Capitulo 42

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~~~~~Te Soñé~~~~~~

Vibraba.

Una y otra vez, vibraba tanto que el impulso de tomarlo y arrojarlo al mar se me cruzó por la mente tantas veces que tuve que contenerme al menos unas diez veces de hacerlo. Mensajes tras mensajes, llamadas tras llamadas inundaban mi teléfono. Mamá, Alex, Ariel, Ian, Pau, Matt y hasta Henry, todos ellos no dejaban de intentar contactarse conmigo.

Perdí la cuenta de las horas que llevo aquí, ¿cinco? ¿ocho? ¿diez? No lo sé, siquiera me he dignado en tomar el móvil para verificar la hora que era, pero sabía que era tarde. El cielo ya estaba extremadamente oscuro, con suerte alcanzaba a distinguir la espuma blanca que producía el mar al reventar sus olas. La arena que se adhería a mi pantalón ya se sentía húmeda.

Su olor...

Lo tengo impregnado en mi nariz, y no es que sea una maniática que se grabe los olores de todo el mundo, no, es que es imposible no sentirlo cuando traigo puesta su sudadera. Tengo dos pensamientos en mi mente, uno es sacármela y arrojarla al mar después de haberla pisoteado miles de veces, y la otra es abrazarla —como lo he hecho hasta ahora— y olerla, aferrarme a ella. Además que si me la quito moriré de frío, ya que es lo único que me ha mantenido calentita.

Lo sentía, todavía estaba muy vivo como para no sentirlo, el dolor en mi pecho me recordaba a cada segundo que Criss me había engañado, y es que ¿como olvidarlo? Si Andrea no ha dejado de enviarme mensajes con detalles de su noche.

»Sus labios son muy suaves y besan de maravilla«

»¿Sabías que tiene una marca en forma de media luna en la espalda? ¡eso es malditamente sexi!«

»Es caliente, mierda, es una bestia en la cama. Entiendo que estés tan enamorada de él«

Y así, otros miles de mensajes más llegaron. Bueno, quizás no tantos, cien sería mucho. ¿Él motivo de enviarme esas idioteces? No lo sé, ¿abrir más la herida? ¿meter el dedo en la llaga?

Suspiré. Mi móvil volvió a vibrar, esta vez en el identificador de llamada mostrando el nombre de Henry. Si no le contestaba a mamá, mucho menos le contestaría a él.

Recogí mis piernas y las abracé. Me había calmado, las lágrimas habían cesado, pero mi corazón no dejaba de doler. Mis pensamientos no se acallaban, mi mente no se calmaba, al contrario, trabajaba a mil por hora. Vamos, con los mensajes de Andrea difícil no imaginar cosas que me herían. Pero así soy, masoquista, porque hasta que no comenzaron a llamar los demás no dejé de leer los mensaje que enviaba Andrea.

Quería hundirme en el mar y no salir nunca más, o hacer un profundo hoyo en la arena y enterrarme para siempre, al menos así dolería menos.

Me gustaría dormir y al despertar darme cuenta de que todo esto era un sueño, que aun continuaba con Criss, dormida en sus brazos y el acariciándome y diciéndome que me amaba. Pero no era un sueño, era la realidad, una realidad en donde el hombre que amas se acuesta con tu pero enemiga.

El viento no se había calmado ni un poco y creo que voy a morir de hipotermia. Suspiré una ultima vez y me levanté, necesito volver a casa o mamá enloquecerá. Aunque creo que ya lo ha hecho. Caminé arrastrando los pies por la arena y subí las escaleras que llevan al mirador, al hermoso mirador. Cuanto lo odio en este momento.
Subí al coche y conduje en silencio, no quería prender la radio y encontrarme con otra canción deprimente que me hiciera llorar otro mar de lágrimas, ya había llorado las suficientes por hoy y estoy cansada, lo único que quiero es llegar a casa, subir a mi habitación y tirarme a la cama a dormir, ya tendría suficiente tiempo mañana para continuar llorando y lamentándome.

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⏰ Última actualización: Oct 17, 2017 ⏰

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