Capitulo 14

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~~~~~~Te Soñé~~~~~~

Dejar a Criss en mi casa esperando a mis hermanos, fue lo más difícil que he hecho en mi vida. Las ganas que tenia de abrazarlo y preguntarle qué le pasaba me invadieron, pero me contuve, ya que, no somos nada y no sé si se tomaría bien que lo hiciese.

También, no lo quería hacer sentir incomodo con preguntas de las cuales las respuestas no me incumbían. Además de saber, muy en mi interior, que su expresión cansada se debía a la enfermedad de su madre. Quizás se pasó la noche en vela en el hospital.

Pero es que las ojeras bajo sus hermosos ojos grises, su cabello ligeramente desordenado, sus ojos rojos y parpados hinchados, lo delataban de que había estado llorando.

En el instante en que lo vi frente a mi puerta, tuve el impulso de acurrucarlo en mi pecho y decirle que todo iba a estar bien, pero no lo hice, por dos simples razones, no somos nada y ni siquiera tenía la certeza de si las cosas iban a estar bien, porque vamos, su madre tiene cáncer, una de las peores enfermedades que pueden existir.

Después de la cena con Tomás y en la soledad de mi habitación, investigué sobre esta enfermedad y la información que hallé no era de la más alentadora.

Y bueno, Criss es la razón por la cual he estado desconectada toda la mañana y casi toda la clase de biología, y por la cual, también la profesora ahora se encuentra llamándome la atención.

—Señorita Jepsen, ¿podría usted hacer un resumen de todo lo que he explicado? —la miré con los ojos abiertos como platos, pero me limité a asentir y bajar la mirada a los pocos apuntes que llevo anotados en mi cuaderno— ¿y bien? ——insistió.

La miré confundida— ¿Ahora? —pregunté tragando grueso, sintiendo como poco a poco la sangre comenzaba a teñir de rojo la blanca piel de mis mejillas.

Asintió— Claro, señorita Jepsen, sus compañeros están entusiasmados con escucharla —dijo, provocando la risa de los alumnos.

Pero una en particular llamó mi atención. Giré mi cabeza lentamente encontrándome con la mirada burlista de Andrea y la de todas sus secuaces. Rápidamente aparte la mirada de ella y me concentré en la profesora, quien me miraba a la espera de que iniciara el endemoniado resumen.

—Bueno, y-yo... —el timbre del receso largo interrumpió mis explicaciones. Solté un sonoro suspiro de alivio.

Desde ahora en adelante amaré a ese timbre como a mi vida o más.

—Está bien, pueden retirarse —los alumnos comenzaron a levantarse desesperados por salir del aula. Tomé mis cosas y rápidamente las metí dentro de mi bolso, comencé a caminar hacia la salida— menos usted, señorita Jepsen —escuché cuando estaba a punto de salir del aula.

Me detuve de golpe cuando escuché a la profesora y me giré lentamente, temiendo por mi vida. Esta me miraba con los ojos entrecerrados y con un gesto, me indicó que me acercara a ella. Lo hice.

Una vez estuve frente a ella, volvió su vista a una carpeta que se encontraba sobre su escritorio y sacó unas hojas. Me las entregó.

—Lo quiero para la próxima clase —dijo tajante.

Miré confundida las hojas y me encontré con que eran las indicaciones para un trabajo de investigación de treinta hojas y escrito a mano. Abrí los ojos como platos y miré a la profesora negando con la cabeza.

—Pero profesora, esto es mucho y la siguiente clase es el lunes, es muy poco tiempo para un trabajo de esta magni...

—Eso debió de haberlo pensado antes de distraerse de mi clase, señorita Jepsen —iba a protestar, cuando con una mano me indicó que me callara— tranquila, no lo hará sola —la miré confundida— lo hará con él —señaló hacia el fondo de la clase.

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