Capitulo 2

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~~~~~~Te soñé~~~~~~

Mi estúpida noche no fue nada agradable. ¿El por qué? Mi irritante y desubicado hermano mayor, Alex, tomó la magnífica decisión de traer a una de sus amiguitas a casa. Arruinó mi noche de películas y esto definitivamente no se quedará así, abra venganza, claro que la abra.

Me encontraba viendo Una noche de encanto en mí habitación, eran más o menos las 3 de la madrugada y ya Ian se había ido a su casa, cuando de pronto comencé a escuchar unos ruidos extraños.

Me levanté y asomé la cabeza al pasillo. Se suponía me encontraba sola en casa, ya que mis hermanos estaban de fiesta. Esos ruidos provenían del otro extremo del pasillo. En lo único que pude pensar fue en Alex.

Admito que no fue nada agradable escuchar como esa chica ruidosa gritaba el nombre de mi hermano una y otra vez acompañado de asquerosos gemidos. Intenté de todo para dejar de escucharlos, como subiendo el volumen del televisor, cubrirme la cabeza con la almohada —no tuvo mucho éxito, claramente—, hasta que al final tome mi móvil y mis auriculares y coloqué al grandioso Ed Sheeran al máximo en mis oídos.

Dormí menos de tres horas. ¡Dios! No puedo creer que esos chicos no se aburran de eso, estuvieron toda la maldita noche sin dormir. Y esa chica, ¿Qué acaso no se quedaba afónica de tanto gritar? Estoy más que segura que hasta los vecinos saben que mi hermano es el dios del sexo, porque sí, eso es exactamente lo que gritaba.

Me levanté de la cama y caminé de mala gana al baño, me duché con agua fría para poder despertar. Cuando salí, fui directamente a mi habitación. Miré el reloj, las 8 de la mañana, bien este es el momento de la venganza. Me vestí rápido con ropa cómoda y até mis converse blancas.

Bajé lenta y cuidadosamente las escaleras, no quería despertarlos antes de tiempo. Cuando por fin llegue a la primera planta me dirigí al estéreo. Conecté mí móvil y subí el volumen al máximo, conté hasta tres y le di play a la música. Mi amado Ed Sheeran comenzó asonar al máximo haciendo retumbar las paredes de mi casa.

Comencé a cantar y bailar totalmente eufórica. Thinking out loud, recorría mi hogar llenando cada espacio con su hermosa letra. De pronto sentí como todo el cansancio se desvanecía. Seguí cantando mientras caminaba hacia la cocina. Lavé los platos y luego tomé la escoba. Mientras barría, cantaba utilizando la escoba como micrófono. Una vez terminé con la cocina comencé en la sala.

Sí, soy rápida, supérenlo.

Mi hermano se estaba tardando mucho en bajar. Quizá está repitiendo lo de la noche anterior... Iug. Continué con mí rutina de limpieza, algo que le hacía mucha falta a la casa. Como mamá trabaja la mayor parte del tiempo y bueno, yo soy la única mujer, soy la que se encarga del aseo. Mis hermanos colaboran poco en mantener la limpieza y no me queda más que esperar a que ellos salgan para poder hacerlo tranquila.

Y dios, esos chicos son peor que los cerdos en sus corrales.

Seguí con mi espectáculo de cantar —de manera dramática y muy sobreactuada— con la escoba mientras barría y la canción llego a su término. Hice una reverencia a mi publico inexistente y cuando levanté la cabeza incorporándome, ahí, en la puerta, se encontraba la persona que jamás en la vida hubiera deseado me viera haciendo esto.

—Cantas muy bien, Sol —dijo sonriendo de una manera tierna.

¡Mierda! Si en este momento pudiera cavar un hoyo que me llevara a China, lo cavaria sin problemas. Aunque tardaría un montón y bueno, no soy buena con la actividad física así que... mejor me hago bolita.

Te SoñéDonde viven las historias. Descúbrelo ahora