Capitulo 27

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Este capitulo no está editado (ortografía y redacción).

~~~~~~Te Soñé~~~~~~

La alarma sonó, anunciando que la noche había acabado y con ella, mis lágrimas. Observé los números rojos brillantes indicando la hora: 07:00 a.m. Mi rostro no expresaba ninguna emoción, nada, estaba vacío. Segunda noche en vela y ultimo día de encierro, porque, aunque no quiera, tengo que levantarme para ir al colegio.

Mi día domingo había consistido en ignorar las llamadas de Criss, correr a mis hermanos y hasta mamá de la habitación y encerrarme con seguro para que nadie más entrara. Cabe resaltar que Criss envió millones de mensajes preguntándome que me pasaba y porqué no contestaba sus llamadas. El muy idiota pensaba que después de lo que hizo nos juntaríamos para ir al cine como habíamos acordado el día anterior. Quizás cree que no me he enterado, que estoy desinformada. Imbécil.

Él único que pudo entrar sin que le lanzara un zapato o una almohada por la cabeza fue Ian, como siempre, me consoló y escuchó. Me aseguró que él no sabía nada y que no vio nada en la fiesta, porque sí, mi mejor amigo había asisitido con su novio. Estuvo toda la tarde conmigo y también recibió llamadas de Criss, le preguntó si sabía algo de mi y tuve que retener las ganas de quitarle el móvil a mi amigo y mandar a la misma mierda a ese imbécil. Ian le dijo que no sabía nada y que estaba con Josh. El lindo mintió por mi, y se lo agradezco, en este momento lo único que puede salir de mi boca son insultos.

Me levanté y arrastré mis pies hasta mi baño, increíble, ya ni el hecho de tener baño privado eso me emociona. Me duché en completo silencio, no tengo ganas de escuchar musica mientras lo hago, como habitualmente pasa. Salí del baño y luego de unos minutos terminé de alistarme. Mi vestimenta es tan patética como mi existencia en este momento. Unos jeans oscuros, sudadera gris —irónico, lo sé— y converse blancas. ¿Mi cabello? En una coleta desordenada, lo que es muy habitual en mi. Caminé en completo silencio hasta la puerta para salir de mi habitación y agradecí a Dios y a la santísima trinidad por no encontrarme con Matthew en el pasillo. Bajé las escaleras y me dirigí a la cocina. Mamá, Tomás y mis hermanos estaban ahí.

—¿Como estas, cariño? —preguntó mamá. La miré sin expresión.

—Estoy —fue lo único que respondí.

Me serví leche y cereales, y me senté a desayunar. Mi madre y mis hermanos hablaban de algo a lo que no presté la más mínima atención. Estaba muy concentrada en mis pensamientos como para escucharlos. Levanté la cabeza y me encontré con Matt sentado frente a mi.

¿Cuando llegó?

—Ya nos vamos —anunciaron mis hermanos.

—Vayan con cuidado —les pidió Elena.

Como ya oficialmente mamá y Tomás son pareja, Elena ya no trabajará más. Cristina podrá trabajar como siempre ha querido ya que mamá cuidara de los niños.

El ruido de un motor llamó mi atención, entonces recordé. Mis hermanos ya se fueron y no tengo con quien irme a la escuela. Porque ni muerta me iré con Criss lo que me hace recordar que él vendrá a recogerme como todos los días. No, definitivamente no me iré con él. Me iré caminando o en transporte publico. La escuela no debe de quedar tan lejos de aquí, creo...

Matthew se levantó y se despidió de todos. Yo por mi parte, recogí lo que ocupé y me despedí de mamá y Tomás. Salí de la cocina y corrí hasta la sala, tomé mi mochila y cuando estaba saliendo me percaté de que el coche de Criss estaba estacionado en el jardín, mis hermanos están con él conversando. Miré para todos lados buscando una escapatoria, hasta que encontré a Matthew subiendo a su coche.

Te SoñéDonde viven las historias. Descúbrelo ahora