Capitulo 40

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~~~~~~Te Soñé~~~~~~

Dejé caer mi espalda sobre la puerta y cerré los ojos. Llevaba ya más de veinte minutos esperando a que Criss llegara y aun no lo hacía. Le marqué al menos unas cinco veces pero no ha cogido ninguna de mis llamadas y tampoco a contestado ninguno de mis mensajes, no es que hayan sido muchos, después de todo. El hecho de que no respondiera, me ponía los nervios de punta, ¿y si está molesto?
Mi mente no dejó de vagar y maquinear miles de posibilidades, y ya estaba cansada de esperarlo aquí, sentada en las escaleras del porche como las idiotas esperando a que apareciera. Hacía frío, mucho, diciembre de por si es helado y mentiría si dijera que no siento frío, porque tengo hasta los huesos congelados.

El ruido de un motor apagándose llamó mi atención, lentamente abrí los ojos y me encontré con el coche de Criss aparcado en la calle frente a mi. Rápidamente me puse de pies cuando vi que él había bajado del coche, caminó con su ojos fijos en su móvil y traía el ceño fruncido. Aun no se daba cuenta que estaba en la entrada de su casa, casi frente a él, hasta que lentamente elevó la vista y sus ojos se dieron de lleno con los míos. Y así nos quedamos, por un largo momento, mirándonos directamente a los ojos.

Mi estomago se hizo un nudo de nervios al ver que él no hablaba, solo me miraba como si no pudiera creer que estaba frente a él. Entonces me aclaré la garganta y me dispuse a hablar.

—Hola... —murmuré con inseguridad.

Criss no respondió, sus ojos se mantuvieron en los mios, no se movieron de ahí y eso solo hizo que mis nervios aumentara. No quería que estuviera molesto conmigo, solo necesitaba que me abrazara y me dijera que todo iba a estar bien y que me amaba.

—Yo... —comencé con voz temblorosa— yo lo siento mucho, de verdad, no quería alejarte así, no era mi inten...

No pude terminar porque él rápidamente se acercó a mi y me envolvió en un fuerte y apretado abrazo. Rápidamente rodeé su cintura y escondí mi rostro en su pecho.

—Por Dios, sol, estas temblando —susurró en mi oído. Me encogí de hombros y aspiré su aroma— ¿cuanto tiempo has estado esperando? —preguntó, con preocupación.

—Casi media hora —respondí distraída por su olor.

Me encantaba como olía, me encantaba estar entre sus brazos, me encantaba todo él. Y saber que todo estaba bien entre nosotros me encantaba aun más, porque todo estaba bien, ¿verdad?

—Criss... —lo llamé en un susurro.

Criss se aferró a mi como si su vida dependiera de ello, ignorando mi llamado. Sentí como aspiraba mi olor y como dejaba en beso en mi cuello. Una de sus manos se deslizó a mi cadera y la otra subió, tomando mi barbilla y alzándola hacia él, sus labios no tardaron en encontrar los míos en un beso, un beso lleno ansiedad, desesperación y angustia. Le correspondí con la misma intensidad con la que él me besaba, y con solo ese beso olvidé, olvidé todo lo que había sucedido anteriormente y el miedo desapareció, solo lo necesitaba a él, nada más que él. Subí mis manos por su pecho, deslizándolas alrededor de cuello y acercándolo más a mí. Había deseado toda la noche tenerlo así, conmigo, reconfortándome y haciéndome olvidar todo.

—Vamos adentro, sol, estas helada —murmuró contra mis labios.

No quería separarme de él, ya no sentía frio, su cuerpo me daba todo el calor necesario, no necesitaba más. Entramos en su casa y él rápidamente hizo su camino hacia la cocina, diciéndome que lo esperara en su cuarto. Haciéndole caso, subí las escaleras y me metí en su habitación. Me extrañó ver que todo estaba exactamente igual a como lo habíamos dejado ayer antes de irnos a la playa, ¿no durmió aquí?

Te SoñéDonde viven las historias. Descúbrelo ahora