Te Soñé

Capitulo 21

~~~~~~Te Soñé~~~~~~

La fria y seria mirada de Matthew se encontraba puesta en mi. Sus ojos no se movían y mucho menos su cuerpo. Un largo y tortuoso silencio se había extendido desde el momento en que Tomás lo había presentado como su hijo.

Mis voz desapareció y mi corazón parecía aumentar sus latidos a cada segundo en que Matthew no pronunciaba palabra.

—¿Qué haces tú aquí? —dijo por fin, acabando con el incomodo silencio.

—Melanie es la hija de mi novia, Matthew, de Elena —dijo con voz firme Tomás.

Matthew lo miró incrédulo y negó repetidas veces con la cabeza.

—¿Me estas jodiendo verdad? —preguntó con voz molesta.

Me sorprendí con sus palabras. ¿Por qué reacciona así? digo, cuando nos conocimos claramente no nos llevábamos bien, pero después del accidente y del trabajo de biología pensé que todo estaba bien entre nosotros. Pero al parecer él no pensaba lo mismo.

—Matthew, no empieces —advirtió Tomás en voz baja.

Matthew lo miró desafiante y caminó lentamente hasta Tomás. Una vez llegó a su lado le sonrió con falsa amabilidad y se giró hacia los demás.

—Hola a todos —saludó, sorprendiéndome con su extraña actitud.

Vamos, Matthew es extraño, siempre se ha comportado raro. Desde el momento en que lo conocí lo hallé una persona fuera de lo común, empezando por su oscura apariencia y su careta de chico malo. Aunque en realidad no es un chico malo, es tranquilo y cuando se lo propone, algo amable. Se preocupa mucho por su familia, me lo demostró el día en que tomamos el café en Bob'Banana, habló de su padre como si fuera su mayor orgullo.

Tomás le presentó a mamá y luego a mis hermanos, cuando llegó el turno de presentarme a mi, Matthew lo detuvo alzando su mano y me miró, clavando sus ojos negros en los mios.

—Ya nos conocemos ¿verdad, Melanie? —preguntó, con una sonrisa retorcida. Lo miré asustada por la forma en que lo dijo pero asentí.

—Sí, somos compañeros —afirmé. Tomás mostró una amplia sonrisa.

—¡Que bien! Entonces ya que terminamos con las presentaciones, vamos a cenar.

La cena fue en sí, divertida y amistosa. Matthew no habló más que cuando se le preguntaba algo o le pedían su opinión. Mantuvo todo el tiempo sus ojos en mí, haciéndome sentir cohibida. Después de cenar los adultos salieron a la terraza a  compartir mientras que los dos pequeños se fueron a dormir y los "jóvenes" —que somos nosotros— nos quedamos en el cuarto de juegos de Matthew. Mis hermanos estaban entusiasmados y totalmente sumergidos en el vídeo juego, mientras que Matthew y yo estabamos en silencio mirando como jugaban.

Después de varios minutos viendo como mis hermanos luchaban y no despegaban los ojos del enorme televisor, Matthew se levantó en silencio y salió del cuarto. Esperé unos segundos y lo seguí. Lo busqué con la mirada por el enorme pasillo y lo encontré doblando en una esquina hacia otro pasillo.
Caminé en silencio y en el momento en que doblé, una mano se cerró en mi brazo y me empujó hasta que mi espalda chocó con la pared, haciendo que una mueca de dolor apareciera en mi rostro.

—¿Acosandome, acosadora? —susurró cerca de mi rostro.

Abrí los ojos encontrandome a Matthew muy cerca. Su cercanía por alguna razón me colocaba nerviosa, pero no me incomodaba.

—Matthew, e-estas muy c-cerca —balbuceé.

Matthew sonrió con arrogancia e inclinó la cabeza hacia aun lado. Su mano estaba apoyada en la pared al lado de mi cabeza y la otra presionando mi hombro.