Capitulo 22

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~~~~~~Te Soñé~~~~~~

Ian se separó rápidamente y clavó sus ojos en mi, asustado de la furiosa mirada que Criss tenía puesta en él. Sus ojos me rogaron que hablara y así lo hice.

—Llegaste —anuncié con una sonrisa, mirando a Criss.

—No, se fue —dijo Ian con sarcasmo. Lo miré mal y me sonrió burlón.

—No, el que se va eres tú —la voz de Criss se escuchó fría y enojada. Sus ojos no se movían de mi mejor amigo, quien tragó grueso y me miró asustado.

—Yo... Sí, me voy —besó mi mejilla y me miró a los ojos— te irá excelente y me llamas cuando llegues —me guiñó un ojo y se fue.

Criss entró en mi habitación y cerró la puerta tras él. Caminó hasta mí, continuaba mirándome molesto, pero más molesta estaba yo, por como trató a mi mejor amigo.

—No debiste haber sido tan pesado con él —le reproché molesta y cruzándome de brazos.

—No tienes ni idea de lo mucho que me enoja que cada vez que venga a verte lo encuentre aquí, metido en tu habitación y acostado en tu cama —se alejó unos pasos de mí y clavó sus ojos en los míos— no me agradan esas confianzas, joder, hasta duermen juntos —apartó su mirada de mí molesto.

Me acerqué a él y tomé su rostro entre mis manos, obligándolo a mirarme. Sus ojos grises me miraron enojados y su cuerpo estaba tenso.

—Ian es mi mejor amigo, no te hagas ideas erróneas, cariño —dije con voz suave.

Criss sacó mis manos de su cara y las dejó caer con brusquedad, se volvió alejar mi. Me sorprendí por su acción, estaba molesto, muy molesto. Nunca antes lo había visto tan enojado, y tampoco me había alejado de él de esa manera.

—¿Y crees que el piensa lo mismo? —preguntó, y entonces caí en la cuenta de lo que estaba pasando.

Estaba celoso.

De Ian.

De mi mejor amigo, que además es gay.

Reprimí una carcajada y lo observé divertida. Criss me miró, al notar mi diversión enarcó una ceja.

—¿Estas celoso de Ian? —pregunté, soltando una pequeña risita.

—No le hallo lo divertido —comentó, escudriñandome con la mirada.

—Pues yo sí —me acerqué a él— Criss, Ian no me tocaría aunque se lo rogara de rodillas —le aseguré.

Me observó desde su altura aun molesto. La desconfianza seguía presente en sus ojos y estaba más que claro que no creía en mis palabras. Lo gracioso es que en todo este tiempo no se haya dado cuenta de las preferencias sexuales de mi mejor amigo, o que al menos Alex no se lo hay comentado alguna vez, teniendo en cuenta que Ian tuvo interés en él, claro que solo como su amor platónico.

—¿Como estas tan segura de eso? —preguntó, entrecerrando sus ojos hacia mi.

—Porque Ian es gay —comenté como si fuera algo absolutamente obvio.

—Esa no es excus... —se detuvo al comprender mis palabras.

Sus ojos me miraron incrédulos en cuanto el peso de mis palabras cayó sobre él. Negó con la cabeza aun si poder creer lo que había salido de mis labios en referencia a mi mejor amigo. Y lo comprendo, Ian no tiene ningún aspecto que lo delate o indicio que indique o que apenas haga plantearse la idea de que es homosexual. Su apariencia es total, completa y absolutamente varonil, su modo de actuar y sus acciones son de un chico común y corriente, por lo que es difícil saber hacia donde están dirigidas sus preferencias sexuales.

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