~~~~~~Te Soñé~~~~~~
Después de explicarle a Matthew el trabajo de biología y la razón por la cual es tan importante que lo realicemos bien, colgó comprendiendo. Quedamos en que lo comenzaríamos mañana en la biblioteca después de la escuela.
Su reacción al principio me causó gracia, emitió un gran "¿Y por qué yo?" al cual respondí con obviedad diciéndole que había dormido la clase entera e incluso después de que esta terminara.
Le cuestioné como es que había conseguido mi número, a lo cual él respondió con desinterés que mi mejor amigo se lo había facilitado. En ese instante fulminé con la mirada a Ian y él solo se excusó diciendo que le fue imposible negarse a los profundos y bonitos ojos negros de Matt. Esas son las desventajas de tener un amigo gay. Luego de un rato de charla animada, se fue a su casa a "estudiar".
Ahora me encontraba acostada en mi cama con un libro de la escuela en mis manos al cual no le he prestado la más mínima atención por dos simples razones; uno, me duele la herida que tengo en mi labio inferior y dos, nunca me ha gustado leer. No le pillo el gusto, es decir, hay personas que se pueden pasar todo el día encerrados en sus habitaciones leyendo, yo definitivamente, no soy una de esas.
Es que ¿Cómo pueden siquiera dejar de dormir por leer? ¿Acaso están dementes? Las horas de sueño perdidas no se pueden recuperar, y si no duermo mis ocho horas, me convierto en la personificación femenina del diablo. Para mí el dormir es un ritual sagrado e irremplazable.
Golpearon mi puerta despacio. Mi día libre ha estado más aburrido de lo común, mis hermanos están en la escuela al igual que Ian, y mi madre viene de vez en cuando a ver como estoy y hacer que me tomé el medicamento.
Me incorporé en la cama emitiendo un desganado "adelante" y la puerta de mi habitación se abrió. Enseguida me arrepentí de haber hecho pasar a la persona que se encontraba detrás de esa puerta y no haber fingido que estaba dormida.
-¿Cómo estas, pequeña? -dijo con una sonrisa en sus labios.
Dejé mi libro sobre mi mesita de noche bufando y lo miré con seriedad. Henry se acercó a mí y se sentó en la orilla de la cama. Al ver que no respondí, bajó la mirada a sus manos donde sujetaba una caja de chocolates y un pequeño ramo de flores azules. Demonios, amo el azul, y él lo sabe muy bien.
-Te traje chocolates para...
-No me gustan los chocolates -lo interrumpí con dureza. Mentira, mentira, amo los chocolates.
Henry levantó la vista y fijó sus ojos en mí, bajó la mano con la que me tendía la caja de chocolates y me miró frustrado.
-Bueno, te traje flores a ver si te anima...
-Odio las flores, soy alérgica ¿ya lo olvidaste? -volví a interrumpirlo. Me miró y soltó una maldición en voz baja.
-No eres alérgica, Melanie -dijo frustrado. Me levanté de hombros
-Ahora sí lo soy -dije con voz firme y mirándolo con seriedad.
Se levantó de golpe y dejó los chocolates en mi mesita de noche, tiró las flores en el bote de la basura y se llevó las manos al pelo, lo tiró levemente y maldijo en voz baja. Lo seguí con la mirada atenta a cada movimiento.
-Demonios, Melanie, intento hablar contigo como padre a hija -me miró suplicante- estoy preocupado ¿sí?, déjame acercarme aunque sea por esta vez y podamos hablar tranquilos.
-Hablar y tranquilos no pueden estar en la misma frase cuando se trata de ti y de mi -lo miré directamente- ¿acaso olvidas que me echaste de tu casa la última vez que nos vimos?
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Te Soñé
RomanceCriss ama, ama con todas sus fuerzas a la chica equivocada. Él se enamoró de la única mujer que estaba prohibida, y no sabe si eso lo convierte en valiente o en un completo tonto. Se lo advirtieron, se lo dijeron, le prohibieron acercarse a ella, pe...