos a mi cabeza al ver que el pito no cesaba. Al levantar la cabeza vi a un sonriente Ian con los brazos estirados, esperando a que me acercara abrazarlo.

-¿Qué no abrazarás a tú mejor amigo? -negué con la cabeza- ¿Aunque te haya traído una gran bolsa de Ruffles?

Mis ojos se abrieron al ver las bolsas de supermercado y en el interior varios paquetes de Ruffles esperando a ser comidos por mí y nadie más.

Me acerqué rápidamente a él y le arrebaté las bolsas de las manos. Él sonrió satisfecho y me rodeó con sus brazos. Correspondí a su abrazo alegremente.

-Melanie, ya nos vamos -el tono de voz de mi padre nos sobresaltó- Hola, Ian -lo saludó con seriedad.

Mi amigo asintió en un saludo cohibido, y subió a la parte trasera del coche de papá. Nos dirigimos a Bob'Banana a celebrar mi cumpleaños número 10.

Subí al coche y le sonreí a Andrea, mi mejor amiga. Ella me sonrió y acomodó su liso y rubio cabello. Se encuentra sentada en la parte trasera. Ian rodó los ojos incomodo por estar cerca de Andrea, no le agrada, pero los dos son mis amigos y quiero que estén conmigo en este día.

Papá comenzó andar mientras yo me abrochaba el cinturón de seguridad a su lado.

Mis hermanos y mi mamá nos esperaban en Bob'Banana, salieron hoy en la mañana -obviamente a comprar mis regalos de cumpleaños- y acordaron con papá, reunirnos allá.

Amo esa cafetería, venden los helados y pasteles más ricos de todo los Ángeles. Fue por eso que decidí celebrar mi cumpleaños con las personas que más quiero allí.

El camino lo continuamos en silencio, con el ruido del estéreo. Papá se detuvo en el estacionamiento del local.

-Llegamos, pequeña -dijo papá desabrochándome el cinturón de seguridad.

Le sonreí y él pellizco mis mejillas, dejando un leve calor en ellas.

-¡Papá! ¡Te he dicho que no me pellizques los cachetes! -cruce los brazos sobre el pecho e infle mis mejillas.

Bajamos del coche y entramos en el local. Divisé a los gemelos y corrí en dirección a ellos, feliz. Estos en cuanto me vieron, se levantaron de la mesa y me esperaron con los brazos abiertos.

-Feliz cumpleaños, hermanita -dijeron al unisonó los dos. Les sonreí de manera tierna, o eso creo, y me senté entre mis padres.

Comimos helado entre risas y chistes, hasta que dos meseros de la cafetería hicieron su aparición con una enorme torta de princesas de Disney y un gran número 10, cantando la canción de cumpleaños. Mi familia y amigos se unieron la canción.

-¡Pide un deseo, Mel! -gritó Ian, sobresaltándome. Lo fulmine con la mirada y el sonrió a modo de disculpas.

Me tomé mi tiempo para pedir mí deseo. ¿Qué quiero? ¿Qué puede pedir una niña de 10 años que tiene todo?.

Tengo a mis padres juntos que me quieren, dos hermanos mayores que me cuidan y dos mejores amigos que me apoyan en todas las travesuras que se me ocurren. Ah y un perro salchicha hermoso.

-¡Mel, solo pide un deseo! -mi amigo frunció los labios.

-Déjame pensar que quiero pedir, no quiero equivocarme y estropear mi deseo de cumpleaños -me quejé.