Este capitulo está sin editar (ortografía y redacción).
~~~~~~Te Soñé~~~~~~
Suspiré y llevé el vaso a mis labios. Sé que el alcohol no es la mejor solución, pero ¿qué puedo hacer? Ella no quiere escucharme y yo no puedo hacer nada por ello. He intentado acercarme, hablarle y explicarle miles de veces, pero las miles de veces me ha ignorado o gritado. No puedo decir que me cansé, porque jamas me cansaría de ella, pero después de la ultima vez que me gritó en ese estacionamiento comprendí que quizás necesitaba tiempo; tiempo para calmarse y aclarar su mente. Estaba claro que no la dejaría, que lucharía y que no renunciaría a ella, al menos no tan fácilmente, y menos sabiendo que todo eso era una vil mentira.
Fui un idiota al pensar que quizás, solo quizás podríamos ser amigos. Pero era obvio que Andrea no quería solo una amistad, sobretodo sabiendo el odio que siente por mi sol. Odio totalmente injustificado, teniendo en cuenta que fue su madre quien se acostó con el marido de su mejor amiga, eso si que había sido una mierda. Ver como Mel sufrió todo ese tiempo me rompía el corazón, pero me daba miedo acercarme y que me hechara a patadas como lo hacía con sus hermanos y su madre.
—¿Bebiendo para ahogar las penas? —preguntó Alex, sentándose a mi lado en la barra.
Me giré hacia él y dejé mi vaso sobre el mesón. Al menos él si me había creído y confiado en mí. No puedo negar que al principio él y Ariel habían tenido sus dudas, pero después de una acalorada discusión y una que otra explicación me creyeron, pero también me aseguraron que no se meterían en esto, era su hermanita de quién estábamos hablando.
—No, simplemente quiero pasar el rato —expliqué.
Alex suspiró y me miró con compasión.
—¿No has intentado hablar con ella? —preguntó, bebiendo de su vaso. Negué con la cabeza— a veces pienso que quizás es verdad —lo miré frunciendo el ceño confundido— lo del beso, digo, no lo has desmentido, en la escuela, me refiero —explicó.
—Por favor, Alex, estuviste toda la maldita noche conmigo en esa estúpida fiesta, nunca hablé con Andrea, ni me acerqué a ella —escupí molesto. Ahí estaban de nuevo sus dudas— y me importa poco lo que un montón de idiotas chismosos crean, solo me importa que ella me escuche, los demás que se vayan al carajo —continúe enojado.
Alex me miró y bebió de su vaso. Él sabía que decía la verdad. Esa noche estuve con ellos en la habitación de juegos de Colton, mientras la fiesta de su cumpleaños se celebraba abajo, en su sala. Era algo que siempre hacíamos, alejarnos de las demás personas y encerrarnos en ese cuarto para pasar la noche. Esa noche nunca salí de esa habitación, la pasé bebiendo cervezas y jugando en la consola con los chicos.
—No comprendo, ¿de donde salió esa fotografía? —preguntó, girándose y mirando la pista de baile.
Aquí estoy otra vez, en casa de Colton en una de sus tantas fiestas, intentando descifrar la misma incógnita que el me había cuestionado. Sé que esa foto es real, lo sé, porque yo sí me besé con Andrea hace un tiempo atrás, solo una vez... O bueno, dos, pero eso solo ocurrió en esa fiesta de inicio de curso. No recuerdo que nos tomaran una fotografía, o al menos no recuerdo que fuera una con mi consentimiento. Era claro que yo no lo daría, Andrea solo era una amiga para mí, nunca la vi como algo más, pero después de como le gritó e intentó golpear a Melanie el día en que discutió con su padre, no quise volver a saber de ella. Ella es una mala persona y lo que hizo con esa fotografía lo confirma.
Me levanté de hombros y bebí de mi baso. Usualmente no bebo cosas fuertes, pero hoy necesito despejar la mente o me volveré loco. Necesito que Melanie me escuche, necesito que sepa la verdad, ya no soporto verla llegar todos los días con ese idiota que tiene como hermanastro. Yo debería ser quien la lleve la a escuela, ella es mía y solo a mi me corresponde estar cerca de ella, abrazarla y tocarla. No voy a enumerar las incontables veces en que me contuve mis intinstos asesinos cada vez que Matthew la hacía reír o sonrojar.
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Te Soñé
RomanceCriss ama, ama con todas sus fuerzas a la chica equivocada. Él se enamoró de la única mujer que estaba prohibida, y no sabe si eso lo convierte en valiente o en un completo tonto. Se lo advirtieron, se lo dijeron, le prohibieron acercarse a ella, pe...