Capitulo 37

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~~~~~~Te Soñé~~~~~~

Una hermosa canción llenó el silencio del coche. Mi vista esta fija en la hermosa y brillante luna, que esta en todo lo alto, tengo la sensación de que nos está persiguiendo. Sonreí al recordar el maravilloso día en la playa. Mis mejillas se acaloraron cuando mi mente viajó a ese preciso momento donde él y yo estabamos desnudos sobre una manta a la vista de cualquier persona. Fue una experiencia adrenalinica. Estuvimos paseando, jugando, conversando y besándonos durante todo el día, a penas nos dimos cuenta de cuando oscureció. Alex llamó incontables veces a Criss diciéndole que se apresurara, que la fiesta empezaba en unas cuantas horas y nosotros no estábamos ahí. Mi emoción se desvaneció cuando recordé que debíamos ir a esa endemoniada fiesta.

Me giré hacia Criss y lo observé conducir, su semblante tranquilo, sus ojos atentos a la carretera y su respiración acompasada le daban un aire relajado y satisfecho. Sonreí y lentamente llevé mi mano a su mejilla, donde lo acaricié con suavidad. Criss me miró brevemente y una sonrisa se extendió en sus carnosos labios rosados.

—¿Tenemos que ir? —pregunté, deteniendo mi caricia y dejando caer mi mano sobre mi regazo. Hizo una mueca.

—Sí... —murmuró de mala gana.

No era un secreto que a Criss no le agradaba Josh, vamos, que él chico se la pasa molestando. Esperaba de verdad, que Alex desistiera de la idea de que nosotros —sobretodo Criss— asistiéramos, pero lamentablemente, no lo hizo, al contrario, insistió mucho aun ante nuestra negativa.

—Pero no es necesario que nos quedemos en la fiesta, sol —anunció, mirándome brevemente antes de volver la vista a la carretera— podemos ir al cuarto de juegos de Colton y quedarnos ahí con ellos.

—Esa es una buena idea —acepté.

Criss sonrió y volvió a poner atención a la calle. Ya no faltaba mucho para que llegáramos a la dichosa fiesta, de hecho, solo unos kilómetros nos separaban de ella. Espero que esta no sea una de esas fiesta descontroladas que suele organizar Colton, no soportaría mucho tiempo con tantas personas ebrias a mi al rededor. No digo que me molesten, es decir, he asistido a muchas fiestas de este tipo y nunca que me he quejado, de lo que hablo es que tenía planeado quedarme todo el tiempo que me fuera posible con mi novio, los dos, solos, y definitivamente asistir al cumpleaños de Josh no era una buena opción, es más, ni siquiera estaba entre mis opciones.

Fijé la vista en el precioso anillo de plata que descasa en mi dedo anular y no pude evitar que una enorme y feliz sonrisa se plantara en mis labios. Saber que él y yo estábamos pensando en un futuro juntos me llenó de tantas emociones que me es difícil explicar con una sola palabra lo que estoy sintiendo justo ahora.

—Me encanta —murmuré, refiriéndome a la argolla.

—Y a mí —afirmó con una hermosa sonrisa.

Le sonreí en respuesta. En silencio continuamos el poco trayecto que nos quedaba a la casa de Colton. Cuando llegamos, distraídamente suspiramos al mismo tiempo, como tratando de calmar nuestros nervios y prepararnos mentalmente para lo que venía. Solo espero que Josh se mantenga lejos de nosotros, nos evitaría muchos problemas si lo hace. Criss fue el primero en bajar del coche, lo rodeó y luego abrió mi puerta, tendiéndome su mano. La tomé con confianza y él entrelazó nuestros dedos.

—Vamos, solo lo felicitaremos y nos alejamos —aseguró Criss.

Asentí poco convencida. Juntos y de la mano nos adentramos en la enorme mansión perteneciente a Colton. La música estaba excesivamente fuerte, tan fuerte que desde la calle se escuchaba. El jardín estaba atestado de personas y el césped repleto de vasos plásticos, esta definitivamente no es una fiesta tranquila. Cuando estábamos por cruzar las puertas que nos llevarían a la sala de la casa, una chica se interpuso en nuestro camino, su rostro se contorsionó para luego inclinarse hacia delante y expulsar lo que supongo es una mezcla de su almuerzo y el alcohol que ha bebido. Una mueca de desagrado se instaló en nuestras caras. La rodeamos con cuidado de no tocarla y entramos, si el jardín estaba lleno de gente, la sala definitivamente no se le quedaba atrás, aquí hay el triple de personas de las que habían afuera.

Te SoñéDonde viven las historias. Descúbrelo ahora