Te Soñé

Capitulo 31

Para los nuevos lectores no es necesario qué leer este mensaje.

Recuerdo haber dicho en algún capitulo posterior a éste, que escribiría está escena entre Criss y Melanie, pero dije que lo haría en algún capítulo extra, ya que no quería poner contenido adulto, pero dije: qué más da?

Espero que disfruten del capítulo tanto como yo al escribirlo.

¡Buena lectura!

~~~~~~Te Soñé~~~~~~

Sentí como me tomaba por la cintura y me alzaba, dejándome sobre su hombro como si fuera un simple y pequeño saco de papas, y lo peor es que así me sentía. Solté un grito por la sorpresa, pero pronto me recuperé y comencé a moverme para que me bajara.

—Muy bien, si no me quieres escuchar, te obligaré a hacerlo —dijo, saliendo de la habitación.

—¡Bajame, Criss! —grité enojada.

Él respondió dándome un golpe en el trasero y no pude evitar sonrojarme, pero de la cólera. ¡Descarado!
Salió del pasillo que llevaba a la sala donde se estaba celebrando la endemoniada fiesta y mis oídos se inundaron del sonido de la desagradable musica. Muchos ojos se posaron en nosotros curiosos, y esos llamaron a otros y terminaron muchos de los invitados -que en en mayoría eran chicos de la escuela- viéndonos sorprendidos. Se supone que nosotros no estábamos juntos, porque Criss me engañó.

Maldigo la hora en la que me dejé convencer por Matt para venir a esta endemoniada fiesta. Debí seguir mis instintos e irme a casa a ver series o películas que me hicieran llorar.
Comencé a golpear su espalda con todas mis fuerzas pero sé de sobra que a él ni cosquillas le hacen mis golpes.

—¡Bajame! —grité por sobre la musica, la cual había descendido considerablemente— ¡joder, Criss, que me bajes! —chillé colérica.

—He dicho que me vas a escuchar aunque tenga que obligarte a hacerlo —dijo tranquilamente, saliendo de la casa de Colton.

Bufé y dejé de golpear su espalada porque era obvio que eso no estaba funcionando. Un frío viento nos golpeó y temí que mi vestido se fuera a levantar, pero no fue así, porque Criss se aseguró de que no se elevara.

—¿A dónde la llevas? —escuché que preguntaba la voz de Alex.

Elevé la cabeza como pude y lo vi salir de la casa, trotando hacia nosotros. Ya estábamos por la acera y sabía perfectamente que me estaba llevando a su coche.

—¡Alex, dile que me baje! —le pedí, levantando la cabeza para verlo mejor.

Este se posicionó frente a mí e hizo una mueca, levantando los hombros.

—Lo siento, enana, no puedo ayudarte, no me entrometo en problemas de parejas —dijo, volviendo al lado de Criss y caminado junto a él.

¡Maldito!

Criss se detuvo y escuché como abría la puerta del coche. Me bajó de sus hombros y me metió dentro sin decir una sola palabra. Me ajustó el cinturón de seguridad y sin darme tiempo a reaccionar, plantó un corto beso en mis labios y luego cerró la puerta de golpe, el coche emitió un sonido al mismo tiempo en que las luces parpadearon. Intenté abrir o sacarle el seguro pero la puerta no me dejó. Grité con la furia recorriendo mis venas.

Miré por la ventana y vi como Criss le explicaba algo a Alex y este asentía atento. Criss volvió al coche y entró. Me sonrió tiernamente y yo le lancé una mirada asesina. Prendió el coche y arrancó. Mi hermano se despidió de mí con la mano y una sonrisa. No puedo creer que mi propio hermano no me ayudara, ¡me están secuestrando!