Te Soñé

Capitulo 33

~~~~~~Te Soñé~~~~~~

6 años atrás...

Miré en todas direcciones intentando comprender que ocurría, porqué tardaban tanto dentro de esa habitación de puerta blanca. Mis manos sudaron sin remedio y aunque no veía mi reflejo, sabía que estaba más pálido que un fantasma. Los soyosos de Pau me tenían con el alma en un hilo, y como buen hermano mayor, me acerqué y la abracé fuertemente, besando su cabecita. Ella con sus diez años de edad no comprendía lo que hacíamos ahí, lo cierto era que yo no entendía la gravedad del asunto, pero sabía que algo muy malo le pasaba a mamá. Ya llevaba mucho tiempo pálida, casi no comía y papá faltaba mucho al trabajo para poder cuidarla.
Tenía miedo, ella ya no reía como antes, ya no... Era la misma de antes.

—Tranquila, Pau... Mamá va a estar bien... —susurré, más para mi que para ella.

Sí las cosas continuaban así, la iba a extrañar mucho. Había escuchado un conversación que tenían mamá y papá hace unos días sobre que si mamá no mejoraba en su estado de salud, enviarían a Paula a Francia con mis tías para evitarle este tipos de situaciones. Mi hermana es muy pequeña, no quiero que sufra y aunque me duela mucho, creo que es lo mejor. Como hermano mayor mi deber es cuidarla, protegerla y procurar su bien estar; y no es que sea mucho más grande que ella, en realidad solo dos años, pero yo estoy consiente de todo lo que sucede a mi alrededor y sé que las cosas están muy complicadas ahora con la enfermedad de mamá. Ha pasado un mes y aun no detectan qué es lo que la hace estar así, tan delgada, delicada y... Infeliz. Tengo miedo de que no vuelva a ser la misma de antes, la quiero mucho y la necesito.

La puerta por la que habían entrado mis padres y el medico al fin se abrió y papá salió acompañado del señor de bata blanca. Los dos hablaban muy inmiscuidos en su conversación y el doctor parecía darle instrucciones a mi papá. Su rostro no reflejaba nada bueno, a mi corta edad lo conocía muy bien, era mi ejemplo a seguir y lo admiro profundamente. Es dueño de muchos hoteles en la ciudad, pero a pesar del dinero que eso le genera, es una persona muy humilde, fuerte y decidida. Papá se acercó y se hincó frente a nosotros.

—Muy bien, vamos mis pequeños —dijo, con una sonrisa triste.

Lo miré confundido, ¿a donde íbamos? ¿y sin mamá?

—¿Donde está mamá? —pregunté, viendo la puerta blanca por la que había vuelto a entrar el doctor.

Papá bajó la cabeza por un largo segundo, cuando la subió, hizo una mueca y se desordenó el cabello.

—Mamá... Se tendrá que quedar aquí... —dijo con voz suave.

—¿Por qué, papi? —preguntó Pau.

—Porque no se siente bien, pero aquí se sentirá mejor, vendremos mañana a verla ¿si?

Mi hermana y yo asentimos. Mi preocupación por mamá aumentó, debe de estar muy mal para que tenga que quedar aquí.

—¿Papá... Qué tiene mamá? —pregunté en un susurro.

Él me miró mordiendo su labio y pestañeo varias heces como si quisiera evitar las lágrimas. Me preocupe de inmediato, papá no llora nunca, entonces en verdad debe de ser algo grave. Dios, por favor, que no sea nada grave.

—Vamos por un helado y les cuento todo, ¿qué dicen? —preguntó, con un sonrisa forzada.

Pau chillo emocionada y secándose las lágrimas rápidamente se puso de pies.

—¿A Bob'Banana? —preguntó, sonriendo.

Negué con la cabeza; la facilidad de mi hermana para cambiar de animo y olvidar las cosas era impresionante, que envidia, quisiera tener esa capacidad. Papá suele llevarnos a esa cafetería cuando las cosas no están bien y tiene que darnos un mala noticia, es la cafetería favorita de mi hermana.